La demanda civil contra el príncipe Andrés por abusos a una menor sale adelante

Un juez de Nueva York niega que el acuerdo de la presunta víctima con el pederasta Jeffrey Epstein proteja al hijo de la reina de Inglaterra

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El príncipe Andreu en una imagen de archivo, justo antes de asistir a una misa.

LondresEl príncipe Andrés, tercer hijo de la reina de Inglaterra, tendrá que declarar bajo juramento en el proceso por una demanda civil que tiene lugar en Nueva York por los presuntos abusos sexuales que cometió contra Virginia Roberts Giuffre en 2001, cuando la chica tenía 17 años y, por lo tanto, era menor de edad. Roberts Giuffre, una de las víctimas del pederasta convicto y multimillonario norteamericano Jeffrey Epstein, muerto en 2019, acusa a Andrés de haber mantenido con ella relaciones sexuales en tres ocasiones diferentes a lo largo de ese año. Andrés siempre lo ha negado.

Se inicia ahora la fase de descubrimiento del procedimiento –cuando las partes presentan a la contraria las pruebas que utilizarán– y, si no se llega a un acuerdo antes de que se abra la vista oral o, a petición de uno de los intervinientes, el juez no dicta una resolución sumarísima, el juicio tendrá lugar este otoño. La reputación del príncipe ha quedado destrozada. Un portavoz del Palacio de Buckingham ha asegurado que no comentan procesos judiciales en marcha.

Supuestamente, Virginia Giuffre entró en contacto con el príncipe a través de la entonces novia de Epstein, Ghislaine Maxwell, que el 30 de diciembre fue declarada culpable, también en un juzgado de Nueva York, de tráfico sexual de menores, un veredicto que le podría comportar una sentencia de hasta 80 años de prisión. A lo largo de los años, Maxwell, hija de un magnate de la prensa británica y destacada miembro de la jet set global, habría proveído de menores a Epstein para sus delitos.

El juez de Nueva York Lewis Kaplan ha rechazado este miércoles la petición de la defensa de Andreu, según la cual un acuerdo establecido entre la acusadora y Epstein, firmado en 2009 en Florida, y por el que el multimillonario pagó a la mujer medio millón de dólares para exonerarlo de cualquier posible delito, tendría que poder liberar al príncipe del litigio. No será el caso.

Con su veredicto se hace todavía más grave la caída en desgracia del duque de York, desaparecido a todos los efectos de la vida pública británica desde hace dos años, cuando empezaron a hacerse públicas las acusaciones. Durante años, la privilegiada posición del hijo de Isabel II le permitió relacionarse con Epstein, participar en sus negocios y otros, y, según Giuffre y otras mujeres que han sido víctimas del caso, también en las orgías sexuales que tenían lugar en las diferentes mansiones que el magnate tenía esparcidas por el mundo: Florida, el Caribe y Londres.

Decisión prevista

La decisión del juez Kaplan ha llegado después de la vista que tuvo lugar el 5 de enero. El abogado de Andrés, Andrew Brettler, argumentó sin ningún éxito que Virginia Giuffre había "renunciado a sus derechos" de demandar a cualquier "asociado de Epstein" cuando llegó al acuerdo mencionado. Pero Kaplan ha considerado que el pacto, que tenía que permanecer secreto, no posibilita que terceras personas se puedan beneficiar porque solo podía ser invocado por Epstein.

Entre otras razones que da para autorizar que el procedimiento siga adelante, Kaplan afirma que "la demanda de la señora Giuffre no es ni ininteligible, ni vaga ni ambigua. Alega incidentes de abuso sexual en circunstancias particulares en tres lugares identificables. E identifica a quién atribuye este abuso sexual". La defensa de Andrés, sin embargo, había asegurado que no podía preparar una respuesta razonable a los cargos porque la demandante no había descrito qué supuesto contacto sexual se produjo, ni cuándo ni dónde. "La afirmación del acusado de que no puede preparar razonablemente una respuesta a las alegaciones de la demandante contradice claramente el contenido de sus documentos, en los que niega las alegaciones de la señora Giuffre sin lugar a dudas".

Los especialistas que habían seguido de cerca el procedimiento, y la sesión preliminar de la semana pasada, tenían muy pocas dudas de que Kaplan autorizaría a continuar con la demanda de Virginia Giuffre. A partir de ahora empieza el periodo de descubrimiento de pruebas, con la provisión de documentos y posibles interrogatorios bajo juramento tanto del acusado como de la demandante y otros testigos, una fase preprocesal que todavía dará a Andrés la oportunidad de evitar un juicio sumario. En última instancia, los abogados de Andrés podrían intentar llegar a un acuerdo económico para evitar la fotografía de verse sentado en el banquillo de los acusados. Antes del 14 de julio tendrá que haber concluido esta fase.

David Boies, el abogado de Virginia Giuffre, ha indicado que tiene la intención de solicitar la comparecencia en la fase de descubrimiento de dos testigos británicos, que podrían ser la ex mujer del duque, Sarah Ferguson, el príncipe de Gales, Carlos de Inglaterra, o bien la princesa Beatriz. La hija de Andrés y Sarah Ferguson, de 33 años, es, potencialmente, un testigo clave para el padre. Andrés ha asegurado en numerosas ocasiones que la noche de marzo de 2001 en la que Virginia Giuffre lo acusa de haber mantenido con ella relaciones sexuales en Londres lo que hizo fue llevar a Beatriz, entonces de 13 años, a una pizzería donde tenía lugar una fiesta de aniversario. Con todo, el acusado también ha explicado siempre que no hay testigos de esta visita a la pizzería.

Una de las líneas clave de la denuncia de la demandante es que sentía el cuerpo de Andrés encima del suyo y "todo el sudor que se le desprendía". Andrés se ha defendido diciendo que "la afección médica peculiar" que sufría, de acuerdo con las palabras utilizadas en una famosa entrevista a la BBC, le impedía sudar. La razón sería el estrés que sufrió en la Guerra de las Malvinas. Pero hasta ahora Andrés tampoco ha podido presentar ninguna prueba documental médica que sustente esta circunstancia.

La defensa de Andrés todavía tendría un último recurso, un tecnicismo, impugnando la jurisdicción del tribunal que ha ordenado seguir adelante con el proceso, después de que haya alegado que el tribunal federal de Nueva York no ha podido atender la causa porque Victoria Giuffre reside permanentemente en Australia, y no en Colorado, donde está registrada como ciudadana de los Estados Unidos.

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