Los toxicómanos utilizan las aguas residuales de la ciudad para lavarse y preparar comida.
Drogadictos en Kabul, otro quebradero de cabeza para los talibanes

Se calcula que en Afganistán hay cuatro millones de drogadictos, un diez por ciento de la población del país. En Kabul hay miles que se refugian bajo puentes de la ciudad, donde malviven, consumen y mueren junto a las aguas residuales de la capital. Una imagen que los talibanes no quieren permitir, y por eso sus milicianos hacen detenciones sistemáticas para llevar a los drogadictos al hospital de drogadicciones de Avicenna, donde pasarán 45 días de abstinencia forzosa. Cuando llegan al hospital pasan por la ducha y les afeitan la cabeza –la barba no–, les dan unas túnicas que siempre les quedan grandes y les asignan un dormitorio donde pasarán el próximo mes y medio estirados en la cama o buscando el calor del sol. Algunos de los pacientes ya es la tercera o cuarta vez que pasan por el centro.
Un miembro de la policía talibán durante una de las redadas para buscar toxicómanos bajo los puentes de Kabul.
Un grupo de detenidos por los talibanes esperando para entrar en el hospital.
Los mismos internos se encargan de cortar el pelo a los recién llegados.
Un chico se mira un puñado de pelo mientras le afeitan la cabeza.
Un grupo de detenidos vestidos con los uniformes que les proporcionan en el centro de desintoxicación.
Una de las habitaciones del hospital de desintoxicación de Kabul.
Un paciente sentado en la cama del hospital.