Conversación con un soldado ucraniano en la línea de frente: "Estamos preparados para todo"

BarcelonaLa frialdad inherente a cualquier comunicación por mensaje directo de Instagram la hace añicos Eugen nada más empezar la conversación: “Me siento fuerte y preparado para hacer lo necesario por defender el país, como hemos estado haciendo en los últimos ocho años”, dice desde un cuartel militar en Odesa, al sur de Ucrania. Han pasado casi ocho años desde que las revueltas contra el gobierno ucraniano surgido del Maidán se consolidaron en la región del Donbás y estalló la guerra entre las fuerzas leales en Kiev y los sublevados prorrusos. Eugen estuvo desplegado en primera línea del frente del Donbás durante buena parte de 2021, en las trincheras de Maryinka y alrededores, donde estaba uno de los oficiales de prensa de su brigada. Fueron reemplazados en septiembre y regresaron a Odesa, donde tienen su base.

Cuando una unidad se repliega, fundamentalmente lo que hacen es entrenar: “Nos estamos preparando para afrontar cualquier situación, pero no puedo hablar de los ejercicios especiales que hacemos porque son secreto de estado. Ahora mismo mi unidad protege a Odesa”. El nombre de la brigada, los Caballeros de la Cruzada de Invierno, rinde homenaje al ejército que luchó contra los bolcheviques por la independencia de Ucrania, en la Guerra Soviético-Ucraniana, hace poco más de un siglo. Vencieron a los bolcheviques.

En los últimos meses ha sido especialmente difícil distinguir la información de la propaganda, pero la mayoría de ucranianos, civiles o militares, entendían que una incursión rusa era improbable. Sin embargo, este clima de optimismo temeroso se había ido enrareciendo en los últimos días: “Cada vez más gente empezaba a creer que una invasión era posible, y algunos civiles se han estado entrenando junto al ejército, con formación militar básica y de asistencia médica en combate”. Desde que comenzó esta escalada a finales de otoño, se ha incrementado el envío de armas desde algunos países occidentales a Ucrania. "Todas las brigadas han practicado ya con las armas nuevas", dice.

Una nueva fase del conflicto

El lunes por la noche, Putin reconoció como estados independientes las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y de Lugansk en las que están constituidos los territorios rebeldes del Donbás. Un rato después ya había tropas rusas desplegadas en la zona. Las predicciones de los analistas, también de los expertos, han errado una y otra vez. Lo que viene ahora es del todo incierto, también para Eugen: “No sé qué puede pasar, esto [el reciente despliegue ruso] tiene muchas consecuencias. Pero en lo que respecta a nosotros debemos ser fuertes como nación para superar todo lo que vendrá en estos tiempos difíciles”.

Con la entrada de tropas rusas en las regiones de Donetsk y Lugansk se ha iniciado una nueva fase del conflicto y se ha contravenido el Protocolo de Minsk II, el acuerdo de paz de 2015 que, aunque siempre ha estado lejos de una implementación real, al menos frenó el baño de sangre: de los 10.000 muertos del primer año, a unos pocos cientos cada año desde entonces.

Desde la óptica rusa, el reconocimiento de ambas repúblicas implica que el envío de tropas a las zonas rebeldes no se considera una invasión de territorio ucraniano. Más allá de la legalidad y legitimidad que cada uno otorgue a esta maniobra y su justificación, el apoyo ruso a los rebeldes del Donbás ha sido siempre determinante desde el inicio de la guerra. La presencia rusa, ahora indisimulada, es solo un cambio formal, pero de magnitud suficiente para acelerar la historia. Nadie sabe, en estos momentos, en qué dirección. “La situación cambia rápidamente”, dice Eugen, “así que no hay planes específicos para dentro de una semana, solo seguir entrenando. Hoy en día ya ha habido invasión; no totalmente, pero ya ha ocurrido. A diferencia de 2014, esta vez estamos preparados para este escenario”.