Los agricultores franceses: "El estado nos está matando"
El sector intenta bloquear París para exigir mejoras
Chennevières-las-louvres (Francia)Una decena de bloques de paja se alzan en medio de la autopista A1, junto al aeropuerto Charles de Gaulle ya 25 kilómetros de París. Detrás de los bloques de paja, 50 tractores parados, con el motor apagado, perfectamente alineados. En el asfalto los campesinos se agrupan para charlar y pasar el rato. Les esperan tienen muchas horas de protesta. Quizás días. “Estaremos aquí hasta el jueves”, asegura Alice, una granjera del Valle de Oise que participa en el bloqueo del A1.
Después de las medidas que anunció el gobierno francés el pasado viernes para intentar detener las movilizaciones, que duran desde hace once días, buena parte de los agricultores han decidido continuar las protestas. Este lunes han bloqueado 20 autopistas y carreteras en todo el país, ocho de ellas a pocos kilómetros de París. La idea es provocar un caos de tráfico en la capital francesa. El gobierno ha desplegado a 15.000 agentes para evitar que los manifestantes lleguen a París o que bloqueen todos los accesos a los aeropuertos y al mercado de Rungis, que abastece a toda la región parisina, pero ha dado la orden de tolerar las protestas y los cortes de carreteras .
“Si no nos hacen caso y aprueban más medidas, lo continuaremos bloqueando todo, incluso el Salón de la Agricultura o los Juegos Olímpicos”, afirma contundente Alexandre, un joven de 16 años que ayuda a sus padres en la explotación familiar, de vacas y cultivo de cereales. Alexandre participa en el bloqueo de la A1 con sus amigos, todos ellos de familias agricultoras del Valle de Oise y del sindicato Jóvenes Agricultores de Francia. Los chicos aspiran a dedicarse a la agricultura ya la ganadería pero temen que la crisis que vive el sector les impida. “Nos gustaría, pero no está suficientemente remunerado”, se queja Alexandre. "Es un sector que sólo tiene futuro si las cosas cambian. Si el estado nos mata como lo está haciendo, se acabarán la agricultura y la ganadería”, lamenta.
Normas demasiado estrictas
El sector ha salido a la calle para protestar principalmente por la falta de ayudas para adaptarse a la transición ecológica, pero también se quejan de la excesiva burocracia, de la condicionalidad de las ayudas de la PAC (la política agraria común europea) y que Francia sobreregula y aplica normas más estrictas que los gobiernos vecinos como España e Italia. “Estamos hartos. Ya no podemos con las normas que tenemos, que son más estrictas que nunca. Y con el control excesivo control. Nos controlan incluso con las imágenes por satélite”, afirma Alice.
Otro granjero que se manifiesta, Didier, asegura que países europeos como España y también de fuera de Europa hacen “competencia desleal” a los agricultores y ganaderos franceses. "Necesitamos armonización de normas, que estemos todos en igualdad de condiciones para producir", reclama. Según explica este ganadero, de unos cincuenta años, "Francia impone normas suplementarias porque siempre quiere ser mejor que los demás, pero en detrimento de la competitividad de la agricultura".
Reunión de urgencia
El gobierno francés, que este lunes se ha reunido de urgencia por la crisis de los agricultores, ha anunciado que mañana pondrá sobre la mesa más medidas para el sector con el ánimo de frenar las protestas. El viernes ya aceptó dar marcha atrás en el aumento de la tasa del diesel y reducir la burocracia, medidas que la mayoría de sindicatos agrícolas consideran insuficientes. El presidente francés, Emmanuel Macron, también pedirá a Bruselas en la cumbre europea de este jueves que se flexibilicen los criterios de la PAC, una de las peticiones de los agricultores.