EE.UU. exige a Rusia que retire las tropas de la frontera ucraniana

El secretario de Estado norteamericano alerta de "consecuencias severas" si no se rebaja la tensión

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El secretario de Estado  de los Estados Unidos, Antony Blinken, se reúne con el ministro de Asuntos exteriores ruso, Sergei Lavrov, durante una reunión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, Estocolm

WashingtonLa tensión geopolítica entre Estados Unidos y Rusia vuelve a estar a niveles máximos, y los intercambios de reproches y advertencias son sin filtros ni guantes que suavicen los golpes. La crisis en Ucrania, que se mantiene latente desde hace años, vuelve a poner a los dos enemigos íntimos en un momento en el que la retórica la encabezan frases como "severas consecuencias" y "líneas rojas". Las amenazas ya se hacen a cara descubierta y en público, cosa que eleva todavía más la sensación de gravedad.

La nueva escalada de la confrontación la ha provocado la movilización de soldados rusos en la frontera ucraniana: según Kíev, son 90.000, pero los cálculos de la inteligencia norteamericana elevan la cifra hasta los 114.000. Un despliegue inaceptable para Estados Unidos, una "agresión" que se añade a la violación recurrente de los acuerdos de paz de Minsk que permitieron en 2015 un alto el fuego en Ucrania.

El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, lo ha dejado bastante claro. "Si Rusia decide buscar la confrontación", o, en otras palabras, decide pasar a la acción militar e invadir Ucrania, como ha amenazado con hacer, "habrá consecuencias severas", ha advertido. Unas declaraciones que Blinken ha hecho delante mismo de su homólogo ruso, Sergei Lavrov, justo antes de una reunión bilateral entre los dos diplomáticos a los márgenes de la cumbre de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que incluye a todos los países europeos, los de Asia Central, y Rusia, Estados Unidos y Canadá, celebrada en Suecia.

La conversación, según Blinken, ha sido "franca y directa", y las dos partes han intercambiado "preocupaciones" sobre una situación que podría estallar en cualquier momento. "Es el turno de Rusia de desescalar las tensiones actuales revirtiendo la reciente acumulación de tropas, devolviendo las fuerzas a las posiciones normales en tiempos de paz y absteniéndose de nuevas intimidaciones e intentos de desestabilización de Ucrania", ha resuelto el secretario de Estado de EE.UU.

Este ha sido el encuentro de más alto nivel entre los dos países desde la cumbre entre Biden y Putin del mes de junio pasado, y está previsto que pronto los dos líderes se comuniquen para dar seguimiento al trabajo de sus jefes diplomáticos.

Un "escenario de pesadilla"

Rusia ha rechazado completamente la imagen que ha dibujado el jefe de la diplomacia norteamericana sobre las intenciones de Moscú, y ha asegurado que de ninguna de las maneras están buscando ningún "conflicto". Para Lavrov, lo que hace falta es que los EE.UU. se dejen de "juegos geopolíticos" y apuesten por un pacto de seguridad de garantías a largo plazo. De hecho, ha anunciado que pronto presentarán una propuesta que provoque que se evite la expansión de la OTAN hacia el este y, de paso, acabe con la crisis actual.

Un despliegue de fuerzas de la alianza militar y el adelanto "cada vez más cerca de la frontera rusa" es el principal quebradero de cabeza para el Kremlin, una "línea roja" en palabras del presidente Putin que Moscú no dejará que se atraviese, y lo que está provocando la situación actual de tensión latente. "El escenario de pesadilla de una confrontación militar está volviendo", ha alertado Lavrov.

Antes del encuentro con Lavrov, Blinken se ha reunido con el ministro de Asuntos Extranjeros ucraniano, Dmitró Kuleba, a quien ha reafirmado el compromiso de EE.UU. con la independencia de Ucrania, su integridad territorial y la certeza de que el mejor camino es cumplir los acuerdos de Minsk.

Punto de encuentro en el pacto nuclear iraní

Donde sí hay sintonía entre Washington y Moscú es en la necesidad de seguir intentando reavivar el acuerdo internacional que evite el desarrollo nuclear de Irán. Después del periodo de la administración Trump, los EE.UU. de Biden están intentando encontrar la fórmula para recuperar el pacto, y Rusia, que forma parte del compendio de países que está en la mesa de negociación que se celebra en Viena, comparte "la perspectiva de base" en este tema.

En este sentido, Blinken ha reconocido que la "retórica reciente" de Irán no trae muy buenos augurios. "No nos dan muchos motivos para el optimismo", ha dicho, y ha puesto de margen "uno o dos días" para ver si desde Teherán son "serios o no" en un futuro regreso al acuerdo nuclear "de buena fe". En función de la evaluación, se decidirá si las negociaciones colapsan o se da una oportunidad al pacto.

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