Francia

Macron se aferra a la derecha para poder seguir gobernando

El presidente pacta con los conservadores los cargos en la Asamblea Nacional y se abre a una alianza estable

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El presidente francés Emmanuel Macron

ParísEn política, a menudo la estrategia es todo. El presidente Macron decidió la noche de la segunda vuelta de las elecciones legislativas que negaría la victoria a las izquierdas, en el Nuevo Frente Popular, y no dejaría al gobierno en sus manos. Y él, que había perdido su apuesta por ampliar la mayoría parlamentaria y había retrocedido casi 100 escaños, trazó una estrategia: negar la derrota electoral y buscar apoyos para seguir mandando en la Asamblea Nacional.

Su plan, aunque pueda debilitar la democracia, le está saliendo bien. Emmanuel Macron ha logrado esta semana mantener la presidencia en la Asamblea. Es una victoria importante para sacar adelante el plan: cualquier cosa antes que ceder el gobierno a una alianza en la que se encuentra La Francia Insumisa (LFI), el partido considerado de izquierda radical. Su pequeña victoria le da aire en un momento en el que el presidente estaba más debilitado que nunca después del fracaso electoral.

No es casualidad que el jefe del estado eligiera para presidir la nueva Asamblea la misma presidenta que había cuando decidió disolver la cámara baja, Yaël Braun-Pivet. Con la macronista volviendo a ocupar el cargo, la imagen que da Emmanuel Macron es exactamente la que perseguía: pese a la pérdida de peso parlamentario del partido del presidente y de las formaciones que le apoyan, las cosas vuelven a estar como antes de las elecciones.

Sin prisa para el nuevo gobierno

El mensaje que envía es que nada ha cambiado. Tampoco el gobierno, que sigue en funciones y que Macron parece dispuesto a cambiar. Dos semanas después de las elecciones, todavía no ha abierto ninguna ronda de consultas con los partidos en busca de un primer ministro. "El campo presidencial se ha comportado desde el 7 de julio como si negara su derrota", apunta Le Monde en un editorial publicado este viernes.

El presidente quiso dejar claro al día siguiente de las elecciones que "nadie había ganado" e hizo un llamamiento a una gran coalición, sin la extrema derecha pero también sin los insumisos. Pero el Nuevo Frente Popular (NFP) no quiere romper la alianza y Macron ha optado por buscar el apoyo de la derecha. Braun-Pivet fue reelegida gracias a los votos de Els Republicans, que tras la escisión de los diputados que se han aliado con la extrema derecha, ahora se llaman Derecha Republicana (DR).

El presidente había cerrado un pacto con la nueva formación de derechas: a cambio de apoyar la candidatura de Braun-Pivet, los macronistas les darían dos vicepresidencias de la cámara. El acuerdo para la mesa deja entrever que Macron busca una alianza parlamentaria estable con los conservadores. Son su salvavidas. La clave es que los diputados macronistas y los de la Derecha Republicana suman más que los del Nuevo Frente Popular. Sin embargo, se quedan lejos de la mayoría absoluta.

¿Se plantea el presidente de la República gobernar en minoría con la derecha? Con los movimientos que se han visto esta semana, es lo más probable. La gran incógnita es si, en el caso de un gobierno de coalición, el resto de partidos se unirían a la Asamblea para votar una moción de censura que tumbara al gobierno. Es el peligro de nombrar a un ejecutivo y un primer ministro sin tener la mayoría absoluta en la cámara.

En cualquier caso, Macron ha demostrado que tiene más soportes que la alianza de las izquierdas. Su intención era ésta, anular la victoria electoral de la NFP. Y esperar a ver si se rompe la alianza y los socialistas o los ecologistas se suman a un pacto para gobernar con Macron y con la derecha.

Recurso de la izquierda

El candidato de las izquierdas a presidir la asamblea, el comunista André Chassaigne, se quedó sin cargo por solo 13 votos. Un cubo de agua fría para las izquierdas, que calificaron de "robo" la elección de la macronista. LFI ya ha advertido de que impugnará la votación porque los 17 miembros del gobierno que son diputados votaron. La Constitución prohíbe a los ministros participar en las votaciones de la Asamblea, pero no deja claro si pueden hacerlo cuando están en funciones, como es el caso. El campo macronista sostiene que sí, pero algunos expertos constitucionalistas lo ponen en entredicho. "Estamos estudiando un recurso", anunciaba el viernes el líder de los insumisos, Jean-Luc Mélenchon. LFI, la principal formación del Nuevo Frente Popular, ha tenido que conformarse con dos vicepresidencias de la Asamblea.

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