La policía detiene a migrantes en las iglesias de Los Ángeles

ENVIADA ESPECIAL A LOS ÁNGELESLos agentes de inmigración han aumentado la presión sobre la comunidad sin papeles de Los Angeles. Las redadas se han intensificado en los puestos de trabajo y las detenciones en los párkings de Home Depot –donde cada mañana los migrantes se agrupan para encontrar trabajo– se han convertido en el día a día de la ciudad desde hace ya casi una semana. En la lista ahora también se han incorporado las iglesias. En Downey, una ciudad en la que la mayoría de la población es hispana, el ICE ha practicado detenciones este miércoles en dos iglesias, donde ha arrestado a dos personas. "Ha sido horrible. Solo se trataba de un pobre señor mayor que no había hecho nada", explica al ARA Saja Shilleh, una vecina que justo estaba en el balcón de casa cuando ha visto cómo aparecen cuatro furgonetas del ICE frente a la iglesia.

Cinco furgonetas han rodeado a un hombre mayor que iba en bicicleta cuando cuatro agentes con la cara tapada con pasamontañas han bajado del vehículo y han derribado al hombre en el suelo. "Lo que está pasando en los últimos días nunca lo había visto. No puedo creer lo que he visto", dice Shilleh. La joven, de 35 años, es palestinoamericana y, aunque ciudadana estadounidense, explica cómo ella y su familia están evitando determinados lugares de la ciudad a raíz de las redadas del ICE. "Intentamos no ir a restaurantes hispanos o lugares que sabemos que pueden ser susceptibles de redadas. La forma en que actúan da miedo; simplemente, si ven que no eres blanco, te arrestan y ya está", lamenta la joven.

A las 10 de la mañana el ICE ha actuado en la iglesia Our Lady of Perpetual Help, y después en la Downey Memorial Christian Church, que se encuentra a pocos minutos en coche. En esta última los agentes han detenido a un hombre cuando estaba en el parking, tal y como ha explicado el cura Alfredo López en una rueda de prensa de urgencia que se ha hecho poco después. Él, junto con la pastora principal, Tanya Lopez, y otros miembros de la comunidad, ha intentado enfrentarse a los agentes. "Estoy profundamente conmocionada", ha dicho López, con la voz rota. "Cuando estoy en silencio y tengo un momento para tomar aire es cuando realmente me doy cuenta de lo que ha pasado". La Casa Blanca ha informado este miércoles de que ya se han detenido a 330 personas sin papeles en Los Ángeles desde que estallaron las protestas el 6 de junio.

Hasta la llegada de Trump las iglesias y las escuelas eran dos espacios seguros para las personas sin papeles, ya que no se podían practicar detenciones. Una de las primeras medidas que aplicó Donald Trump a su regreso a la presidencia en enero fue autorizar las redadas tanto en los alrededores de estos lugares como dentro. "Hoy un amigo de mi hermano se ha perdido el fin de curso de la escuela porque los padres no tienen papeles y temen al ICE. Este niño no hizo nada, solo vino aquí con su familia para tener un futuro mejor", explica Gabriela García, vecina de San Gabriel, otra ciudad de las afueras de Los Ángeles.

Desde el domingo que García acude a las protestas que cada tarde inundan las calles del centro de la ciudad. Este miércoles volvía a estar en la movilización en la que se han vuelto a vivir escenas de tensión con la policía de Los Ángeles. A media tarde los agentes a caballo cargaron contra los manifestantes cuando se acercaron a la zona de los edificios federales y empujaron a la gente hacia las calles paralelas. Más allá de los disparos con las balas de goma y la acción de los caballos, la protesta continuó de forma pacífica hasta las ocho de la tarde, cuando comenzó el toque de queda que impuso ayer la alcaldesa Karen Bass. Pasada la hora, mucha gente aún seguía protestando y la marcha ha seguido avanzando hacia el Home Depot de Wilshire sin más incidentes.

La agresiva campaña contra la comunidad migrante y la militarización de Los Ángeles por intentar sofocar las manifestaciones han provocado un efecto contagio en otras ciudades del país. En San Antonio, Raleigh (Carolina del Norte). Louis, Nueva York, Seattle, Chicago y Texas también ha habido manifestaciones. En el caso de Texas, el gobernador republicano Greg Abbott ha anunciado que pedirá a la Guardia Nacional que intervenga.

Temor por sábado

Tras la primera noche de toque de queda las calles del centro de Los Ángeles se habían levantado con el ruido de los taladros y martillos. Muchos negocios, como Il Coffee de Broadway Street, se apresuraban a tapiar ventanas y puertas. La cafetería sigue abierta, pero en lugar de tener vistas a la calle los clientes desayunan mirando los tablones de madera que recubren el ventanal. "Aquí en la esquina saquearon una tienda el lunes por la noche. Ha habido 23 negocios que han sufrido destrozos. En mi caso el miedo no es tanto por lo que puedan robar como por lo que me costará volver a poner todo el ventanal si lo rompen. Además, yo y mi familia vivimos encima de la cafetería", explica el propietario de. La idea de tener que vivir con un toque de queda no le entusiasma, pero cree que "es necesario para controlar la situación". La madrugada del miércoles la policía de Los Ángeles informó en un comunicado que se arrestaron a 200 personas por incumplir el toque queda.

"Lo que me preocupa es la manifestación del sábado; con suerte lo sabrán controlar y no se repetirá lo mismo que el pasado fin de semana", dice Johnson. En todo el país se han convocado movilizaciones bajo el lema de "No Kings Day" para protestar contra los abusos de Trump al frente del gobierno: desde el arresto de jueces y desafío a la autoridad de las cortes federales, hasta la agresiva campaña de detenciones y deportaciones –sin garantías judiciales– de las personas migrantes. Por si la militarización de Los Ángeles y la retórica incendiaria de Trump no fueran suficientes para alimentar las protestas, en Washington DC el sábado también se vivirá una escena inusual: un desfile militar.

La razón oficial para que hileras de soldados caminen por la capital es el 250 aniversario del ejército, aunque Trump se lo ha manejado para hacerlo coincidir con su 79 aniversario. En Washington también se han convocado protestas en contra del desfile, y el republicano ya ha advertido de que cualquier protesta durante la jornada será contestada "con fuerza".