¿Cuál es el futuro de Macron? El presidente, más debilidad que nunca
El presidente francés se propone encontrar un nuevo primer ministro en veinticuatro horas para evitar males mayores
ParísEl presidente de la República ha estado dos días y medio de viaje oficial en Arabia Saudí. Su avión volaba de vuelta a Francia mientras se debatía la moción de censura que ha tumbado el gobierno este miércoles. Emmanuel Macron decidió marcharse muy lejos a pesar de la gravedad del momento. Desde el pasado domingo, ya se sabía que la extrema derecha de Le Pen había decidido cargarse al ejecutivo, pero el presidente cogió el avión como si no hubiera ningún problema. Aterrizado ya en París, la moción tumbaba el gobierno de Michel Barnier.
Con un país de nuevo sin gobierno, el balón vuelve a estar en la azotea del presidente Macron, muy debilitado desde las elecciones legislativas de julio. Aunque se haya marchado a la otra punta de mundo mientras el gobierno se desmoronaba, el vacío gubernamental vuelve a dejar expuesta su debilidad, su falta de apoyo parlamentario y sus dificultades para ejercer el liderazgo de Francia. El presidente de la República hace tiempo que ha perdido el carisma político y la popularidad que le condujeron al Elíseo en el 2017.
Por eso esta vez el presidente se ha marcado el objetivo de nombrar a un nuevo primer ministro y un nuevo gobierno en un tiempo récord: según fuentes del entorno de Macron citadas por la cadena BFMTV, el inquilino del Elíseo quiere nombrar al sustituto de Barnier "en 24 horas", antes de las celebraciones del fin de semana por la reapertura de Notre-Dame, un evento que reunirá en París a líderes mundiales como Donald Trump. "No quiere aparecer sin gobierno frente a Trump este fin de semana. Es una cuestión de credibilidad para Francia", aseguran las fuentes.
La inestabilidad política de Francia y la debilidad de Macron preocupan a Bruselas. Una Francia desdibujada y sin el fuerte liderazgo del presidente de la República, que en los últimos meses ha adoptado un papel más discreto en Europa y que ahora tendrá que volver a centrarse en resolver la crisis política de su casa, no son buenas noticias para el club europeo. Francia también tendrá que solucionar su complicada situación financiera, que se agrava sin presupuestos para el 2025, para evitar que la zona euro se resienta. Sin gobierno será complicado.
Aparte de la economía, el país también vive una crisis de credibilidad política. Según una encuesta realizada por Le Monde, siete de cada diez franceses (72%) creen que en Francia antes las cosas iban mejor y más de la mitad no están satisfechos con su país. El descontento social crece y es ya masivo: un 87% de los ciudadanos cree que el país está en declive.
Le Pen huele la debilidad
Marine Le Pen huele la debilidad de Macron y seguramente ha propiciado la caída del gobierno para debilitar aún más al presidente. preparado para abrir el país en el camino de la recuperación", ha dicho Le Pen. "Ya queda menos para la gran alternancia", ha proclamado. su horizonte, no es ningún secreto, está el Elíseo. El presidente aún no se ha pronunciado sobre el futuro gobierno, pero previendo que el ejecutivo caería censurado hoy, hace ya días –antes de irse al 'Arabia Saudita– que ha comenzado los contactos para encontrar un sustituto para Barnier. Sébastien Lecornu, o el del exministro de Justicia François Bayrou, hacen intuir que Macron busca, de nuevo, un primer ministro conservador que sea cercano o tolerado por Le Pen Lo más probable es que vuelva a ignorar a los partidos de izquierdas por formar gobierno. Éste sería un escenario, pues, similar con el que había con Barnier, dando fuerza a los fantasmas de un nuevo bloqueo político o, incluso, en la convocatoria de elecciones anticipadas –aunque no se pueden repetir hasta el próximo julio–
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El nombramiento de un nuevo gobierno en los próximos días apagaría, probablemente, las voces que piden la dimisión de Emmanuel Macron para salir definitivamente del bloqueo político. Sin embargo, si el vacío gubernamental se alarga, el presidente estará más presionado. El martes, sin embargo, ya dejó claro que no tiene ninguna intención de abandonar el Elíseo y que agotará su mandato. La dimisión "es ciencia ficción", aseguraba Macron.