España ya busca la forma de esquivar el nuevo incremento de gasto militar de la OTAN
La Alianza Atlántica se encamina hacia la obligación de que cada socio destine al menos un 3% del PIB en defensa

BruselasLos aliados de la OTAN ya dan casi por supuesto que tendrán que incrementar el gasto militar de forma obligatoria. El expansionismo ruso y el retorno de Donald Trump han puesto aún más presión a los socios que se gastan menos en defensa, y todo apunta a que en la cumbre de junio que viene en la Haya de la Alianza Atlántica se acordará incrementar la tasa mínima del producto interior bruto (PIB) que el estado de habla de Es un 3%.
En este contexto, los países que registran un porcentaje del PIB más bajo en gasto militar, como España, ya están buscando la forma de evitar el gran aumento en gasto militar. Entre otros, estos socios intentarían que la OTAN cambie el método de contabilización del dinero que se destina a la seguridad o tratarían de incluir letra pequeña en el entendimiento para tener, por ejemplo, mayor margen temporal para alcanzar la tasa mínima, según informan fuentes diplomáticas de la Alianza Atlántica.
En este sentido, algunos socios quieren que sólo se calculen las capacidades y operaciones militares que contribuyen a la seguridad global de la OTAN y no las que, por ejemplo, se destinan a disputas entre aliados. En cuanto concretamente a España, está interesada en que se computen más "componentes" de la lucha antiterrorista, lo que asegura que le permitiría "reducir la brecha" de gasto militar con el resto de socios porque cree que es uno de los estados que más gasta en este concepto. Sin embargo, el Estado todavía no ha contabilizado exactamente cuántos recursos destina a antiterrorismo y hasta qué punto crecería la tasa del PIB que dedica al total de la defensa. "Estamos trabajando en esto sin descanso", aseguran fuentes diplomáticas.
Por otra parte, los socios que están a la cola de la OTAN en gasto militar también quieren que el potencial acuerdo incluya cláusulas que rebaje el peso y la obligatoriedad de incrementar el gasto militar o se dé más margen temporal para alcanzarlo. "Habrá que ver los elementos del lenguaje", apuntan fuentes diplomáticas, que ponen de ejemplo el acuerdo de Gales del 2024. Entonces, el texto del entendimiento instaba a los estados a "intentar" alcanzar al menos la tasa del 2% del PIB y les daba "el plazo de una década".
De hecho, cabe recordar que España en estos momentos sólo se gasta el 1,28% de su producto interior bruto en defensa y, aunque ya debería haber llegado durante el año pasado, no tiene previsto alcanzar el 2% hasta el 2029. En cambio, hay países que se anuncian en el ritmo actual de su plan de acceso y en España, como Portugal, y ya. También existe el caso destacado de socios como Alemania, que ya se encuentra en al menos el 2% y, pese a su tradicional pacifismo desde el final de la Segunda Guerra Mundial, se está rearmando a marchas forzadas.
Sin embargo, el gobierno español ha defendido en reiteradas ocasiones que la tasa de gasto no lo es todo. "No sólo se trata de gastar más, sino mejor", insisten fuentes de la Moncloa. En la misma línea, el ejecutivo de Pedro Sánchez defiende que sí ha cumplido con los otros dos grandes compromisos acordados por la Alianza Atlántica y es uno de los socios "claves" en materia de capacidades en defensa y contribución en operaciones militares. Sin embargo, fuentes diplomáticas recuerdan que en España no existe actualmente una "gran presión social" para incrementar el gasto militar.
A la espera de Trump
El encuentro ministerial de Defensa que se celebra este miércoles y jueves en Bruselas será el primero del segundo mandato de Donald Trump, pero los socios europeos todavía están a la expectativa sobre qué dirección emprenderán Estados Unidos, que es el socio principal de la Alianza y quién la controla de facto. De momento, según apuntan fuentes diplomáticas, la nueva administración republicana está adoptando un perfil bajo dentro de la OTAN, al menos hasta que el magnate neoyorquino marque las líneas maestras de lo que quiere para el mayor entendimiento militar y poderoso del mundo.
En todo caso, las mismas fuentes constatan que Trump ya se ha dado cuenta de que acabar con la guerra de Ucrania no es tan fácil como prometía en campaña electoral, y menos una cuestión de horas. En aquest sentit, tot i que no està previst com a punt oficial de debat en la trobada, es preveu que els ministres de Defensa aprofitin per discutir de manera informal unes potencials negociacions de pau entre Kíiv i Moscou, i el possible enviament de tropes europees i estatunidenques —potser Cascos Blaus de les Nacions Unides— en territori ucraïnès per garantir el compliment d'un alto el foc o, en el millor dels casos, un acord de pau.