Francia

Alarma en Francia por la plaga de chinches: "Es un verdadero calvario"

El Ayuntamiento de París reclama un plan al gobierno para frenar la invasión de ese insecto antes de los Juegos Olímpicos

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Un operario sanitario en una desinfección por chinches en un domicilio de Francia.

ParísLas redes sociales van llenas: vídeos de trenes, cines, habitaciones de hoteles o pisos particulares con chinches, pequeños insectos ovalados que se alimentan de sangre humana o de animales. En las últimas semanas, las chinches parecen haberse multiplicado en Francia, provocando una gran alarma social y una enorme preocupación política, sobre todo porque dentro de poco más de nueve meses París acogerá los Juegos Olímpicos. Se ha observado la presencia de chinches en casi todas partes, desde hospitales y escuelas hasta transportes públicos, prisiones e infinidad de viviendas. "Son un verdadero calvario para nuestros ciudadanos", admitía este martes la primera ministra, Élisabeth Borne.

No es la primera vez que Francia se ve afectada por una plaga de chinches, pero la magnitud de la invasión actual parece mayor que nunca . El pánico se ha apoderado de los viajeros –algunos parisinos explican que han dejado de sentarse en el metro, si bien la operadora ha asegurado que no se ha detectado ningún chinche después de analizar todos los vagones– y los pasajeros de los trenes inspeccionan el asiento antes de sentarse. Hay parisinos que también han dejado de ir al cine, uno de los lugares en los que se han detectado estos insectos. El martes un vuelo de Air France que debía volar desde París a Nueva York tuvo que ser anulado por la supuesta presencia de chinches. Resultó ser una falsa alarma.

La psicosis se ha visto amplificada por el eco mediático que está teniendo la noticia, que ha traspasado fronteras. Las chinches no sólo han invadido Francia, sino también las redes sociales y los medios de comunicación de todas partes. En la cadena norteamericana NBC, el popular presentador de The Tonight Show, Jimmy Fallon, incluso bromeaba este martes. Imitando a Macron –con la típica boina parisina, una baguette en la mano y pelos en el torso–, Fallon cantaba una canción para mofarse de las chinches de París. Humor aparte, en la capital francesa, el primer destino mundial de turismo, existe preocupación por los efectos negativos que la situación pueda tener para el turismo, sobre todo de cara a los Juegos Olímpicos. El ministro de Transportes, Clément Beaune, se comprometió a trabajar para evitar que los Juegos "se vean afectados por esta mala publicidad".

Aumento de las desinfecciones

Es difícil poner cifras en el fenómeno, pero FranceInfo revela, con datos de la Cámara Sindical de Desinfección, que este verano las intervenciones de especialistas han aumentado un 65% respecto al verano de 2022. Una encuesta de Ipsos del año pasado ya recogía un dato inquietante: una de cada diez casas francesas (11%) están infectadas por estos insectos. Sus picaduras no son peligrosas, pero son molestas, y deshacerse de las chinches si han entrado en casa puede ser misión imposible. Los expertos aseguran que convivir con chinches puede suponer una degradación de la calidad de vida, que en algunos casos se traduce en dificultades para dormir o problemas de angustia.

La plaga y la alarma social han llevado al Ayuntamiento de París a exigir al gobierno un plan "urgente" contra las chinches, para evitar que el problema persista hasta los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, que la ciudad acogerá el verano de año que viene. El número dos de la alcaldesa Anne Hidalgo, Emmanuel Grégoire, ha escrito una carta a la primera ministra para pedirle soluciones. En el consistorio hay preocupación.

Problema de salud pública

Las chinches también han llegado a la Asamblea Nacional francesa. En una sesión de control este martes, la portavoz parlamentaria de la izquierda radical, la insumisa Mathilde Panot, interpeló a la primera ministra y le mostró un tubo de cristal con chinches. Estaban muertas, pero la imagen tuvo su efecto. Panot acusó al ejecutivo de no hacer nada por resolver la situación y afirmó que se ha convertido "en un problema de salud pública".

Élisabeth Borne le respondió que su gobierno está trabajando allí y anunció que se creará un observatorio de chinches para conocer realmente el alcance del problema y los lugares donde la plaga está más presente. "El gobierno está determinado a actuar ya amplificar su acción contra las chinches", destacó la primera ministra. El miércoles el ministro de Transportes recibió a todos los operadores públicos para abordar la situación y está previsto que el viernes el gobierno celebre una reunión interministerial para analizar el problema "y dar respuestas a los franceses".

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