Los equilibrios de Biden con la guerra de Gaza

Los intereses políticos del presidente Joe Biden están en medio del conflicto entre Israel y Hamás, especialmente porque a medida que pasa el tiempo la invasión militar de Gaza suscita críticas más amplias en Estados Unidos en cuanto a muerte, destrucción y éxodo de la población palestina del sector norte de la Franja, aunque las críticas no han incidido en la posición de Biden de forma significativa.

Washington podría poner fin a la guerra en cualquier momento si detuviera el puente aéreo que día y noche lleva a Israel todo tipo de material militar, incluidas las bombas que también día y noche están dejando el norte de la Franja más plano que un parking, como han dicho algunos militares hebreos. Si Biden no da esta orden es porque considera que no ha llegado el momento.

En realidad, el presidente está haciendo un doble juego con dos barajas de cartas; en el primero, con Israel y sus aliados internos en Estados Unidos; en el segundo, juega con los opositores a la invasión que hay en Estados Unidos, principalmente entre la gente joven del Partido Demócrata. Todo esto cuando falta menos de un año para unas elecciones que serán muy disputadas entre Biden y muy probablemente Donald Trump, en las que cada voto contará.

Esta semana se hecho una concesión al sector joven del Partido Demócrata, ya que el secretario de Estado, Antony Blinken, ha dicho que su país se opone al desplazamiento forzado de población palestina, justo lo que ocurre estos días. Pero es una concesión verbal, intrascendente y de cara a la galería, porque Washington en la práctica está permitiendo el desplazamiento forzado de cientos de miles de palestinos, algo que podría evitar si detuviera el puente aéreo de armas y municiones.

La destrucción de Gaza ha hecho que muchos americanos, especialmente jóvenes y del Partido Demócrata, den un paso para ayudar a los refugiados. Es lo que ha hecho Ella Emhoff, hija del marido de la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris, a la que Harris considera como una hija propia. Emhoff, que es judía, ha contribuido a una campaña propalestina que ha reunido 8 millones de dólares, una situación que difícilmente podía darse en Estados Unidos algunos años atrás.

Catástrofe política y moral

La revista Newsweek habla de revolución de una parte de los jóvenes americanos demócratas. En una carta enviada al presidente Biden, los jóvenes le advierten que la política de luz verde permanente que la administración está dando al primer ministro Benjamin Netanyahu puede costarle su reelección en noviembre del 2024, cuando puede necesitar todos los votos de los jóvenes progresistas. En opinión de algunos grupos de jóvenes demócratas, la violencia en Gaza podría tener repercusiones domésticas y no solo en lo que se refiere a la carrera presidencial sino también en lo que se refiere al Partido Demócrata en general.

Avisan de que una implicación directa de las fuerzas americanas en Oriente Próximo podría suponer una catástrofe no solo de tipo político sino también moral. Recordemos que Estados Unidos tiene decenas de bases militares en la región y acaban de enviar dos portaaviones y decenas de buques de guerra al Mediterráneo oriental.

La carta advierte de que es imposible que un candidato demócrata a la presidencia gane las elecciones si no hay una gran movilización del voto joven, algo que parece claro para muchos analistas demócratas que buscan las papeletas que necesitan por todas partes. Y una gran cantidad de jóvenes están horrorizados por lo que Israel está haciendo en la Franja con dólares de los contribuyentes estadounidenses.

Un sector del Partido Demócrata, particularmente gente joven, no entiende que haya pasado más de un mes desde el ataque de Hamás del 7 de octubre, cuando murieron cerca de 1.200 judíos israelíes, y haya más de 11.000 muertos en Gaza, se haya destruido buena parte de la Franja, y Washington siga sin pedir un alto el fuego y siga enviando a Israel armas y bombas a toda máquina. Mientras todo esto no cambie, más votos perderá Biden, dicen los jóvenes demócratas.

Jóvenes americanos, incluso judíos jóvenes, hablan de "genocidio" de palestinos e insisten en que esto se está haciendo con las armas destructivas que los Estados Unidos envían a Israel y pagan los americanos. Esta situación se produce en un contexto en el que las nuevas generaciones critican todo tipo de violencia y, particularmente, las guerras.