China hará pagar "un alto precio" a EE.UU. si boicotea los Juegos de Pekín

Washington quiere denunciar la vulneración de derechos humanos que persiste en el gigante asiático

Mar Bermúdez i Jiménez
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Cartel Juegos Olímpicos

BarcelonaChina ha enviado una respuesta contundente a Washington diciéndole que "pagará un precio" si lleva a cabo el anunciado boicot diplomático a los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín de 2022, que se celebrarán el próximo febrero. La decisión de Estados Unidos, anunciada ayer, es una protesta contra la vulneración de derechos humanos del gigante asiático. Con esta nueva trifulca aumenta, una vez más, la tensión entre dos potencias que parecían haber acercado posiciones hace unas semanas en una reunión virtual entre presidentes.

La Casa Blanca anunció ayer que la administración Biden no enviará ningún representante diplomático ni oficial al acontecimiento, pero los deportistas sí que competirán. La última vez que se tomó una decisión similar fue en 1980, cuando Jimmy Carter vetó la participación tanto de autoridades como de atletas en los Juegos Olímpicos de Verano de Moscú, después de la invasión soviética de Afganistán. La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, anunció que lo que motiva la decisión en esta ocasión es "enviar un mensaje claro" a Pekín contra las "atrocidades" que tienen lugar en China. Concretamente, contra el "genocidio y los crímenes contra la humanidad que persisten" contra la minoría musulmana uigur en la producción de algodón de la región de Xinjiang. Un abuso que Pekín continúa negando.

Mentalidad de la Guerra Fría

El embajador de China en Washington ha tildado de "pretenciosa" la decisión de EE.UU. y de ser una "manipulación política" que no tendrá ningún impacto real en el transcurso de los Juegos Olímpicos. "No se ha enviado ninguna invitación a las autoridades estadounidenses; por lo tanto, este boicot diplomático no tiene ningún sentido", dijo el portavoz de la embajada, Liu Pengyu. El portavoz del ministerio de Exteriores chino, Zhao Lijian, advirtió que "si Estados Unidos continúa con la misma postura, China tomará, sin duda, contramedidas". China también ha acusado a Estados Unidos de seguir teniendo "la mentalidad de la Guerra Fría" y de querer "politizar los deportes creando división y confrontación".

Para China, la competición que empieza el 4 de febrero es una nueva oportunidad de limpiar su imagen internacional. Con un acontecimiento que reúne a más de un centenar de países y con una acogida cuidadosamente planificada, China pretende exportar su mejor cara al mundo. Y, haciéndolo, querrá recordar también que, tal como insiste Xi Jinping, su gestión de la pandemia ha sido más eficaz que la de los países occidentales.

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