Bielorrusia

Detenido por cantar 'L'estaca' en Bielorrusia

El régimen de Lukashenko sigue reprimiendo la canción que fue el himno de su oposición

Pau Lizana Manuel
3 min
Aleksandr Lukashenko, presidente de Bielorrusia

BarcelonaYa hace años que La estaca dejó de ser un himno exclusivamente catalán. El canto a la libertad y contra el franquismo que Lluís Llach compuso en 1969 ha servido de inspiración para las luchas de algunos pueblos en todo el mundo: de la Primavera Árabe a la disidencia cubana, pasando por la oposición rusa a Putin . El último caso en el que un artista ha sido reprimido es el de Aleksei Petrin, un músico callejero bielorruso que ha sido detenido este lunes por tocar la canción en Hrodna. Según apuntan medios locales, agentes de la GUBOPiK, el cuerpo del ministerio del Interior bielorruso que actúa contra el crimen organizado y la corrupción, arrestaron al artista mientras actuaba por la "distribución de materiales extremistas".

Uno de los países donde la canción ganó más popularidad e importancia es Polonia. La adaptación de Jacek Kaczmarski fue el himno del sindicato mayoritario polaco Solidaridad durante los años 80 y se convirtió en un símbolo importante contra el régimen comunista de ese país. La versión de Kaczmarski, que se titula Mury [Muros], se hizo muy popular en la oposición al estalinismo. Sin embargo, en Bielorrusia la canción no ganó importancia hasta hace pocos años.

En este país del este, el último dictador del continente, Aleksandr Lukashenko, uno de los principales aliados de Vladimir Putin, ha ganado todas las elecciones presidenciales desde 1994, entre acusaciones de fraude electoral. En las presidenciales del 2020, la victoria de Lukashenko sobre la opositora Svetlana Tikhanóvskaya, donde los bielorrusos descontentos con el presidente habían depositado sus esperanzas, provocó protestas que fueron duramente reprimidas por el gobierno aliado del Kremlin.

Es aquí donde la versión polaca de La estaca da el salto hacia el país vecino y diferentes artistas bielorrusos la traducen y versionan. La estaca, que después de las adaptaciones y traducciones es ahora “Destruye los muros de la cárcel”, se convierte rápidamente en el himno de las protestas, cosa que no gusta a Lukashenko, que detiene a los artistas responsables de las versiones, o aquellos músicos callejeros que lo entonen.

"Cantamos hasta que perdimos la esperanza", se lamenta la presidenta de la asociación Razam Bielorrusos de Catalunya, Alena Turava. Desde Barcelona, ​​la diáspora bielorrusa también se alzaba contra Lukashenko. "Salíamos cada semana de la asociación con la nuestra Estaca", dice Turava.

Las protestas por el resultado de las elecciones se alargaron hasta bien entrada la primavera del 2021, cuando muchos de los artistas que entonaban la canción fueron arrestados o multados. Turava recuerda que la detención del periodista disidente Roman Protassévich marcó el fin de las protestas y la pérdida total de la esperanza. "Nos dimos cuenta de que estos muros no se tumban tan fácilmente", asegura la bielorrusa.

Lukashenko contra 'La estaca'

Petrin se suma a la lista de músicos que fueron arrestados o multados por entonar La estaca. Uno de estos artistas es Serguei Kosmas, que realizó una de las versiones más sonadas entre los manifestantes. Desde Lituania, Kosmas denuncia que el régimen de Lukashenko le encerró en un centro psiquiátrico y le drogó para silenciarlo y que, al salir, su nombre salía en una lista negra que no le permitía conseguir trabajo.

La oposición bielorrusa se encuentra ahora huérfana de himno y de ánimos. "Ninguna canción ha ocupado el puesto de Destruye los muros de la cárcel", asegura Tulova. Además, muchos bielorrusos borraron vídeos y archivos de la canción por miedo a represalias burocráticas. "Es una medida habitual del régimen, intentar borrar la memoria de la gente", afirma la presidenta de Razam.

Por su parte, Lukashenko no parece dispuesto a abandonar el poder, este domingo el mandatario amigo de Putin anunció que se presentará a un séptimo mandato de cara a las próximas elecciones de 2025.

stats