Estados Unidos

"Pasé por el puente 30 minutos antes de que se hundiera"

La paralización del puerto de Baltimore puede tener graves consecuencias para la economía estadounidense

BaltimoreEl martes, a las dos de la madrugada, sonó el móvil de James French. Un compañero que también es camionero le llamaba para avisarle de que evitara pasar por el puente a Francis Scott Key. "Solo sabía que pasaba algo y me decía que no fuera. Todo el rato me decía que el puente ya no estaba", explica James en el ARA. Cuando cogió la llamada, acababa el turno de trabajo. Tras colgar, empezó a ver los vídeos con las imágenes del puente desmoronándose por el impacto de un barco. "Solo puedo estar agradecido de estar bien y triste por los afectados. Aún no me lo creo. Pasé por el puente 30 minutos antes de que se hundiera".

James, que tiene 52 años y precisamente es vecino de Dundalk, el barrio junto al puente, trabaja repartiendo mercancías para Amazon, que tiene un centro logístico en el puerto de Baltimore. El edificio está muy cerca de Dundalk, a unos 15 minutos en coche del puente que ahora ha quedado inservible. "Paso casi todos los días. Normalmente, hago esta ruta para coger las cargas en las instalaciones de Amazon", comenta James: "Gracias al boca a boca entre los compañeros se evitó que muchos fueran al puente".

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Más allá de la tragedia, que se ha saldado con seis trabajadores a los que las autoridades dan por muertos y dos heridos, el derrumbe del puente tendrá también graves consecuencias para la actividad económica de la ciudad y del país. El puerto de Baltimore es uno de los más importantes que hay en la costa este de Estados Unidos. Se calcula que unos 50.000 empleos dependen de su actividad. La importancia es tal que, en una comparecencia de urgencia, el presidente Joe Biden ha prometido que el gobierno federal pagará su reconstrucción.

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Hasta que no se puedan retirar los restos del barco que han quedado varados en el tramo de puente que se ha hundido, el canal que conecta el puerto de Baltimore con el océano Atlántico estará bloqueado. Por el momento, en la web de la Autoridad Portuaria de Maryland se anuncia que el tráfico de barcos hacia el puerto y desde el puerto ha quedado suspendido "hasta nuevo aviso".

El martes por la tarde todavía se veía actividad en el muelle de descarga, desde donde muchos camiones no paraban de salir. Cuando se les preguntaba qué pasaría en los próximos días, los camioneros se encogían de hombros dentro de la cabina del vehículo. "Estoy preocupado, hace mala pinta", decía un hombre al volante de un gigante furgón que remolcaba un contenedor de Evergreen, mientras esperaba que el semáforo de la carretera se pusiera verde.

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Un trabajador del puerto (que prefiere no dar el nombre) aún iba con el chaleco fosforescente color naranja y las gafas de protección cuando ya estaba dentro del coche. "Hoy nos han hecho plegar más temprano, ahora voy a casa. Pero mañana me han dicho que vuelva, que seguirá habiendo cosas por hacer", explicaba. En cuanto a James, dice que no cree que su trabajo se vea afectado, aunque reconoce que "Amazon no nos ha dicho nada todavía; veremos qué ocurre mañana".

Aproximadamente hay unas 3.200 fábricas y centros de distribución situados en un radio de unos 48 kilómetros que dependen del puerto, según recoge el Washington Post. Dentro de las cadenas de suministros mundiales, la caída del puente y el cierre del puerto complica aún más el panorama. Ahora mismo el transporte marítimo afronta los ataques de los houthis en el mar Rojo, en el contexto de la guerra de Gaza, y la sequía histórica que está sufriendo el Canal de Panamá.

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