África

Cerveza más cara para pagar la guerra contra el terrorismo

El gobierno de Burkina Faso sube el precio de la bebida y recauda 33 millones de euros en ocho meses para financiar la lucha contra grupos yihadistas

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Soldados burkineses en un ejercicio de simulacro de emboscada en Uagadugú, Burkina Faso.

Bobo-Dioulasso (Burkina Faso)El gobierno de Burkina Faso ha destinado 53 millones de euros al Fondo de Apoyo Patriótico (FSP), una entidad encargada de gestionar las tasas aplicadas a productos como el alcohol, el tabaco o los perfumes, para hacer frente a la guerra contra el terrorismo. Y dos terceras partes de ese dinero se han recaudado gracias al aumento del precio de la cerveza producida por la multinacional francesa Grupo Castel, que ha subido 15 céntimos de euro el precio de todas sus bebidas. Este incremento ha permitido al ejecutivo africano recaudar 33,4 millones de euros en apenas ocho meses.

Según explicaba el ministro de Economía y Finanzas burkinés, Aboubacar Nacanabo, el FSP debe servir para pagar los salarios, los equipamientos y la gasolina de los Voluntarios de Defensa de la Patria (VDP), unas milicias populares creadas bajo el mandato del expresidente Roch Kaboré, que dimitió en enero del 2022 tras un golpe de estado militar. Ha sido con la llegada al poder del capitán Ibrahim Traoré –que desde el levantamiento armado ostenta el título de jefe de estado y presidente de transición– que estas milicias han desempeñado un papel central en la lucha contra el terrorismo, ya que el gobierno ha armado y formado al menos 50.000 voluntarios. Su misión es la de ser los ojos y las orejas del ejército en todos los rincones del país y defender a los pueblos en caso de un ataque. Normalmente, visten de civil y se camuflan entre la población para extraer información.

“El consumo de cerveza no ha disminuido, al contrario, a la gente no le da pereza pagarla más cara porque saben que están contribuyendo a la lucha”, explica el camarero del maqui (bar) Friends Spot de Bobo-Dioulasso, en el oeste de Burkina Faso. De hecho, uno de los comentarios más recurrentes en torno a una mesa después de la aplicación de esta medida es: “Tú sí eres patriótico”, cada vez que alguien pide con euforia una ronda más.

Los maquis son los bares populares de África. Situados al aire libre, una ristra de mesas de hierro se funden entre la oscuridad y se llenan cuando cae el sol. Alrededor del maqui siempre hay pequeños quioscos de chapa donde vienen pollos a la brasa, pescados o patatas fritas. Con una campana se hace saber en el servicio de bar que se quiere pedir las bebidas. Las cervezas más populares son las Brakina, Doppel, Sobbra y Beaufort. Si bien tienen un nombre distinto, todas dependen del grupo Castel, un conglomerado empresarial de propiedad francesa líder en venta de cerveza y refrescos en todo el continente. Brakina, la cerveza más popular del país –"orgullosamente burkinesa desde 1960", certifica su lema–, ha pasado de valer 90 céntimos de euro a 1,05 euros.

“Si no hay país, no habrá consumidores de cerveza”, dice Dasmané Traoré, presidente de la Asociación de Consumidores que, por ejemplo, ha llevado a los tribunales a una empresa de telecomunicaciones para aplicar precios abusivos. Sin embargo, en este caso la organización no se ha situado en contra del aumento del precio de la cerveza. "Hay gente que se juega la vida, nosotros podemos aportar 100 francos (15 cèntims d'euro)", asegura Traoré que recibió una llamada (de una persona de la que no puede decir el nombre) antes que el gobierno aplicara la medida en enero en la que le pedían “comprensión y apoyo”.

Pero no sólo las copas de cerveza contribuyen a la guerra contra el terrorismo. Por ejemplo, cada vez que se termina una llamada, aparece un mensaje en la pantalla del móvil que informa de lo siguiente: "Un 5% de la llamada ha sido depositado en el Fondo de Apoyo Patriótico”.

Acuerdo de cooperación entre los golpistas

Según el ranking Power Index, que mide el poder de los ejércitos, el de Burkina Faso se encuentra en la posición 121 de los 145 contabilizados. Sin embargo, en 2023 ha destinado un 28,4% del presupuesto a las cuestiones de defensa y seguridad. El gobierno también ha pedido a la diáspora que aporte su contribución, y por el momento ha depositado 681.000 eurosen una cuenta bancaria. "Yo, como hija del este, aporté 50 euros para apoyar a los VDP", explica una burkinesa residente en Girona. Después de que las tropas francesas abandonaran el país, el gobierno siempre ha buscado el apoyo de la población para hacer frente a una guerra que ya ha dejado a dos millones de personas desplazadas internas y al menos 10.000 muertos desde 2015.

Las juntas militares que gobiernan el Sahel Central (Mali, Burkina Faso y Níger) firmaron el 16 de septiembre en Bamako un acuerdo histórico de cooperación militar y “asistencia mutua” con el objetivo de luchar contra el terrorismo y “la criminalidad organizada en el espacio común de la alianza ”. El acuerdo, llamado Liptako-Gourma, hace referencia a la región histórica y cultural que une la zona de las tres fronteras, un espacio actualmente bajo control de grupos yihadistas.

Según Radio France International (RFI), los tres estados ya han cooperado durante la ofensiva que ha lanzado el ejército de Malí conjuntamente con Wagner para recuperar el norte del país y que ha llegado hasta la ciudad de Kidal, feudo histórico de los grupos rebeldes. La ofensiva maliense coincide con la retirada de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en Malí (MINUSMA) que operaba en el terreno desde 2013.

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