Estados Unidos

¿Por qué no se habla del descarrilamiento de un tren con químicos en Estados Unidos?

El accidente, en Ohio, provocó varias explosiones que han causado un desastre medioambiental de impacto todavía desconocido

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Imatges prisas en drone  muestran el descarrilamiento del tren de mercancías al este de Palestina, Ohio

WashingtonHace dos semanas que Estados Unidos mira al cielo, donde ha tenido lugar un hecho sin precedentes en su historia moderna: el abatimiento de cuatro artefactos voladores no identificados en territorio norteamericano. Este foco mediático ha ocultado, en el suelo, un desastre medioambiental, también sin precedentes, que ha dejado a cuerpo descubierto las desgracias del sistema ferroviario norteamericano: el descarrilamiento y la explosión de un tren de mercancías químicas, que ha contaminado el aire, el subsuelo y las aguas fluviales de una población fronteriza entre Ohio y Pensilvania, y ha puesto en peligro las vidas de la población local y múltiples especies animales de la zona. 

La catástrofe, que ha sido catalogada como "Chernóbil químico", tuvo lugar el 3 de febrero en East Palestine (Ohio), un pueblo de 4.700 residentes, que 11 días más tarde sigue tratando de recuperarse de los daños. Hasta 50 vagones cisterna de un tren operado por Norfolk Southern, que cargaba cloruro de vinilo y otros gases altamente inflamables y cancerígenos, salieron de las vías y causaron un vistoso accidente, que ocasionó una explosión y una llamarada gigante, seguida de una nube densa y altamente contaminante.

Las imágenes de un dron muestran el descarrilamiento del tren de mercancías en East Palestine, Ohio

Enseguida se evacuaron a los residentes a ambos lados de la frontera entre Ohio y Pensilvania, mientras el gobernador Mike DeWine (Ohio) alertaba de una explosión todavía más grande: "Existe la posibilidad de una avería catastrófica del camión cisterna, que podría causar una explosión con una metralla mortal en un radio de una milla". En días posteriores, el convoy siguió ardiendo y el cloruro de vinilo presurizado se iba expandiendo por el cielo.

En formato gaseoso, es un material extremadamente volátil, así que era muy peligroso sacarlo del lugar del incidente, y los expertos vieron como única solución viable su "quema controlada". Esta idea, sin embargo, no estuvo exenta de consecuencias: generó una enorme nube de humo oscuro, formado por fosgeno y cloruro de hidrógeno, que sobrevoló la región en días posteriores. El fosgeno es un gas altamente tóxico que puede causar vómitos y problemas respiratorios, y que llegó a ser utilizado como arma durante la Primera Guerra Mundial.

Retorno a un pueblo contaminado

Al cabo de cinco días, el 8 de febrero, la oficina del gobernador puso fin a la evacuación, y permitió el regreso de cerca de 2.000 residentes a East Palestine. Según los indicadores de polución, la calidad del aire había vuelto a la normalidad. Aun así, desde entonces han proliferado en las redes sociales los vídeos de peces muertos en las aguas de los ríos, y algunos de los residentes se están quejando de que el olor de los químicos ha impregnado las calles, y ha causado dolores de cabeza y muchos casos de personas enfermas, todo ello desde el fatídico descarrilamiento.

La Agencia de Protección Ambiental (EPA, en inglés) ha reconocido que muchas de las sustancias peligrosas del tren se han filtrado hacia las aguas fluviales y que, a pesar de que se han "tomado medidas para minimizar el impacto" sobre los animales, los esfuerzos se han centrado en la "protección" del agua potable. La EPA dice que el agua es saludable y cumple con los requisitos sanitarios, pero muchos vecinos no se creen su versión.

El caso, que había pasado desapercibido durante la primera semana, ha empezado a generar una fuerte indignación en las redes sociales a raíz de la detención de varios periodistas que estaban haciendo reportajes sobre el descarrilamiento y sus impactos. El accidente ha hecho que muchos se cuestionen las normas de seguridad ferroviaria, especialmente en cuanto a mercancías peligrosas: si se hubiera dado en un centro urbano cercano, como la ciudad de Pittsburg, podríamos estar hablando de decenas de miles de vidas en peligro.

Los sindicatos habían alertado de los riesgos (y se les prohibió protestar)

Diversos sindicatos ferroviarios hace años que alertan de los riesgos existentes en el tramo ferroviario afectado, así como en centenares de kilómetros en mal estado por todo el país, y culpan a las normas laxas de Ohio para el transporte de productos peligrosos, los recortes de personal y la escasez de medios técnicos. De hecho, en diciembre, los sindicatos ferroviarios de todo el país convocaron una huelga nacional que pedía una mejora general de las condiciones de trabajo y, especialmente, de seguridad.

Aun así, el gobierno de Joe Biden tramitó una ley para bloquear esta huelga, alegando que habría llevado al país a una "catástrofe económica". El trágico acontecimiento de Ohio ha provocado un desastre medioambiental, que varios expertos apuntan que tendrá efectos a largo plazo sobre vida animal y humana. Las redes sociales se han inundado de críticas a la administración Biden, a la cual acusan de desviar la atención: ahora que el mundo mira al cielo norteamericano en busca de artefactos, el foco mediático no está sobre el aire, el subsuelo y las aguas contaminadas de la pequeña localidad de East Palestine.

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