Cambio climático

Cambio de rumbo en Reino Unido: Sunak no quiere salvar el planeta a cambio de "arruinar a los británicos"

El gobierno conservador alarga la venta de coches de gasolina y diesel cinco años, de 2030 a 2035

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Cola de vehículos frente a una gasolinera en el sur de Londres, este lunes por la tarde

Londres"No vamos a salvar el planeta arruinando a los británicos", ha dicho este miércoles a mediodía la ministra del Interior del Reino Unido, Suella Braverman, en una declaración demagógica, populista y dirigida a los votantes conservadores más extremistas y descreídos del cambio climático. Braverman ha respondido así al alboroto mediático generado a última hora del martes cuando la BBC difundió que el primer ministro, Rishi Sunak, estaba decidido a anunciar en los próximos días el mayor cambio de rumbo de su política desde que, todavía no hace ni un año, llegó a Downing Street. En este caso, relativa al compromiso de emisiones cero para 2050 y cómo alcanzarlo.

El miércoles a media tarde, en un discurso seguido de una sesión de preguntas, Sunak ha explicitado lo que ya era un secreto a voces: la prohibición de vender vehículos nuevos de gasolina y diesel se aplaza cinco años y pasa de 2030 a 2035 e incluso después de este año se podrán seguir vendiendo coches de combustión de segunda mano. Sunak también elimina la obligatoriedad de cambiar la caldera de gas o gasóleo doméstica por una bomba de calor. Solamente habrá que instalar de este tipo si se debe sustituir la tradicional, siempre después de 2035. Antes de esa fecha, el gobierno financiará con 7.500 libras la sustitución de una caldera por una bomba de calor, que puede llegar a costar entre 15.000 y 20.000 libras.

Pero, todo ello, el premier lo ha disfrazado de un discurso paternalista y regenerador de la vida política del país. Porque ha asegurado que el anuncio realizado va más allá "de un cambio de rumbo" en materias específicas. "Lo que hoy empezamos es más importante que abordar cualquier política o problema concreto –ha dicho–. Cambiaremos la forma en que funciona la política. Tomaremos decisiones diferentes. No tomaremos el camino fácil. Habrá resistencias, pero estoy decidido a cambiar nuestro país y construir un mejor futuro para nuestros hijos". Sunak también ha asegurado: "Creo en la política de emisiones cero, pero vamos a llegar con medidas más proporcionadas", que no carguen más de la cuenta los bolsillos de los británicos, y con un debate más y "mejor informado".

El anuncio oficial del cambio de rumbo debía tener lugar el viernes, pero el lío político y económico que ha generado la exclusiva de la BBC ha sido tan fenomenal, y la pérdida de control sobre el relato del gobierno tan sorprendente, que Downing Street se ha visto forzado a salir al paso de inmediato para ofrecer una versión que tiene más que ver con una pretendida regeneración de la vida política que con la recuperación del medio ambiente y el cambio climático. Como si Sunak acabase de llegar al poder.

Rishi Sunak, durante su comparecencia de prensa en Downing Street, esta tarde.

Pero tras el cambio de rumbo, muchos ven la presión de los sectores más duros de los tories. Quizás no por casualidad, la exprimera ministra, Liz Truss, hizo un discurso el pasado lunes en el que también apuntaba a la necesidad de "hacer un debate más amplio sobre el coste de implementar la agenda del cambio climático". Un sector de la prensa conservadora, y del propio partido, la facción que se autodenomina One Nation Conservative, sí ha aplaudido el anuncio, asegurando que se impone el "sentido común" en cuanto a los objetivos de emisiones cero.

Oportunismo político

Otro de los grandes objetivos del giro de 180 grados es sobre todo político. Porque el premier intenta dibujar una clara línea divisoria entre los laboristas y los liberaldemócratas, por un lado, y los propios conservadores, por otro, de cara a las generales del 2025. En Downing Street creen que el resultado de la elección parcial de Uxbridge del 7 de julio, cuando el candidato tory que sustituía el dimisionario Boris Johnson ganó, se basaba en su oposición a las políticas medioambientalistas del alcalde de Londres, Sadiq Khan. Un hecho, creen los estrategas del gobierno, que demuestra que los tradicionales electores conservadores pueden volver a votarlos masivamente si se muestran firmes en esta materia, que ya presentan como otro frente de la guerra cultural en la que ahora se juegan los futuros sufragios.

Pero la astucia de Sunak puede convertirse en un tiro en el pie. Porque no todo el Partido Conservador comulga con su planteamiento, ni la industria, ni los economistas, ni, claro, los ecologistas. El ex secretario de Estado conservador sobre cambio climático, Zac Goldsmith, que renunció al cargo en junio por la falta de coherencia del primer ministro en cuanto a la agenda verde, ha pedido este mediodía la celebración de elecciones anticipadas por la marcha atrás del gobierno.

También el ex primer ministro Boris Johnson ha intervenido en el debate: "No podemos permitirnos el lujo de vacilar o perder de ninguna manera nuestra ambición para el país". No ha criticado abiertamente a Sunak, pero se le entendía todo cuando ha dicho que era crucial que las empresas tengan confianza en la política de emisiones cero del gobierno.

Decisión "estúpida" y "ridícula"

Por su parte, John Gummer, el expresidente del Comité de Cambio Climático que asesora al gobierno, ha calificado la decisión del premier de "estúpida" y "ridícula". A diferencia de Braverman, Gummer ha asegurado en declaraciones a la BBC que "poner fin a la venta de coches nuevos de gasolina y diésel en 2030 ahorraría dinero a la gente y ayudaría a hacer frente a la crisis del coste de la vida".

La industria del automóvil y de la energía no están nada satisfechas, tampoco. Lisa Brankin, presidenta de Ford UK, ha asegurado: "Nuestro negocio necesita tres cosas del gobierno del Reino Unido: ambición, compromiso y coherencia. Una relajación del año 2030 socava los tres principios". En similares términos se han expresado los máximos responsables de Jaguar Land Rover y de BMW. Y el exjefe de Aston Martin aún ha ido más allá: "El sector ya está decidido a que tendremos coches eléctricos. Países como Estados Unidos están protegiendo su industria; países como China están proyectando la suya. Y el riesgo real aquí [Reino Unido] es no tener una estrategia agresiva. Estamos abriendo la puerta a ventas básicamente chinas".

Chris Norbury, consejero delegado de la energética E.ON, ha comentado: "No hay debate verde versus barato; es un argumento falso que únicamente sirve para aplazar la tarea vital de transformar nuestra economía". Y ha añadido que las empresas que quieren invertir necesitan "certidumbre a largo plazo para crear los puestos de trabajo y la prosperidad económica que necesita el país".

Greenpeace ha recordado, por otra parte, que el informe del Comité de Cambio Climático que asesora al gobierno, publicado a principios de año, destacaba que "los retrasos continuos en el desarrollo y la implementación de políticas verdes significaban que alcanzar el objetivo [de emisiones cero] en 2050 era cada vez más difícil”. El informe, de acuerdo a la organización ecologista, "es una imagen del catálogo de los errores climáticos de Rishi Sunak".

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