Xi Jinping exhibe poder militar frente al mundo: "China es imparable"
Pekín, que abraza a Putin y Kim Jong-un, alerta de que estamos en el umbral entre la paz y la guerra y escenifica la distancia con Occidente
PekínEl presidente Xi Jinping ha declarado que China es "imparable" desde la plaza de Tiananmen, antes de dar el pistoletazo de salida al gran desfile militar con el que se ha celebrado el 80 aniversario de la rendición de Japón y el fin de la Segunda Guerra Mundial en Asia. "Hoy la humanidad se enfrenta a la elección de la paz o la guerra, el diálogo o la confrontación", ha dicho ante más de 50.000 espectadores. En esta dicotomía, aseguró, el pueblo chino se encuentra "firmemente en el lado correcto de la historia".
El gigante asiático ha hecho una exhibición de su poderío militar y de la potencia de su modernizado ejército a la vez que ha confirmado la solidez de las alianzas con Rusia y Corea del Norte. El mandatario ha accedido a las gradas de la plaza, situadas sobre el retrato de Mao, flanqueado por Vladimir Putin y Kim Jong-un. Una imagen que escenifica la fractura con Occidente –y especialmente con Estados Unidos–, que mantiene sanciones contra ambos países.
Pekín ha roto el aislamiento del presidente ruso y del líder supremo norcoreano y los ha acogido como invitados de honor. El resto de los 26 jefes de estado que asistieron al desfile eran vecinos asiáticos o integrantes del Sur Global.
China había prometido el mayor desfile militar de la historia y ha presentado un gran espectáculo coreografiado al milímetro. La ceremonia comenzaba con 80 salvas de cañón en homenaje a los años transcurridos desde el final de la guerra y la tradicional izada de bandera a cargo de soldados marcando el paso de la oca. En la plaza, adornada con arreglos de flores y carteles que recordaban las fechas que se celebraban, en 1945 y 2025, en total se habían dispuesto asientos para unos 50.000 invitados.
Xi Jinping ha pronunciado un corto discurso elogiante de que su país se mantiene fuerte, autosuficiente y no teme la violencia. "El rejuvenecimiento de la nación china es imparable", aseguró. También ha subrayado que sólo cuando los países se tratan como iguales se pueden "eliminar las causas de la guerra y evitar que se repitan las tragedias de la historia". La ocasión era conveniente para poner de relieve "el enorme sacrificio nacional" que hizo el pueblo chino para salvar a la civilización humana y para recordar a los dirigentes internacionales –y especialmente a Donald Trump, inmerso en una guerra comercial contra Pekín– que "la nación china nunca se deja intimidar por ningún acosador y siempre avanza".
El gran ausente
De hecho, Trump ha sido la ausencia más notable del desfile. Pero no se ha abstenido de dejar constancia de sus reflexiones a través de una publicación en Truth Social: "La gran pregunta a responder es si el presidente Xi de China mencionará o no la gran cantidad de apoyo y sangre que Estados Unidos de América dio a China para ayudarla a asegurar su LIBERTAD de un invasor extranjero muy hostil", ha dicho, y ha añadido: "Por favor, dé mis más cordiales saludos a Vladímir Putin y Kim Jong-un, mientras conspiráis contra Estados Unidos de América". ~BK_S Narendra Modi, que había compartido escenario con el líder chino, Xi Jinping, y el presidente ruso, Vladimir Putin, hace sólo dos días durante la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai. En sus intercambios amigables durante el encuentro algunos leyeron los augurios de un nuevo orden mundial independiente de Washington.
Tras el discurso, Xi ha pasado revista a 45 columnas del Ejército Popular de Liberación (EPA) estacionadas a lo largo de la avenida de Changan, desde lo alto de un coche descapotable. Como presidente de la comisión central de la EPA, el dirigente chino es el máximo mando del ejército. Entonces ha empezado el desfile con aviones en formación haciendo acrobacias y unos helicópteros dibujando el número 80 y mostrando sobre la plaza carteles con los lemas "La justicia prevalecerá", "La paz prevalecerá" y "El pueblo prevalecerá". El acto ha terminado con un lanzamiento masivo de globos y palomas desde la plaza de Tiananmen en una performance que hacía honor a su nombre: "Plaza de la paz celestial".
China ha mostrado el poder de su ejército en un desfile que ha contado con fuerzas de la EPA, la marina, la fuerza aérea, la fuerza de cohetes y el recién creado fuerza aeroespacial. En una exhibición de músculo armamentístico, Pekín ha presentado el KJ-600, el primer avión chino de alerta inmediata capaz de operar desde un portaaviones, y el misil nuclear Dongfeng-5C, cuyo alcance llega a todo el planeta.
El desfile ha incluido dones equipados con inteligencia artificial, misiles hipersónicos antibarco como el YJ-20 y el YJ-21 y el DF-61, considerado el más avanzado del ejército chino. También se ha visto el JL-3, un nuevo misil balístico de tercera generación, de alcance intercontinental, que puede lanzarse desde submarinos. Tampoco han faltado los sistemas de defensa antimisiles como el HQ-29 y el HQ-2 y el lanzacohetes PHL-16 (conocido como el Himars chino), que puede tener un papel importante en caso de enfrentamientos bélicos en el estrecho de Taiwán.
El poderío militar que ha exhibido el gigante asiático es todo un aviso para Taipei. Pekín sigue defendiendo la política de "una sola China" y la unificación con la isla, que considera una provincia rebelde. Pero con el desfile, además de demostrar su poderío militar en el mundo, también ha reforzado el discurso patriótico interno.
Una "visión correcta de la historia"
Junto a Rusia, China reivindica "una nueva visión correcta" de la historia de la Segunda Guerra Mundial, que consideran muy sesgada hacia los intereses occidentales. Ambos países se erigen en los máximos y verdaderos luchadores contra el nazismo y el militarismo nipón, además de recordar que aportaron el mayor número de víctimas: 27 millones los rusos y 35 millones los chinos. En China, la guerra se conoce como la Guerra de Resistencia contra la agresión japonesa y duró mucho más de lo que recuerdan los libros en Occidente, puesto que la ocupación nipona comenzó en 1937. Reivindican que un tercio de los muertos entre civiles y soldados fueron chinos. Pero también intentan esconder la ayuda decisiva de Estados Unidos.
Este aniversario ha servido para que el Partido Comunista Chino intente reinterpretar la historia. En debates televisados, artículos e incluso películas se enaltece el papel del partido y sus guerrillas como decisivo en el desenlace de la guerra, obviando que fue el ejército del Kuomintang –ahora, en Taiwán– el que tuvo más enfrentamientos con las tropas japonesas.
Al contrario que hace diez años, cuando la representación Europea en el evento fue importante, en esta ocasión sólo han asistido el presidente serbio, Aleksandar Vučić, y el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico. Los embajadores de la Unión Europea tampoco han participado por la presencia de Putin. Tampoco han desfilado tropas extranjeras como en el 2015, en las que mil soldados de 17 países se marcharon junto a los chinos.
Era la primera vez que el mundo podía ver a Kim con Putin y Xi. El líder norcoreano ha aprovechado la ocasión para cerrar filas con su homólogo ruso. En una reunión bilateral Kim Jong-un se ha comprometido a seguir ayudando a Rusia en todo lo que necesite, como ya hizo a la hora de proporcionar tropas para expulsar a los soldados ucranianos de la región de Kursk. "Si hay algo en lo que podemos ayudar a Rusia, lo haremos con seguridad y lo consideraremos nuestro deber de hermano. Haremos todo lo necesario para ayudar a Rusia", ha defendido Kim al inicio de la reunión, según la agencia Interfax. El líder norcoreano ha ido acompañado de su hija, de menos de quince años -Pyongyang nunca ha confirmado su edad-, y quien muchos la sitúan como sucesora.