El auge de la extrema derecha dispara el racismo desacomplejado en Francia

ONGs y medios de comunicación advierten de un aumento de las agresiones xenófobas físicas y verbales

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Un póster medio rasgado de Jordan Bardella, discípulo de Marine Le Pen.

ParísLas imágenes de una mujer negra insultada por sus vecinos, un matrimonio blanco de unos sesenta años y simpatizantes del Reagrupament Nacional (RN), el partido de extrema derecha de Le Pen, han sido visualizadas por casi 12 millones de personas en X (ex-Twitter). "¡Marcha! ¡Estamos en nuestra casa! Esto es Francia y en Francia hacemos lo que queremos. No me interesas nada, así que vete a la casita del perro", le espeta la mujer. "Mira qué cosas más repugnantes lleva al pelo", le dice al marido, en referencia a las trenzas que lleva la víctima de los insultos racistas, Divine, que es auxiliar de enfermería y lleva treinta años viviendo en Francia.

Los hechos ocurrieron en junio en Montargis (el Centro-Valle del Loira) y fueron grabados por las cámaras de France 2, la televisión pública francesa, que las ha emitido en un reportaje del programa Envoyé spécial que se grabó en el municipio durante la campaña electoral de las legislativas. Divine explica que la pareja ha puesto carteles electorales de Le Pen y Bardella en la fachada que da a su casa y que los insultos han aumentado en las últimas semanas. Denuncia que a menudo le dan gritos de mono. "Es como si las elecciones hubieran liberado el discurso. Es una autorización, una puerta abierta a decir a los inmigrantes que no son bienvenidos, que no están en su casa y que hay que echarlos", afirma Divine.

Desde la victoria histórica de Marine Le Pen en las elecciones europeas del 9 de junio, las actitudes y agresiones físicas y verbales xenófobas en Francia se están disparando, según denuncian ONGs y medios de comunicación.

El racismo desacomplejado es cada vez un fenómeno más presente en la calle y en las redes sociales: según Mediapart, desde el 9 de junio, se produce más de una agresión racista al día. "Los resultados electorales refuerzan a ciertos votantes en este tema y provocan un sentimiento de omnipotencia, entusiasmo y victoria", afirma el sociólogo experto en extrema derecha Emmanuel Casajus en una entrevista en el semanario El Express. Según Casajus, "es un círculo vicioso: el voto de la RN aumenta porque existe una liberación de discursos racistas e identitarios en el espacio público, mediático y político, que se alimenta de las teorías difundidas por la extrema derecha en todas partes del territorio".

Canción racista viral

Ante la polémica generada por el reportaje de France 2, la líder del RN, Marine Le Pen, considera que la expresión vete a la casita del perro, como si la mujer fuera un animal, no es racista. "Eso podría decirles yo misma a mis amigos", respondió en una entrevista cuando le preguntaron por el incidente.

El otro líder de extrema derecha en Francia, Eric Zemmour, tampoco considera racista una canción que se ha vuelto viral en las redes sociales. Está generada por inteligencia artificial e inspirada en los gritos de un inmigrante argelino que, cuando fue expulsado de Francia en el 2017, llamaba agónicamente y en un francés mal conjugado "¡Je partirá paso!" ("no me irá", en catalán)

La imagen del hombre gritando y suplicando es dura de ver, pero la extrema derecha y diferentes influencers consideran que puede ser motivo de mofa racista. La canción ha sido difundida por distintas cuentas afines a la ultraderecha, como la de Mila, una joven blanca y rubia con más de 74.000 seguidores en X que en el 2020 sufrió duros ataques en las redes sociales por criticar al islam. En un vídeo publicado por su cuenta, Mila baila sensualmente mientras canta la canción sin complejos.

"Sí, sí, tú se marcharás, más bien de lo que crees. Ya te hemos dado bastante [...]. Marcharás con Fátima. Para ti se han acabado las ayudas sociales […]. Cuando gane Bardella, volverás a tu casa, te pondrás tu chilaba, podrás rezar todo el día", dice la letra. Zemmour también ha publicado un vídeo moviéndose –con poca gracia– y riendo al ritmo de la misma canción. "La he encontrado divertida, por eso la he difundido", aseguraba el líder de Reconquista. Otros franceses imitaron a Zemmour y Mila en TikTok y algunos de los vídeos se hicieron virales. La red social acabó por eliminar a los dos más vistos, pero todavía siguen activos decenas de vídeos con la canción. La plataforma de Elon Musk, en cambio, no le ha vetado y se limita a advertir que "es posible que esta publicación infrinja las normas de uso de X sobre conductas que incitan al odio".

Fuera de las redes, también se multiplica la xenofobia. Pocos días antes de la segunda vuelta de las legislativas, Le Média TV ha difundido unas declaraciones de la responsable de una empresa de limpieza de París en la que critica que sus trabajadores –de origen africano– hagan huelga y se manifiesten. La patrona de la empresa, visiblemente enfadada por la manifestación –tuvo lugar este martes– asegura en el micrófono de la cadena que no tienen derecho a hacer huelga y acaba diciendo: "Soy blanca. Con todos estos negros, usted cree que no tengo miedo?" En ninguna imagen se ve a los trabajadores intimidando a la mujer. "La popularidad de la RN, incluso si no llega al poder, desacompleja el racismo", apunta el sociólogo Michel Wieviorka, en una entrevista en Le Nouvel Observateur.

Fiesta nazi

Todos los actos xenófobos que ha habido en las últimas semanas en Francia no caben en una sola crónica, pero sólo por poner otro ejemplo: a finales de junio el alcalde de Rouen tuvo que prohibir una fiesta racista que debía celebrar en un bar asociativo, donde la clientela habitual es de extrema derecha, convocada con el eslogan nazi "Ausländer Raus" ("fuera los extranjeros", en catalán). "El clic que hemos visto desde las elecciones en cuanto a la violencia racista es el resultado de muchos años de matraca con el discurso identitario", apunta Casajus a El Express.

El racismo desacomplejado no es un fenómeno nuevo en Francia, aunque en las últimas semanas se ha disparado. El auge y la aparición de nuevos partidos de extrema derecha, como la Reconquista de Eric Zemmour, ha normalizado y blanqueado la xenofobia. Hace pocos meses, cuando se filtró que la cantante francesa de origen maliense Aya Nakamura era uno de los nombres que sonaban para actuar en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París interpretando una canción de Édith Piaf, la extrema derecha puso el grito en el cielo. Marine Le Pen dijo que esto sería "humillar al pueblo francés" y Zemmour lo calificó de "golpe político e ideológico" del presidente Macron. Según los dirigentes de extrema derecha, Nakamura -que canta en francés, a menudo con expresiones utilizadas por los jóvenes- "no canta en francés".

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