Estados Unidos

Un aliado de Trump presidirá la cámara baja después de tres semanas de caos y parálisis legislativa

El republicano Mike Johnson, abogado ultraconservador, sucederá a Kevin McCarthy, destituido hace tres semanas en una moción histórica

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Una imagen de este miércoles de Mike Johnson.

WashingtonDespués de tres semanas de caos en el seno del Partido Republicano, que han sumido a Estados Unidos en la parálisis legislativa, finalmente la Cámara de Representantes ha escogido a su nuevo presidente: Mike Johnson, que no era la primera opción de nadie, ha sido el único capaz de reunir los votos de los republicanos ultras y los más moderados. Sucederá Kevin McCarthy, que fue escogido en enero después de otro episodio inédito, en la que necesitó hasta 15 votaciones, y fue destronado a principios de mes por una moción impulsada por los extremistas de su propio partido.

La elección de un speaker, tercera autoridad del país y segunda en la línea de sucesión de Joe Biden, supondrá el regreso a la normalidad del órgano legislativo, que llevaba tres semanas sin poder aprobar ninguna ley. Nunca en la historia la cámara baja había estado tanto tiempo sin presidente en tiempo de paz.

Tras destituir a McCarthy el 3 de octubre, los republicanos han entrado en un largo proceso interno que no ha hecho más que escenificar sus divisiones. Primero nombraron a Steve Scalise, número dos del partido y perteneciente al ala centrista, pero se retiró antes de exponerse a una votación en el Congreso por falta de apoyos. Luego, dieron su confianza a Jim Jordan, uno de los líderes del Freedom Caucus, el grupo ultraconservador y más cercano a Donald Trump; pero después de intentarlo tres veces, y perder apoyos en cada votación, quedó claro que carecía de opciones. Este martes nombraron a un tercer candidato, Tom Emmer, número tres del partido, que tan sólo duró cuatro horas hasta que le repudiaron sin siquiera pasar por la votación en la cámara baja.

Por último, a última hora del martes, los republicanos eligieron a Johnson en una última reunión a puerta cerrada. Por primera vez en tres semanas, a la salida del encuentro, todos los congresistas se mostraban confiados ante la prensa de que al día siguiente su candidato obtendría los votos suficientes. Y así ha sido: Johnson ha sido elegido este miércoles con 220 votos a favor, frente a los 209 del candidato demócrata, Hakeem Jeffries.

"La democracia a veces es un lío, pero es nuestro sistema", dijo Johnson tras ser nombrado, en una rueda de prensa acompañado de decenas de republicanos, que quisieron dar una imagen de unidad después de 22 días demostrando el contrario. "Esa mayoría republicana está unida", aseguró.

Un ultraconservador presidirá la cámara baja

A sus 51 años, Johnson es representante del ala dura de los republicanos, pero ha sido capaz de convencer a las distintas facciones menos radicales, cansadas del bloqueo que ha reinado en las últimas semanas. Pero su elección no implica el fin del caos que lleva instalado en el Congreso desde las elecciones de medio mandato de hace un año, que devolvieron la mayoría a los republicanos.

El nuevo speaker había pasado hasta ahora desapercibido, porque no era la primera opción de nadie, aunque tampoco tiene enemigos internos, como sí McCarthy, Scalise, Jordan y Emmer. Cristiano evangélico ultraconservador, ejerce de congresista por Luisiana desde el 2017.

En este tiempo, se ha convertido en uno de la veintena de aliados que tiene Trump en la cámara baja: abogado de profesión, sirvió al equipo de defensa del exmandatario en su proceso deimpeachment. Además, lideró la estrategia legal para anular las elecciones del 2020, reclutando a congresistas para que se opusieran a la certificación de los comicios el 6 de enero del 2021. Johnson, que está en su cuarta legislatura, será elspeaker con menor experiencia como congresista en los últimos 140 años.

Los retos inmediatos del nuevo speaker

Una de sus primeras funciones será valorar si lleva a votación la iniciativa presentada por Biden la semana pasada, que solicitó al Congreso que apruebe un paquete de unos 106.000 millones de dólares en asistencia económica y militar en Ucrania (61.400 millones), Israel (14.300 millones) y Taiwán (7.400), así como para ayuda humanitaria (9.000 millones) y el refuerzo de la frontera sur (14.000 millones).

El otro reto que deberá superar el nuevo speaker es la aprobación de los presupuestos antes del 17 de noviembre, cuando termina la prórroga aprobada hace casi un mes. Si no logra que el Congreso se ponga de acuerdo, podría acarrear consecuencias catastróficas: un cierre de gobierno, que obligará a la administración pública a dejar de prestar servicios considerados “no esenciales”. En ese escenario, un millón y medio de funcionarios y unos dos millones de militares se verán privados temporalmente de su sueldo.

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