El calentamiento global ha atizado al huracán 'Melissa'
El fenómeno deja un rastro de destrucción en el Caribe y al menos 34 muertos en Haití, Jamaica, Panamá y República Dominicana
BarcelonaEl huracán Melisa, uno de los más fuertes que se han registrado nunca en el Atlántico, sigue todavía su trayecto de destrucción después de atravesar Jamaica, Cuba y, la madrugada de este jueves, también las Bahamas. Los científicos han llegado ya a la conclusión –probada con datos– de que este fenómeno es una consecuencia directa de la crisis climática creada por la quema de combustibles fósiles. Un estudio expreso del Imperial College de Londres concluye que el calentamiento global ha hecho este huracán cuatro veces más probable. Si no hubiera cambio climático, un huracán de esa intensidad se habría producido sólo una vez cada 8.000 años, dice el estudio. Pero las condiciones creadas por el ser humano han aumentado la velocidad del viento al menos en 18 km/hy la han elevado hasta los 295 km/h que tenía el Melisa cuando tocó tierra en Jamaica el martes, con una categoría 5.
"El cambio climático provocado por el hombre hizo que el huracán Melisa fuese claramente más fuerte y más destructivo. Estas tormentas serán aún más devastadoras en el futuro si seguimos sobrecalentando el planeta quemando combustibles fósiles", afirma el profesor Ralf Toumi, director del Grantham Institute y autor del estudio del Imperial College. Toumi remarca que países como Jamaica, pero también muchos otros, deben prepararse para vivir fenómenos. es vital, pero no es una respuesta suficiente al calentamiento global. La emisión de gases de efecto invernadero debe detenerse".
Otro estudio de Climate Central llega a la misma conclusión y señala que el huracán se elevó a categoría 5 mientras se acercaba a Jamaica porque se topó con un mar que tenía en aquel momento una temperatura de 2,5 ºC. climática.
Agua caliente
Justamente esta agua caliente hacía acelerar de nuevo este jueves el huracán, que iba cogiendo velocidad sobre el océano en su camino hacia Bermudas, tras dejar un rastro destrucción en Jamaica, Cuba y Bahamas. Sin embargo, la destrucción va más allá de los países que atraviesa su ojo, y se extiende a otros como Haití, Panamá y República Dominicana. Hasta este jueves por la mañana se habían confirmado ya al menos 34 muertos: 25 en Haití –de los que 10 eran niños–, cuatro en Jamaica, cuatro en Panamá y uno en República Dominicana, según el recuento de Efe.
La población de las Bahamas y las próximas islas Turks y Caicos buscaba refugio este jueves, cuando la tormenta ya los golpeaba con ráfagas de viento y lluvias peligrosas. A primera hora en la región (a mediodía en Catalunya) el huracán ya era de categoría 2, con vientos de cerca de 165 km/h, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. Se esperaba que siguiera acelerando hacia el noreste y "pasara al noroeste de las Bermudas" más tarde, antes de probablemente debilitarse el viernes, según este centro. Las Bermudas han cerrado todas las carreteras, escuelas y férreos como medida de precaución.
Lo más fuerte que ha golpeado Jamaica
Cuando golpeó a Jamaica el martes al mediodía, el huracán era de categoría 5, la máxima, y generaba unos vientos sostenidos de hasta 295 km/h. El huracán Melisa ha sido la tormenta más fuerte que ha afectado a la isla desde que se empezaron a registrar datos hace 174 años. Ha arrancado tejados, ha derribado árboles y ha provocado deslizamientos y grandes inundaciones. Este miércoles, más de 25.000 personas estaban agolpadas en refugios, y el ministro de Educación del país ha dicho que el 77% de la isla estaba sin electricidad.
Tras devastar esta pequeña isla de las Antillas, la intensidad del huracán ha ido disminuyendo de camino hacia Cuba, donde ha llegado el miércoles al mediodía (las 8 de la mañana en la región) ya con una categoría 3 y vientos de 190 kilómetros por hora. Horas después había descendido ya a categoría 2 y había salido de territorio cubano en dirección a las Bahamas.
A pesar de haber bajado de intensidad, las autoridades meteorológicas avisaban de que el Melisa era todavía una amenaza para la vida debido a la crecida del mar y las fuertes lluvias, inundaciones y deslizamientos que ha generado en el este de Cuba, en la zona de Santiago de Cuba, y también en otros países de la región. Haití y República Dominicana también han afrontado fuertes inundaciones y deslizamientos catastróficos. Este miércoles por la tarde, hora catalana, seguía avanzando aún como huracán de categoría 2 hacia las Bahamas y se preveía que después pasara por las Bermudas.
Las autoridades de las Bahamas están evacuando a decenas de personas del sudeste del archipiélago antes de que el huracán toque tierra. "Hemos tenido unos cinco vuelos hasta ahora", ha explicado Alex Storr, presidente ejecutivo de la Autoridad de Gestión de Desastres de Bahamas, quien ha añadido que se esperaban al menos cuatro vuelos más durante el día.
Más de 730.000 cubanos habían sido evacuados desde las zonas previstas de trayectoria antes de que llegara el huracán. De hecho, se espera en Cuba una de las tormentas más potentes desde el paso delIrma en 2017.
En cuanto a Jamaica ha sido el huracán más fuerte que ha golpeado nunca el país. Allí estaba todavía este miércoles 15.000 personas refugiadas y medio millón de habitantes sin electricidad. El primer ministro jamaicano, Andrew Holness, declaró el martes la isla como "zona de desastre" y advertía de los "impactos devastadores" del huracán. "Los informes que hemos recibido hasta ahora incluyen daños en hospitales, daños importantes en propiedades residenciales, viviendas y propiedades comerciales", explicaba el martes por la noche. Este miércoles, cuando el ojo del huracán ya había salido de Jamaica, la pequeña isla se levantaba para realizar recuento de daños y evaluar la situación.
"Un desastre sin precedentes"
"Los primeros indicios muestran que el huracán Melisa ha sido un desastre sin precedentes para la isla", decía en la BBC Alexander Pendry, jefe de respuesta global de la Cruz Roja Británica, que estaba en Jamaica. "Ya llegan noticias de que comunidades enteras están bajo el agua y que los daños causados por los fuertes vientos han sido devastadores", añadía. La prioridad ahora son las labores de todos requiera atención médica, refugio, agua potable o alimentos.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos advertía este miércoles por la mañana que la tormenta todavía puede dejar entre 7 y 15 centímetros cúbicos más de lluvia por metro cuadrado en algunas zonas en zonas montañosas. de deslizamientos, lo que complicará bastante las tareas de rescate y también las de limpieza y evaluación de daños.
El Melisa empató como el huracán más fuerte que haya tocado tierra en cualquier lugar del Atlántico con velocidades sostenidas de viento de 295 km/h, y también empató con el huracán del Día del Trabajo de 1935 en cuanto a intensidad, con una presión central de 892 milibares. Se trata de una presión extremadamente baja y casi inédita, empatada con la tercera más baja en un huracán desde que existen registros a escala global.
En Cuba, el gobierno sacaba pecho el miércoles de la preparación para eventos extremos de este tipo que había permitido evacuar a 730.000 personas antes de la llegada del Melisa. El país realiza simulacros anuales para prepararse para desastres de este tipo, que son habituales y cada vez más frecuentes a causa de la crisis climática. Sin embargo, la infraestructura de la isla está muy deteriorada y el sistema eléctrico ha sufrido varios apagones durante los últimos meses. El paso del Melisa ha sacado de nuevo al hermano de Fidel Castro, Raúl Castro, a dar un mensaje a la población: "Volveremos a salir victoriosos de este último reto", les ha dicho. Raúl Castro abandonó en 2021 el cargo de primer secretario del Partido Comunista que gobierna el país y dejó el poder en manos de Miguel Díaz-Canel.