Balcanes

Macedonia, ahogada bajo la basura y las ratas

La mala gestión de los residuos en la capital ha llegado a tal punto que han detenido a los responsables de la empresa municipal de recogida

Contenedores desbordados en Skopje, la capital de Macedonia del Norte, esta semana.
31/10/2025
3 min

BarcelonaPilas y pilas de bolsas de basura se acumulan en las aceras de Skopje, la capital de Macedonia del Norte. Hace semanas que los vecinos no pueden arrojar la basura al interior de los contenedores porque están llenos. En algunos puntos, las bolsas suben a la altura de un tercer piso, denuncian los vecinos. En otros, los animales callejeros que curiosean entre los desechos esparcen los residuos por toda la ciudad. ¿El resultado? Un fuerte insoportable y una epidemia de roedores que ha obligado a las autoridades a declarar el estado de emergencia sanitaria.

"[Las ratas] Salen de los sótanos y de las cloacas, y se alimentan y reproducen. En un mes cada animal producirá una media de 10 cachorros", advertía el epidemiólogo Nikola Panovski en una publicación en Facebook. El principal diario del país, Sloboden Pečat, abría el sábado con un titular contundente: "Ciudad de ratas", acompañado del dibujo de un roedor gigante en la portada. Los vecinos tampoco se están haciendo mofa: corre por las redes el rumor de que las autoridades han encargado un "cargamiento de gatos" para poner fin a la plaga.

El problema no es nuevo. Hace tiempo que los macedonios viven ahogados por desechos sin recoger, mientras proliferan los vertederos ilegales en las afueras de las ciudades. Allí se queman los residuos sin control y se generan efectos perjudiciales para el aire, el suelo y la salud de las personas. Pero el alcance y la visibilidad de la mala gestión de los residuos se han intensificado recientemente, hasta el punto de que han derivado en consecuencias penales. La Fiscalía de Macedonia informó esta semana que dos miembros de la dirección de la empresa de recogida de residuos municipal, Higiene Comunitaria, fueron detenidos, acusados ​​de poner en peligro el medio ambiente y la salud pública de la ciudadanía, así como de mala gestión de fondos públicos.

Lo cierto es que hace tiempo que la empresa es objeto de un pulso partidista entre la alcaldesa de Skopje, Danela Arsovska, y el consejo municipal –dominado por la coalición conservadora VMRO-DPMNE y VLEN–, que ha paralizado su gestión. Mientras Arsovska denuncia que el consejo bloquea las pujas de la compañía, sus rivales le acusan de mala gestión y de negligencia.

Por su parte, la compañía rechaza cualquier responsabilidad y reivindica deficiencias estructurales. En una carta a los medios, el consejo de empresa asegura que ha cumplido "todos los planes de inversión y programas operativos exigidos por ley" y dice que han advertido reiteradamente al Ayuntamiento sobre "la inestabilidad financiera y la reducida capacidad operativa" de la compañía. Además, alega que entre un 30% y un 40% de su flota de camiones estaba fuera de servicio a mediados de octubre por falta de fondos municipales por mantener los vehículos y cubrir el coste del combustible.

Contaminación política

Los desechos también contaminaron la campaña electoral para las elecciones municipales, que celebran la segunda vuelta este 2 de noviembre, y eclipsaron el resto de temas de debate. De los dos candidatos que se disputan la alcaldía, el centroderechista Orce Gjorgjievski ha prometido "limpiar a Skopje en 72 horas" si es elegido, mientras que su rival de izquierdas, Amar Mecinovic, propone reformar completamente el sistema de residuos e invertir en tecnología para convertir la basura doméstica en derivados de combustible.

Mientras los candidatos se llenan la boca de promesas, las calles sucias se han convertido en símbolo de un fracaso institucional profundo. Sobre el papel, Macedonia del Norte se está acercando a los estándares ambientales europeos, pero en la práctica la gestión de residuos sigue siendo una asignatura pendiente. La falta de fondos, estructura y conciencia cívica y la corrupción endémica han convertido los desechos en un problema crónico.

El país apenas recicla y no existe la infraestructura preparada para asumir el volumen de residuos que se generan. Según datos oficiales, en el 2023 se generaron 878.303 toneladas de residuos municipales –es decir, unos 503 kilos por habitante– y el 99,8% de estos residuos fueron a parar a vertederos. Según la organización Civil Today, el porcentaje de reciclaje en el país no alcanza el 1%, una de las cifras más bajas de toda la región balcánica.

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