Europa

¿Puede el gran depósito de tierras raras de Noruega representar un punto de inflexión para Europa?

El proyecto minero presenta incertidumbres económicas, ambientales y geopolíticas

Ulefoss, el pueblo noruego en el que han encontrado un depósito de tierras raras.
Miquel Rodrigo Ubach
03/08/2025
4 min

BarcelonaUlefoss, antigua localidad minera de 2.000 habitantes del sur de Noruega, podría representar un punto de inflexión geopolítico para Europa. La compañía minera Rare Earths Norway (REN) ha identificado un depósito de 9 millones de toneladas de tierras raras, lo que coloca a la localidad en una escala similar a las minas activas más grandes del mundo en China y Estados Unidos.

Àrea afectada per la futura mina

Ulefoss

NORUEGA

Dipòsit subterrani de terres rares

Escola

Cases

Ulefoss

NORUEGA

Dipòsit subterrani de terres rares

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Ulefoss

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de terres rares

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Las tierras raras son un grupo de 17 elementos químicos esenciales para la digitalización y la transición energética, porque son imprescindibles en tecnologías como las placas solares o los vehículos eléctricos. Suelen encontrarse en concentraciones muy bajas y mezcladas con otros materiales, lo que hace que obtenerlos sea muy costoso, que requiera grandes cantidades de energía y de agua y que genere grandes cantidades de residuos. Además, a menudo están mezcladas con elementos radiactivos como el uranio y el arsénico, peligrosos para la salud humana y el medio ambiente.

Por ahora, el principal problema europeo es la dependencia estratégica de China, que extrae el 70% de tierras raras y procesa el 85% en 2023 Pekín impuso restricciones a las exportaciones de algunos de estos elementos, que ha ampliado este abril.

Ante esta situación, la Unión Europea ha legislado para tener una fuente segura, porque por ahora no dispone de una fuente interna de tierras raras. El 2023 aprobó la ley de materias primas críticas de la UE, que establece el objetivo de que en 2030 al menos el 10% de la demanda europea de estas materias se extraiga en territorio europeo y que no más de un 65% provenga de un único país tercero.

En este sentido, la empresa REN pretende llegar a suministrar un tercio de la demanda de tierras raras de Europa. Cierto es que Noruega no pertenece a la UE, pero es considerada un aliado "fiel" por la Unión, que mantiene fuertes vínculos comerciales. Noruega, por su parte, también ha regulado en esta dirección y en 2023 el gobierno presentó la estrategia mineral, que aspira a desarrollar la industria minera "más sostenible" del mundo.

Un proyecto controvertido

Sin embargo, el proyecto plantea numerosas dudas en cuanto a su viabilidad. Para empezar, el depósito localizado por REN se encuentra bajo zonas residenciales y una escuela. Sin embargo, de momento la idea de una futura mina no ha generado grandes objeciones de la población ni de las autoridades locales, seguramente por el hecho de que Ulefoss es una de las comunidades mineras más antiguas de Europa –en el siglo XVII ya había minas de hierro–. Sin embargo, sí hay vecinos que denuncian que algunas de las exploraciones que lleva a cabo REN se están haciendo en estanques, lo que podría alterar los equilibrios naturales de la zona, según recoge DW.

El principal problema al que se enfrenta el proyecto minero es el riesgo de subsidencia, es decir, que el suelo se hunda por el espacio vacío que dejarán las perforaciones. Es lo que ya ha pasado en Kiruna, en el norte de Suecia, una localidad que tuvo que ser desplazada de forma permanente a principios de siglo. Para evitarlo, REN quiere taponar los agujeros que queden en el yacimiento utilizando la mitad de los residuos que genere la mira, mezclados con un agente aglutinante que refuerce la roca.

Además, por no afectar a las zonas residenciales del pueblo, la compañía plantea la creación de una "mina invisible", que empezará a perforar en diagonal a 4 km del centro de la localidad. Pero el investigador en energía y clima del Observatorio de la Deuda en la Globalización (ODG), Alfons Pérez, apunta que "la modalización lo aguanta todo y después las cosas son mucho más complejas" y que este proyecto aumentará mucho los costes de los materiales que se extraigan: "Las tierras raras de China serán infinitamente más baratas". Por otra parte, hay que tener en cuenta que innovaciones tecnológicas de esta magnitud requieren un consumo de energía muy elevado, y se calcula que la mina de Ulefoss tal y como está proyectada consumiría en torno al 1% del consumo anual de energía de Noruega.

Pese a las preocupaciones, REN espera empezar una operación piloto el próximo año y que la mina opere a pleno rendimiento en el 2030. Las estimaciones de Pérez son otras: "Teniendo en cuenta las prospecciones, inversiones, evaluaciones y los permisos, el tiempo medio para llegar a extraer una tonelada de tierras raras está en torno a los 16 años". Según explica, es difícil llevar adelante este tipo de proyectos, porque requieren mucha inversión al inicio y los retornos no llegan hasta 10 o 15 años después. "De las propuestas que se hacen, quizá saca adelante 1 de cada 10", añade.

¿Un cambio geopolítico?

En cuanto a la importancia geopolítica de la posible futura mina de Ulefoss, el científico del ODG advierte que hay que ser cautelosos: "Por mucho que aumentemos la extracción en Europa, China tiene nuevos proyectos en marcha y sus tierras raras seguirán siendo más baratas"; más aún si tenemos en cuenta las dificultades técnicas que presenta el proyecto minero de REN.

Así, presentar la extracción europea como solución a la dependencia de potencias extranjeras puede ser falaz. Los expertos advierten que muchas de las tierras raras están destinadas a industrias altamente controvertidas como la armamentística y aseguran que se puede optar por alternativas como el reciclaje –recuperar tierras raras de los componentes electrónicos que ya llevan– y la racionalización de la demanda.

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