China acusa al G-7 de "volver a la mentalidad de la Guerra Fría"
Pekín llama a consultas al embajador japonés y acusa a las potencias occidentales de "difamación"
BarcelonaChina ha protestado formalmente ante la embajada de Japón en Pekín, acusando a los anfitriones de la cumbre del G-7 de "difamaciones" y denunciando "ataques" de la reunión de las economías más industrializadas de este fin de semana en Hiroshima.
El ministerio de Exteriores ha difundido esta madrugada un comunicado en el que denuncia al G-7 (Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Japón) por "aferrarse a la confrontación y a la mentalidad de la Guerra Fría" y critica sus acciones "contrarias a la tendencia histórica, los hechos reales y la moralidad internacional". También acusa a Japón de "interferir en los asuntos internos de China".
Pekín responde así a la declaración final del encuentro, que insta a China a mantener "relaciones constructivas "en el ámbito económico, a resolver las tensiones con la isla de Taiwán por la vía pacífica y a interceder frente al presidente ruso Vladímir Putin para que ponga fin a la guerra de Ucrania. La réplica no tiene paliativos: Taiwán pertenece a China y no aceptará injerencias en este tema ni en el de Hong Kong, Tíbet o la minoría uigur.
Las autoridad chinas han anunciado también que el fabricante de chips estadounidense Micron Technology será prohibido en infraestructuras críticas chinas por razones de seguridad. El comunicado conjunto de la cumbre dejaba claro que las economías democráticas más grandes del mundo se centrarán ahora en "eliminar los riesgos", y no como hasta ahora en "desconectarse" de China.
"La época en la que los países occidentales interferían en los asuntos internos de otros países y manipulaban la orden mundial ha pasado a la historia", afirma China, que acusa a Estados Unidos de "poner en peligro las reglas del orden internacional y perturbar el funcionamiento de la economía mundial", causando "división y confrontación".