Estado de emergencia en el oeste de Canadá por unas trombas de agua "únicas en 500 años"

Trudeau despliega al ejército para ayudar a repartir comida y evacuar poblaciones

Sònia Sánchez
2 min
Una casa a la localidad de Abbotsford, cerca de Vancouver, inundada por las fuertes trombas de agua de noviembre de 2021.

BarcelonaCanadá vive estos días una tormenta "única en 500 años", según declaraciones del primer ministro de Columbia Británica, John Horgan. Un nuevo episodio sin precedentes que nos deja la crisis climática y que ha forzado este jueves a declarar el estado de emergencia en esta provincia del oeste de Canadá, donde ha caído toda la lluvia de un mes en solo dos días. Las trombas de agua han dejado graves inundaciones y han provocado fuertes desprendimentos. El gobierno de Justin Trudeau, de hecho, ha desplegado a las Fuerzas Armadas Canadienses a esta provincia para ayudar en las tareas de evacuación, reparto de alimentos y asistencia a las poblaciones afectadas. Este jueves estaban preparando a 4.000 efectivos más para desplazarlos a la región.

18.000 evacuados

El fuerte temporal, que afecta a todo el noroeste del Pacífico norte, ha dejado de momento a una persona muerta –una mujer que murió el lunes en un desprendimento de barro–, tres desaparecidos y al menos 18.000 evacuados en esta zona de Canadá. "Se espera que contabilicemos más víctimas mortales en los próximos días", decía Horgan. Lo que más se ha resentido son las infraestructuras. Además del acceso al puerto, la mayoría de líneas ferroviarias que conectan con Vancouver están inutilizables desde este miércoles. "Es un acontecimiento nunca visto antes", remarcaba el primer ministro de Columbia Británica. "Es realmente una situación terrible, totalmente terrible", decía el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.

Hasta 400 personas siguen atrapadas y sin luz en el nordeste de Vancouver, a quienes ha habido que hacerles llegar alimentos en helicóptero. En la localidad de Hope, unos 1.500 vecinos de un total de 6.000 buscaban refugio fuera de casa. La comida se les está acabando porque la tormenta no permite el acceso al puerto de Vancouver, cosa que genera todavía más disrupción en este extremo de la cadena de abastecimiento global.

En Abbotsford, una ciudad de unos 160.000 habitantes en el este de Vancouver, buena parte de la población ha sido evacuada, pero algunos granjeros ignoraron el martes las órdenes de evacuación para intentar salvar desesperadamente a sus animales, en algunos casos incluso ligando a las vacas con cuerdas al cuello, informa Reuters. El departamento de agricultura de Columbia Británica informaba de que miles de animales han muerto en la tormenta y que muchos más tendrán que ser sacrificados.

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