Tensión e intriga en el segundo día del cónclave, después de la fumata negra

El humo se retrasó dos horas en la primera jornada, que no sorprendió: los 133 cardenales no han llegado al consenso

Fumata negra en la primera votación del Cónclave para elegir sucesor del papa Francisco.
08/05/2025
3 min

RomaNegro. Éste ha sido el color del humo que a las 21:00 horas, con casi dos horas de retraso en el horario previsto, ha salido de la chimenea instalada sobre el tejado de la Capilla Sixtina, a pocos metros de la cúpula de la basílica de San Pedro. Una fumata que se ha hecho esperar y que certifica que la primera votación del cónclave que elegirá el sucesor de Francisco ha concluido sin un acuerdo entre los cardenales llamados a designar al futuro líder de 1.400 millones de católicos. Ningún candidato ha conseguido los 89 votos necesarios para sentarse en la cátedra de San Pedro. 30.000 peregrinos, turistas y curiosos que desde primera hora de la tarde se han concentrado en una plaza de Sant Pere blindada –no sólo físicamente, ya que el Vaticano ha desactivado la red móvil en todo el territorio–, la fumata negra no ha sido ninguna sorpresa. escrutinios siguientes suelen ser concluyentes. Juan Pablo II necesitó ocho votaciones. Su sucesor, Benedicto XVI, fue elegido en el 2005 el segundo día, en el cuarto escrutinio.

En la víspera del inicio de la asamblea, algunos cardenales ya adelantaban que no sería un cónclave breve, ya que apenas habían tenido tiempo para conocerse durante la decena de reuniones que han celebrado desde la muerte del papa Francisco, el 21 de abril más tradicional, moderados. Según la prensa especializada, la división se extiende incluso entre los cardenales de un mismo país. Bergoglio asiático. El problema es que los apoyos de los más favorables a continuar con el camino iniciado por el pontífice argentino podrían acabar divididos entre varios candidatos, lo que podría inclinar la balanza hacia el bando opuesto. Una hipótesis que podría dinamitar las opciones de Pietro Parolin, número dos de Francisco, que encabeza la lista de papables.

Los analistas consideran que si después de dos fumatas ninguno de los principales candidatos logra aglutinar un número considerable de apoyos, aumentarán las posibilidades de que el elegido sea un tercero, un candidato alternativo, probablemente fuera de las listas publicadas estos días, capaz de romper el bloqueo. En un cónclave tan incierto como el recién arrancado, no se pueden descartar sorpresas.

Este jueves, los cardenales volverán a encerrarse en la Capilla Sixtina para continuar con las votaciones. Este miércoles han votado una sola vez, pero a partir de los siguientes días podrán votar hasta un máximo de cuatro veces, dos por la mañana y dos por la tarde. Si no logran ponerse de acuerdo en ninguna de estas ocasiones, los escrutinios se suspenderán durante un día entero para que los cardenales puedan hacer una pausa de reflexión. Pero esta circunstancia no se ha dado en tiempos recientes y sería muy mala señal.

La histórica jornada ha comenzado con todos los cardenales presentes en Roma –no sólo los electores– reunidos en la basílica de San Pedro para celebrar la misa pro eligendo romano pontifice con la que los purpurados han invocado la ayuda del Espíritu Santo en la elección del próximo Papa. La homilía, que ha estado presidida por el decano del Colegio Cardenalicio, el italiano Giovanni Battista Re, también sirve para dibujar el perfil del futuro líder de los católicos, "el papa que la Iglesia y la humanidad necesitan en este momento tan difícil y complejo". Ante los 133 purpurados, "que se preparan para un acto de máxima responsabilidad humana y eclesial", el cardenal decano ha recordado que "el mundo de hoy espera mucho de la Iglesia para la tutela de estos valores fundamentales, humanos y espirituales, sin los que la convivencia humana no será mejor ni portadora de bien para las.

Después de la misa, los cardenales han vuelto a la residencia de Santa Marta, donde permanecerán completamente aislados del mundo exterior durante los días que dure el cónclave. Después de un almuerzo y un breve descanso, los purpurados se han marchado en procesión desde la Capilla Paulina hasta la Capilla Sixtina cantando el Veni creator, el himno con el que han invocado al Espíritu Santo. Una vez dentro, uno por uno, han pronunciado un solemne juramento de confidencialidad en latín, con el que se han comprometido a mantener un silencio sepulcral sobre todo lo que ocurra, incluso una vez elegido el sucesor de Francisco. De lo contrario, serán automáticamente excomulgados.

A las 17.44 h de este miércoles, el maestro de ceremonias litúrgicas pontificias, el sacerdote italiano Diego Giovanni Ravelli, ha pronunciado el¡Extra omnes! [¡Todo el mundo fuera!] de rigor. Y los portones de la Capilla Sixtina se han cerrado para dar inicio oficialmente al cónclave, que no terminará hasta que el humo blanco se vislumbra por la chimenea de la basílica de San Pedro y el cardenal protodiaca, el francés Dominique Mamberti, anuncie: "¡Habemus papam!"

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