Condones más caros para fomentar la natalidad en China
Pekín da un giro en la política de natalidad, pero los datos apuntan a que los chinos no tienen hijos por causas económicas
PekínEl gobierno chino sigue aprobando medidas para intentar estimular la natalidad, entre ellas algunas tan cuestionadas como incrementar el precio de los preservativos, que van acompañadas de ayudas económicas para los futuros padres. Por primera vez desde 1993 el gobierno ha decidido grabar los anticonceptivos con un impuesto del 13%. La medida incluye los dispositivos como lo dice, las píldoras y también los condones. La decisión consolida el cambio de tendencia y la abolición de las últimas estrategias de control de la natalidad que se aplicaban bajo la política del único hijo.
Hace tres décadas evitar más de un embarazo era una obligación y los métodos anticonceptivos, como las esterilizaciones, estaban subvencionados y alentados por el gobierno. Antes del 2017 era habitual ver en las paradas de autobuses de Pekín anuncios de clínicas abortivas y anticonceptivos. Esta publicidad ha desaparecido del espacio público. Actualmente, el gobierno también intenta dificultar el derecho al aborto y ha empezado a restringirlo a sólo motivos terapéuticos.
En algunas regiones del sur del país incluso se ha recurrido a presiones más directas sobre las mujeres para alentarlas a tener hijos. Personal de servicios sociales se dedica a llamar a las mujeres casadas para advertirles de los días más fértiles de sus períodos menstruales y ofrecer vitaminas para los maridos, según testigos recogidos en la red social Xiaohongshu (Pequeño Libro Rojo).
Grabar con impuestos los anticonceptivos es una de las medidas de la actualización del impuesto del IVA que entrará en vigor en enero de 2026. La reforma también incluye incentivos para los futuros padres, como la exención de la tasa para los servicios de guarderías y preescolar6 en China.
La subida de precio de los anticonceptivos parece algo inconsistente como medida disuasoria para tener hijos teniendo en cuenta que China es uno de los países donde es más caro criar a un hijo. Sin embargo, se inscribe en el relato del gobierno para favorecer la natalidad, incentivar el matrimonio y proteger a la familia.
El enorme coste de criar a un hijo
En China el coste de criar a un hijo hasta los 18 años es 6,3 veces superior al PIB per cápita del país y alcanza los 81.000 euros, según un estudio realizado por la entidad local Instituto de Investigación de Población YuWa. Sólo resulta más caro criar a un hijo en Corea del Sur, un país que también tiene una de las tasas de natalidad más bajas.
La medida, especialmente el incremento del precio de los preservativos, ha provocado debate en las redes sociales chinas, como Weibo. Algunos usuarios han cuestionado su efecto real sobre la decisión de tener hijos advirtiendo que, si no puedes permitirte comprar condones, aún menos puedes permitirte tener hijos. También se ha denunciado el riesgo de que aumenten las infecciones de transmisión sexual y el contagio del VIH. Al contrario que en Occidente, donde la transmisión del VIH ha caído, en China sigue aumentando entre los jóvenes debido principalmente a la poca información y educación sexual.
El gobierno ha ido desplegando medidas para apoyar la natalidad, que incluyen el aumento de las bajas de maternidad y paternidad, inspecciones de trabajo para evitar que se despidan mujeres embarazadas, y un compromiso para aumentar las guarderías gratuitas –ahora son mayoritariamente de pago–. También se aprobó una ayuda nacional de 430 euros por cada niño menor de tres años. Algunos gobiernos provinciales y locales se han sumado dando bonificaciones económicas extras a las parejas que tengan un segundo y un tercer hijo –está prohibido tener más de tres– e incluso facilitando el acceso a la vivienda.
La natalidad cae a la mitad en diez años
Pero en un momento de ralentización económica y aumento del paro, tener hijos no es una prioridad y la natalidad sigue sin remontar. En 2024 sólo se registraron 9,5 millones de nacimientos, prácticamente la mitad de los que se inscribían hace diez años. El pasado año la población decreció por tercer año consecutivo hasta situarse en los 1.408 millones de habitantes, según la Oficina Nacional de Estadística. La caída de la natalidad desestabiliza las políticas del gobierno, ya que China camina hacia una sociedad envejecida que necesitará invertir más en el cuidado de las personas mayores y tendrá una masa menor de trabajadores.
El interés del gobierno por incentivar a los jóvenes a crear una familia ha provocado algunos cambios administrativos. Por ejemplo, este mes se ha reconocido una nueva interpretación legal para que las parejas que vivan juntas -con intención de casarse- sean reconocidas legalmente como miembros de una "familia", aunque sin todos los derechos. También se ha aprobado un nuevo mecanismo nacional de mediación para disputas matrimoniales y familiares con el objetivo de prevenir peleas y promover relaciones "igualitarias, armoniosas y civilizadas".