Empresas israelíes de espionaje se establecen en Barcelona
De esta forma pretenden huir del control del gobierno israelí
Barcelona se ha convertido en la capital europea de las empresas de espionaje israelíes, que se han establecido en los últimos 18 meses, según informa el diario Haaretz. Una serie de compañías de este sector han escogido la Ciudad Condal por considerar que, así, se pueden abrir a un mercado más amplio y huir de las restricciones que les ha impuesto el gobierno israelí tras una serie de escándalos internacionales.
La mayoría de estos hackers han pasado por la unidad 8.200 del ejército israelí, una unidad secreta de dimensiones colosales especializada en la creación y aplicación de las tecnologías de espionaje contra objetivos civiles y militares de todo el mundo, incluidos los países occidentales. Cuando abandonan el ejército, una parte considerable de los hackers crean empresas privadas que operan con la tecnología que ellos mismos han desarrollado en las fuerzas armadas. Este negocio, que debe ser autorizado por el ejército en cada caso, ha servido a Israel, entre otras cosas, para introducirse incluso en países teóricamente hostiles, como Arabia Saudí, según trascendió en el 2018 a raíz del asesinato en Turquía del periodista Jamal Khashoggi, crítico con el régimen de Riad.
Una de las críticas más frecuentes que se han dirigido a estas compañías es que no sólo son contratadas por terceras partes, sino que también informan de sus operaciones a los servicios de espionaje israelíes por los que han trabajado previamente. De este modo, Israel recopilaría una gran cantidad de información sobre países del Tercer Mundo, pero también sobre países occidentales, que después utilizaría según sus intereses.
El programa Pegasus
Uno de esos casos sería la recopilación de información en países como Francia o España a través del programa Pegasus, que habrían ejecutado los servicios de inteligencia de Marruecos. Estas actividades provocaron recientemente una crisis muy tensa entre París, por un lado, y Marruecos e Israel, por el otro, que sólo se resolvió cuando Israel se comprometió a que los programas como Pegasus no se utilizarían para espiar a Francia. de inteligencia occidentales desconfían y temen que Israel podría utilizar los programas del tipo Pegasus, de los que existen varias versiones, para espiar a Occidente mediante países del Tercer Mundo. la capital europea de los hackers israelíes es que estas compañías desearían huir del control directo de las autoridades israelíes, aunque estas empresas deben informar de sus actividades al gobierno de Tel Aviv.
Ante las críticas que han suscitado las empresas de espionaje, Israel habría impulsado la creación de nuevas compañías que operarían en países occidentales y países del Tercer Mundo. Las primeras respetarían las leyes occidentales, mientras que las segundas actuarían con mayor libertad en países que son autoritarios o en los que hay dictaduras que no respetan los derechos humanos. En última instancia, todas estas empresas están controladas por el gobierno de Israel.
Según Haaretz, "por lo menos tres equipos de investigadores israelíes" que operan con este tipo de empresas se han establecido en Barcelona en el último año y medio. En total, en España, operarían al menos seis grupos. Uno de los equipos que está en Barcelona ha llegado desde Singapur, y "está especializado en buscar puntos débiles en las defensas de los teléfonos inteligentes a través de los que se puede instalar remotamente tecnología de espionaje".
Pese a que estas compañías pueden tener su base en países como España, la mayor parte de sus trabajadores son israelíes que previamente han pasado por los servicios de inteligencia militares. Por ejemplo, en una de las compañías radicadas en Barcelona trabajan 60 israelíes.