Ecuador declara el estado de guerra por la escalada de violencia de los narcotraficantes
El gobierno despliega el ejército tras los ataques en varios lugares del país, que han dejado al menos 11 muertos
BarcelonaLas redes de narcotráfico han desatado una espiral de terror y violencia sin precedentes en Ecuador. El presidente del país, Daniel Noboa, ha declarado el estado de guerra ante los ataques realizados por los cárteles en varios lugares del país –que han dejado al menos once muertos– y ha ordenado el despliegue del ejército y la policía para acabar con los grupos del crimen organizado, a los que ha declarado terroristas. Diez hombres encapuchados irrumpieron en una televisión de Guayaquil y tomaron como rehenes a un grupo de trabajadores a punta de pistola: mientras los periodistas les imploraban en directo que no les hicieran daño se oyeron algunos disparos, hasta que se cortó la señal. La policía, alertada vía SMS, ha detenido a 14 personas por el asalto a la televisión y las fuerzas especiales continúan desplegadas en el edificio. También se han asaltado varias comisarías y cuarteles de bomberos. No queda claro qué es lo que pretenden los grupos del crimen organizado.
Noboa, que sólo lleva dos meses al cargo, había declarado el lunes el toque de queda nocturno, ha puesto en la lista de terroristas a 22 bandas de narcotraficantes y ha ordenado al ejército que las "neutralice". En la declaración de "estado de conflicto armado interno" firmada por el presidente se ordena "la movilización de las fuerzas armadas y de la policía nacional en todo el territorio para garantizar la soberanía y la integridad territorial". Un virtual estado de guerra. Las escuelas estarán cerradas hasta el viernes.
“Lo que ha pasado sólo se ve en las películas –ha dicho en rueda de prensa el alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez–. Son momentos duros, y cuando la calle se endurece así sólo los más duros se meten”.
La situación de caos y violencia afecta a buena parte del país, con una ola de atentados, explosiones y secuestros y también con la proliferación en las redes sociales de vídeos y fotografías falsas sobre masacres que han aterrorizado a la población.
Ataque en directo
Los atacantes de la televisión de Guayaquil han tomado como rehenes a los trabajadores del programa. Uno de los presentadores ha intentado seguir hablando a cámara, pero uno de los hombres le ha encañonado con un arma larga y le ha sentado, mientras los demás hombres mostraban a cámara cartuchos aparentemente de explosivos. El canal ha mantenido la emisión en directo, durante la cual se ha visto cómo los encapuchados mantenían a varios trabajadores en el suelo y les exigían que dijeran a la policía que se dirigía hacia la sede de la televisión que no fueran, según Efe . Sin embargo, poco después se ha visto cómo los agentes entraban en el plató al grito de "policía" y evacuaban a los trabajadores. Uno de ellos gritaba porque estaba herido y decía que su sangre es de un grupo poco común.
La policía ha explicado que ante la irrupción de "delincuentes en las instalaciones de un medio de comunicación en Guayaquil" las unidades especializadas se habían desplegado en el lugar de los hechos y finalmente habían logrado liberar al personal secuestrado. Poco después han hecho un tuit en el que anunciaban que los atacantes habían sido "capturados".
La escalada empezó tras la fuga de la cárcel el domingo del líder narco José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, el jefe de la banda de Los Choneros, a quien se considera el criminal más peligroso del país. El lunes se fugó de la cárcel otro capo, Fabricio Colón, después de un motín. La Fiscalía ha relacionado a Colón, líder del cártel de Los Lobos, con el asesinato ordenado a un sicario del candidato a la presidencia Fernando Villavencio en la campaña electoral de agosto. Los Choneros son una rama del cártel mexicano de Jalisco y en Ecuador se disputan el poder con Los Lobos, que están aliados con el cártel de Sinaloa.
Noboa había declarado el lunes el estado de excepción para autorizar a los militares a intervenir en las cárceles, que las mafias utilizan como centros de mando. Fito se fugó cuando era trasladado a la cárcel de máxima seguridad de La Roca, en Guayaquil. La madrugada del martes hubo un motín en la cárcel de Riobamba que facilitó la fuga de 39 prisioneros, entre ellos Fabricio Colón Pico, líder regional de Los Lobos, que también estaría vinculado a la violencia política.
"He firmado el decreto ejecutivo declarando conflicto armado interno", ha escrito Noboa en un mensaje en su cuenta a X, en el que ha identificado a los grupos del crimen organizado sublevados como "organizaciones terroristas y actores no estatales beligerantes". Específicamente, ha señalado los grupos Águilas, Águilas Killer, Ak47, Caballeros Oscuros, ChoneKiller, Choneros, Covicheros, Cuartel de las Feas, Cubanos, Fatales, Gánster, Kater Piler, Lagartos, Latin Kings, Lobos, Los p.27, Los Tiburones Mafia 18, Mafia Trébol, Patronas, R7 y Tiguerones. Y ha añadido que ha ordenado a las fuerzas armadas ejecutar operaciones militares para neutralizar a estos grupos.
Con todo, el caos se adueñó de ciudades como la propia Guayaquil y Quito, donde centros oficiales fueron desalojados, entre ellos la sede del gobierno en la capital, y varios comercios cerraron. El expresidente Rafael Correa, exiliado en Bélgica y líder de Revolución Ciudadana, en la oposición pero con un acuerdo coyuntural con el gobierno, ha expresado "todo el apoyo" a Noboa y ha pedido la presencia de más policías en la calle.
El crimen organizado se hace fuerte
La gran pregunta es cómo se ha podido hacer tan fuerte el crimen organizado en un país que no conocía este tipo de violencia, que sí está enquistada en lugares como El Salvador, México o Colombia. Una de las claves es la dolarización de la economía, que facilita mucho el blanqueo de dinero. También el crecimiento regional de los cárteles de México, como apunta Érika Rodríguez, profesora de la Universidad Complutense de Madrid.
“Ecuador es una ruta de paso del narcotráfico y de exportación de los productos químicos necesarios para fabricar la droga. Y también un buen sitio para el blanqueo de dinero, que con la economía dolarizada es más fácil. Esto ha fortalecido a los grupos criminales, pero ésta es una dinámica en el resto de la región. En el caso particular de Ecuador, el problema es el descontrol en las regiones y la debilidad del estado. El crimen organizado es más fuerte en sus feudos, como las cárceles, que el propio estado”. Rodríguez añade que los cárteles mexicanos “ahora ya no operan a través de intermediarios en otros países de América Latina, sino que han pasado a crear sus propias filiales. Son como multinacionales, que poseen una estructura regional”.
La socióloga se muestra escéptica con el resultado de las medidas de excepción dictadas por el gobierno: “Tenemos el precedente de Colombia, donde la militarización ha supuesto violaciones de los derechos humanos y no una contención real del narcotráfico. Es normal que en esta situación el gobierno quiera controlar la calle, pero ésta no es la solución, porque el ejército no combate la corrupción del sistema. La clave es controlar las cárceles y la corrupción y un diálogo regional para el control de las armas, porque el armamento requisado a estos grupos ecuatorianos venía de Perú”.