Francia

Macron gana la primera partida y conserva la presidencia de la Asamblea Nacional con el apoyo de la derecha

La candidata macronista, Yaël Braun-Pivet, repite en el cargo tras ganar al candidato de las izquierdas por 13 votos

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Yaël Braun-Pivet, escogida presidenta de la Asamblea Nacional francesa.

ParísOnce días después de las elecciones legislativas, la primera sesión de la nueva Asamblea Nacional ha terminado con una victoria ajustada pero importante para el presidente Macron. Yaël Braun-Pivet, macronista y presidenta de la Cámara Baja hasta su disolución en junio, obtuvo este jueves una mayoría de votos que le permite conservar el cargo, aunque ganó sólo por 13 votos.

Braun-Pivet ha salido reelegida por mayoría simple en la tercera y última votación (220 votos), presumiblemente con los votos de la derecha (Els Republicans). El comunista André Chassaigne, candidato de la alianza de los partidos de izquierda (el Nuevo Frente Popular, NFP), se ha quedado muy cerca de la candidata macronista (207 votos), mientras que el candidato de la extrema derecha n ha obtenido 141.

La votación era secreta, pero la formación conservadora ha retirado a su candidato tras la primera votación. Por tanto, se da por hecho que, después, Los Republicanos han apoyado a Braun-Pivet. Algunos medios franceses apuntan a un posible pacto previo entre el inquilino del Elíseo y la derecha. Y, de hecho, los partidos de izquierdas hablan de "robo" y denuncian los "martingales" entre Macron y la derecha por hacerse con la presidencia.

El bloque de izquierdas también ha denunciado que los 17 diputados que son ministros –en funciones– hayan podido votar. Según la Constitución francesa, los miembros del gobierno no tienen derecho a voto, pero los macronistas sostienen que sí pueden hacerlo si el ejecutivo está en funciones. Macron aceptó el martes la dimisión del gobierno precisamente por ser consciente de que la votación de hoy sería muy ajustada.

Macron, reforzado

En cualquier caso, que el partido del presidente haya logrado conservar la presidencia de la Asamblea refuerza a Macron en un momento difícil en el que debe decidir de qué color político debe ser el primer ministro y el nuevo gobierno. Lo más probable es que el presidente de la República utilice ahora la reelección de Braun-Pivet como argumento para denegar el cargo de primer ministro en la alianza de izquierdas. Macron ya negó que la NFP hubiera ganado las elecciones, aunque es la alianza electoral que obtuvo más escaños, y siempre ha mantenido que existen mayorías alternativas en el bloque de izquierdas. Es su argumento para no dejar al gobierno en manos de la NFP.

El presidente apuesta por una gran coalición sin los partidos extremistas, pero los socialistas y los ecologistas, por ahora, no quieren romper el bloque de izquierdas. Ante su negativa a aliarse con los macronistas, el presidente ha intentado buscar apoyos a la derecha. Ahora podría intentar explorar un acuerdo de gobierno con Els Republicans, pero no será sencillo. Necesitaría una mayoría más amplia que los 210 escaños que ha logrado este jueves la presidenta de la Asamblea.

Fragmentación

La votación de esta tarde -con tres vueltas- se prolongó durante casi cinco horas. Por primera vez en la V República, el resultado era absolutamente incierto y se ha puesto de relieve que es una Asamblea totalmente fragmentada y sin mayorías claras. Los 210 votos de Braun-Pivet están lejos de los 289 de la mayoría absoluta.

La alianza de las izquierdas no ha logrado imponer a su candidato, algo que anticipa las dificultades que tendrá para que el presidente Macron ceda y nombre a un primer ministro del bloque del Nuevo Frente Popular. Este viernes habrá que elegir a los nuevos miembros de la mesa ya los presidentes de las comisiones parlamentarias, y el bloque de izquierdas ya ha pedido un cordón sanitario para evitar que la extrema derecha ocupe algunos de los cargos, sobre todo de la mesa.

Tensión a la izquierda

Los partidos de la NFP habían presentado un único candidato a la presidencia de la Asamblea consensuado entre las cuatro principales formaciones de la alianza, pero siguen sin ponerse de acuerdo con el nombre del candidato a primer ministro. Casi dos semanas después de las elecciones legislativas, no existe acuerdo y la tensión entre los partidos va en aumento. El martes, Francia Insumisa (LFI) se levantó de la mesa de negociaciones acusando a los socialistas de querer imponer a su candidato. Pero los socialistas, ecologistas y comunistas sí han acordado un nombre, que de momento los insumisos no aceptan.

Se trata de Laurence Tubiana, economista y diplomática de 73 años, conocida por ser una de las arquitectas del acuerdo climático de París. Tubiana se define a sí misma como "una mujer de izquierdas y ecologista" y este jueves se ha mostrado dispuesta a convertirse en primera ministra. "Cuando hay una crisis política, hay que dar una respuesta. Necesitamos a una persona de izquierdas y, si tengo que ser yo, lo seré", ha afirmado. Los insumisos consideran a Tubiana demasiado "compatible con Macron" y por eso se oponen.

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