El atentado contra Trump culmina la polarización de Estados Unidos

El expresidente capitaliza la imagen de "víctima política" y hace un llamamiento a la unidad nacional

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Donald Trump poco después del atentado

WashingtonEl atentado contra Donald Trump en el mitin de Butler, Pensilvania, evidencia la polarización en la que está abocada el país desde el asalto al Capitolio el pasado 6 de enero y deja una imagen que los seguidores del expresidente ya han empezado a capitalizar: un Trump invicto que, tras caer bajo las balas, vuelve a levantarse con el puño en el aire y la cara ensegonada. La fotografía llega a cuatro meses de las elecciones y deja atrás al Trump convicto de que salía del tribunal de Manhattan tras ser condenado por el caso Stormy Daniels. Desde el otro lado, un Joe Biden en horas bajas por la crisis desatada dentro de su partido ya ha condenado el ataque.

Hace dos semanas que Trump había estado manteniendo un perfil bajo mientras dejaba que la prensa y los propios demócratas se dedicaran a examinar escrupulosamente cada una de las comparecencias del presidente Joe Biden. Tras arrinconar a un Biden frágil en el debate de la CNN del 27 de junio, las encuestas se habían disparado a favor del candidato republicano y habían aumentado el margen de diferencia que le separaba de su rival. Este domingo, la CBS ha publicado un sondeo recién hecho el viernes en siete estados clave: Michigan, Pensilvania, Wisconsin, Arizona, Georgia, Nevada y Carolina del Norte. Trump se sitúa líder en todos ellos con un tenedor de entre el 51% y el 52% de los apoyos, mientras que Biden sólo obtiene entre el 49% y el 48%. Los porcentajes son previos al tiroteo.

La doctora en política americana de la Universidad de Virginia, Carah Ong Whaley, explica al ARA cómo ese margen que separa Trump de Biden probablemente aumentará después del tiroteo, pero pide cautela: "Ya estamos viendo que está aumentado el apoyo entre los republicanos y la base de seguidores trumpistas. Pero el escenario está muy polarizado y no creo que convenza a los demócratas de cambiar de bando”. Asimismo, Whaley señala que la gran incógnita siguen siendo los votantes independientes, a los que se les ha bautizado como "double-haters" por las pocas simpatías que profesan a ninguno de los dos candidatos.

Un "mártir político"

El ataque contra Trump se está investigando como intento de asesinato a un presidente de EEUU y sitúa al republicano junto a otros mandatarios como Ronald Reagan, quien sobrevivió a un atentado en 1981. El republicano ya ha hecho un llamamiento a la unidad nacional desde su perfil en la red social Truth Social: "No tendremos miedo, sino que nos mantendremos resilientes en nuestra fe y desafiantes ante el mal.[...]En este momento es más importante que nunca que estemos unidos y mostramos nuestro verdadero carácter como americanos, manteniéndonos fuertes y decididos”.

Las palabras de unidad y decisión que utiliza Trump se distancian mucho del mensaje que algunos de sus aliados han estado enviando durante las últimas horas. El senador James David Vance, cuyo nombre sonó en los últimos días como posible vicepresidente de Trump, señaló Biden y aseguró que no se trata "de un caso aislado". "La premisa central de la campaña de Biden es que el expresidente Donald Trump es un fascista autoritario que hay que parar a cualquier precio. Esta retórica ha conducido directamente al intento de asesinato del presidente Trump",ha publicado en la red social X.

Para Whaley este tipo de reacciones confirman el cambio de relato que se está intentando crear desde las bases trumpistas: "Están utilizando el tiroteo para redefinir su imagen y reforzar la idea de que él es una víctima política perseguida por las personas que encabezan el gobierno y la prensa, y que ahora le han intentado asesinar. Hecho que es completamente falso. En los últimos meses, en medio de todo serial judicial por los cuatro casos penales que pesan sobre el republicano, Trump ya había convertido al banquillo de los acusados ​​en un atril desde donde hacer campaña. Numerosas veces dijo que era "víctima de una caza de brujas". El intento de asesinato refuerza con creces este relato, que se apuntala sobre teorías conspiranoicas en las redes sobre el tirador y por qué los agentes del Servicio Secreto no lo cazaron a tiempo.

Las reiteradas condenas del atentado por parte de Biden no logran penetrar la burbuja de los trumpistas. De hecho, el presidente estadounidense ha comparecido desde la Casa Blanca para anunciar una investigación independiente sobre el atentado. "No hay cabida por este tipo de violencia en América", ha asegurado el presidente que también ha prometido que se elevarán las medidas de seguridad en torno a Trump y la Convención Republicana, que apenas comienza este lunes en Milwaukee (Wisconsin). Trump ya ha asegurado que va a asistir y no ha hecho ningún cambio en su agenda pese al incidente.

El retorno de la violencia política

Lo más preocupante para la doctora en política americana es el “punto crítico” que representa el tiroteo dentro de la división de la sociedad estadounidense. “Supone el retorno de un concepto que parece propio del pasado siglo: la violencia política. El tiroteo es la culminación de un proceso de polarización que comenzó ya con las elecciones del 2016. El asalto al Capitolio fue ya un aviso. Necesitamos calmar la retórica y evitar que se escale más”, reflexiona Whaley, que también es miembro de la plataforma no partidista Issue One.

La agencia Reuters contaba en agosto del año pasado un total de 213 casos de violencia política desde el 6 de enero de 2020. Dos terceras partes de estos casos eran confrontaciones y asaltos físicos, y la otra tercera parte han sido ataques a la propiedad privada. Asimismo, también apuntaba que de los 14 ataques políticos letales ocurridos en el país desde los disturbios del 6 de enero, en los que el autor o el sospechoso tenía una clara inclinación partidista, 13 fueron agresores de derechas.

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