El gobierno danés cae por el escándalo del sacrificio masivo de visones en la lucha contra el covid

BarcelonaDinamarca celebrará elecciones el 1 de noviembre, siete meses antes de lo que tocaría. La primera ministra, Mette Frederiksen, ha anunciado este miércoles elecciones anticipadas después de constatar que ya no tiene el apoyo mayoritario del Parlamento. En una comparecencia muy breve, la mandataria danesa ha dicho que "es extraño celebrar elecciones en medio de una crisis internacional", pero ha concluido que "es lo que la mayoría del Parlamento quiere".

El Partido Social Liberal (Radikale Venstre), uno de los socios externos del gobierno socialdemócrata –que gobierna en solitario y en minoría–, hace meses que presiona a la primera ministra para que convoque elecciones anticipadas, argumentando una pérdida de confianza. El origen es el escándalo conocido como Minkgate: en noviembre de 2020 el gobierno danés ordenó sacrificar a todos los visones del país, 17 millones en total, a raíz del descubrimiento de una mutación del coronavirus que afectaba a estos animales y que se temía que podía amenazar la efectividad de la vacuna, que todavía no se había empezado a administrar. Dinamarca fue uno de los países europeos que actuaron con más celo en la lucha contra el covid-19, y el sacrificio de todos los ejemplares de visón se justificó bajo la premisa de "vale más prevenir que curar".

Pero la decisión fue duramente criticada por la oposición de derechas y por el sector económico, teniendo en cuenta que Dinamarca era el principal productor mundial de pieles de visón y que este sector daba trabajo a más de 6.000 personas. Pocos días después del anuncio dimitió el ministro de Agricultura, Mogens Jensen, después de que varios medios informaran de que el gobierno no tenía poderes legales para ordenar este sacrificio masivo, sino que la ley vigente solo permitía hacerlo en las granjas donde se habían detectado contagios y a las de su alrededor.

Críticas a la primera ministra

Esa primera crisis se saldó con la dimisión de Jensen, pero la estocada definitiva llegó el mes de junio pasado, cuando una comisión de investigación sobre el Minkgate concluyó que las explicaciones de la primera ministra para justificar el sacrificio masivo fueron "extremadamente engañosas", a pesar de que también admitía que Frederiksen no era consciente de que no tenía base legal para tomar esa decisión.

Después de este informe, el Partido Social Liberal puso el 4 de octubre como límite para que la primera ministra convocara elecciones anticipadas, coincidiendo con el inicio del nuevo curso político. En el discurso de apertura del Parlamento de ayer, sin embargo, Frederiksen no hizo el esperado anuncio, a pesar de que en declaraciones a los periodistas dejó entrever que era cuestión de horas. "Si una mayoría del Parlamento quiere que haya elecciones, el gobierno no lo puede ignorar", dijo.

Después de ganar las elecciones de junio de 2019 con el 25,9% de los votos, el Partido Socialdemócrata danés pactó un acuerdo de investidura con cuatro partidos más de izquierda y centroizquierda, que no forman parte del gobierno pero que son necesarios para apoyarlo en un Parlamento extremadamente fragmentado, con diez formaciones representadas. El Partido Social Liberal es el principal socio de los socialdemócratas, con 16 diputados, por lo que la retirada de su apoyo hace muy difícil la continuidad del ejecutivo, que tendría que buscar acuerdos con la oposición.