Biden: "Xi Jinping y yo compartimos que la amenaza nuclear es inaceptable"

Barcelona"No queremos conflicto sino una competición responsable", o esto es lo que le ha dicho el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, al presidente de China, Xi Jinping, durante su reunión de este lunes, mantenida de forma presencial en Bali. Lo ha explicado Biden en una rueda de prensa posterior al encuentro, en la que asegura que habían mantenido "una conversación abierta y amable". "Yo he sido claro y él ha sido claro", ha dicho Biden. Entre los temas tratados estaba, obviamente, la guerra de Ucrania, y en este sentido Biden asegura que él y el presidente chino han constatado su "creencia compartida de que la amenaza de usar armas nucleares es inaceptable".

Sobre la tensión generada entre EE.UU. y China a raíz de la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a Taiwán, el presidente norteamericano ha querido dejar claro al chino que la política de Estados Unidos hacia la isla de Taiwán "no ha cambiado". "La política de una sola China no ha cambiado y la política de Estados Unidos hacia Taiwán tampoco ha cambiado en absoluto", ha reafirmado Biden.

En un momento de máxima tensión entre Estados Unidos y China, Biden y Xi se han encontrado por primera vez, este lunes en Bali, antes de que arranque la cumbre del G20. Momentos antes de la reunión, ambos mandatarios han expresado su voluntad de trabajar juntos y rebajar las tensiones que han protagonizado la relación hasta ahora. Biden ha manifestado su deseo de mantener la comunicación abierta entre China y Estados Unidos, debido a la "responsabilidad" que comparten las potencias. "Tenemos que encontrar la manera de trabajar juntos en los asuntos globales urgentes que requieren nuestra cooperación", ha afirmado Biden. Seguidamente, Xi ha reflexionado sobre la expectación mundial de que "China y Estados Unidos gestionen de forma adecuada su relación" y su deseo de conversar con "franqueza y en profundidad" con Biden.

Los dos mandatarios se han visto telemáticamente en cinco ocasiones, pero es la primera vez que se encuentran cara a cara desde la elección de Biden, hace casi dos años. El presidente norteamericano quiere abrir el diálogo con su homólogo chino, pero también establecer algunos cortafuegos, según la Casa Blanca.

En su estrategia de seguridad nacional, publicada el 12 de octubre, la administración norteamericana presentó a China cómo "el único competidor que tiene la intención de refundar el orden internacional". El 9 de noviembre, el día siguiente de las elecciones de medio mandato, Joe Biden aclaró que tanto él como Xi iban a la reunión a señalar sus "líneas rojas". Por su parte, Pekín se ha mostrado evasivo ante esta reunión presentada como una "propuesta americana". "El mundo tiene que saber cómo los dos países más importantes pueden coexistir y cooperar para gestionar los retos globales", escribe el China Daily.

Los temas encima de la mesa se van acumulando: la invasión rusa de Ucrania (que Pekín se niega a condenar), los misiles de Corea del Norte, la guerra comercial, el estatuto de Taiwán y la situación de la minoría uigur.

"Gestionar la competición"

La Casa Blanca ha anunciado que su intención es construir "una base" para los futuros contactos entre los dos países, que son interdependientes, a la vez que compiten para desplegar su influencia en el mundo y ser líderes en industrias punteras como los semiconductores. La portavoz del gobierno norteamericano, Karine Jean-Pierre, ha avanzado que los dos presidentes conversarán sobre "los esfuerzos para mantener y profundizar las líneas de comunicación", así como para "gestionar la competición bilateral de manera responsable".

El presidente ruso, Vladímir Putin, será el gran ausente en el encuentro de este martes y miércoles en Indonesia de los líderes de las principales economías mundiales. Ucrania no está en la agenda, pero marcará la cita. Sí ha ido el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, que ha protagonizado la noticia cuando el gobierno de Indonesia ha anunciado que ha tenido que ser hospitalizado al bajar del avión.