Estados Unidos

Estados Unidos se adentra en un cierre de gobierno que puede dar más poder a Trump

La administración entra en suspensión de pagos después de que el Senado no haya podido aprobar un nuevo presupuesto

El gobierno de Estados Unidos entra en cierre por la imposibilidad de un acuerdo sobre el presupuesto, este 30 de septiembre de 2025.
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WashingtonLa madrugada del miércoles el gobierno de Estados Unidos ha entrado en suspensión de pagos después de que el martes por la tarde el Senado no fuera capaz de aprobar un nuevo presupuesto para financiarlo hasta el 21 de noviembre. Pasadas las siete de la tarde, los 55 votos a favor, lejos de los 60 necesarios, hacían seguro el cierre de gobierno. Los demócratas se negaron a tramitar la propuesta de ley después de que los republicanos hayan ignorado sus peticiones sobre las partidas destinadas a sanidad. La mayoría de los trabajadores federales serán suspendidos temporalmente, mientras en el ambiente planea la amenaza de Donald Trump de realizar más despidos masivos durante este periodo.

Las jornadas de infarto previas a los cierres de gobierno son un episodio que cada cierto tiempo se repite en Washington, pero que suele salvarse in extremis. Esta vez no fue el caso. Los demócratas han rehusado tramitar un presupuesto en el que los republicanos se negaban a incluir una partida para extender los subsidios del Obamacare y revertir los recortes en el Medicaid aprobados con el plan fiscal de julio, la Big Beautiful Bill.

El presidente estadounidense tampoco veía muchos incentivos para ceder a las exigencias de los demócratas porque, pese a que un cierre de gobierno tenga consecuencias negativas para el día a día de la administración, le da más margen de maniobra para seguir desmantelando las estructuras de gobierno. En el cierre de gobierno la mayoría de los trabajadores son enviados a casa suspendidos de sueldo, mientras que aquellos que se consideran esenciales siguen trabajando sin percibir el salario. No es hasta que se desbloquea el presupuesto que todo el mundo vuelve a reincorporarse a la plantilla y los sueldos se pagan retroactivamente.

Los cierres de gobierno están poco reglamentados, por lo que la administración de turno tiene cierta discreción para poder decidir qué son servicios esenciales y qué no. Por ejemplo, durante el cierre de gobierno de Barack Obama en el 2013 se cerraron los parques nacionales, mientras que Trump los mantuvo abiertos durante su cierre de gobierno en el 2019 –aunque después los jueces resolvieron ser ilegal–. Así pues, la situación ofrece la oportunidad a Trump para que pueda seguir avanzando su agenda mientras erosiona a otras áreas del gobierno que no considera que estén alineadas con sus prioridades.

Poco antes de la votación del martes en el Senado, Trump aseguraba desde el Despacho Oval: "Muchas cosas buenas pueden salir de un cierre de gobierno; podemos deshacernos de un montón de cosas que no queremos. Serían cosas demócratas". Las agencias que probablemente se verán menos afectadas por la suspensión son las relacionadas con la gestión de la frontera, las redadas de inmigración y el despliegue militar en la capital. Otros sectores, como los transportes, seguirán también operando por el simple hecho de ser básicos. Pero, en cambio, otros departamentos como el de Educació –que Trump quiere eliminar– podrían verse gravemente afectados.

Suspensión en la agencia ambiental pero no de los agentes de inmigración

Por ejemplo, se prevé que sólo un 5% de los empleados del departamento de Seguridad Nacional –donde están los agentes de inmigración y la patrulla fronteriza– se vean afectados. Por el contrario, la plantilla de la Agencia para la Protección Ambiental –que ya ha sufrido recortes– tendría en torno a un 89% de los trabajadores suspendidos.

En este contexto de suspensión de pagos, el jefe de la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB por sus siglas en inglés) de la Casa Blanca, Russell Vought, ganará poder también. Vought es uno de los autores del Project 2025, concretamente del capítulo en el que explica cómo conseguir una presidencia absoluta a través del control de la OMB y diferentes acciones ejecutivas. El ideólogo tras los despidos masivos de Elon Musk que dejaron a cerca de 200.000 trabajadores federales en la calle fue Vought. Durante todo este tiempo el jefe de la OMB ha estado operando para arrebatar competencias al legislativo y así hipertrofiar al ejecutivo: ordenó suspender la ayuda exterior cuando es una decisión que compite en el Congreso.

También es posible que el cierre de gobierno en esta ocasión impacte en la economía estadounidense, sobre todo ahora que muestra signos de fragilidad con el reciente enfriamiento del mercado laboral. Si se producen despidos masivos, las cifras de paro podrían engordar. En agosto la tasa de paro escaló al 4,3%, su máximo en casi cuatro años. Asimismo, muchas de las tareas de recopilación y publicación de datos macroeconómicos quedarán suspendidas.

El departamento de Treball ya emitió una directiva en la que decía que no se publicara el informe de empleo del mes de septiembre si se entraba en suspensión de pagos. También advertía que, según lo que dure el cierre de gobierno, la calidad de los datos recopilados puede verse afectada. Es en base a estos informes de trabajo que tanto inversores privados como la Reserva Federal toman decisiones. La Fed bajó un cuarto de punto los tipos de interés recientemente por los bajos datos de creación de trabajo.

Los demócratas están en una situación envenenada pero que, si la saben capitalizar, podría ser una forma de marcar perfil y hacer oposición al avance de Trump para aplicar el manual de autócrata. El presidente y los suyos se han dedicado estos días a difundir noticias falsas sobre los demócratas para que si se producía el cierre de gobierno la ciudadanía les culpara a ellos. Trump ha estado asegurando que permitirían el cierre sólo por defender unos supuestos beneficios médicos para las personas inmigrantes que no existen.

El lunes, tras la fallida reunión con los demócratas para desatascar el presupuesto, Trump publicó un vídeo falso en el que aparecían el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, y el líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, habla su propuesta. Para más burla, Jeffries aparecía llevando un sombrero mexicano.

Después de que fracasara la votación en el Senado, Trump también volvió a compartir imágenes generadas con IA sobre Schumer y Jeffries. En una de las fotos aparecen ambos líderes demócratas discutiendo en el Despacho Oval con el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson. Encima de la mesa, en primer plano, hay una gorra de "Trump 2028", aunque no se puede presentar una tercera vez. El presidente ya da por sentado que el cierre de gobierno, en lugar de pasarle factura a él, les pasará a los demócratas.

El pasado mes de marzo, cuando ya salvaron a Trump de otro cierre de gobierno con el pretexto de evitar más caos en medio de los despidos de Musk, las bases del partido se decepcionaron. El ala más progresista criticó a Schumer por no haber dado un golpe de efecto ante los primeros tics autocráticos de Trump.

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