Francia

Nueva jornada de protestas en Francia contra los recortes: "Es la calle quien debe escribir el presupuesto"

El enorme despliegue de las fuerzas del orden cuenta con 80.000 policías y gendarmes

La policía francesa rocía con gas a los manifestantes en París.
18/09/2025
3 min

ParísFrancia vive este jueves una nueva jornada de caos por la huelga general convocada para protestar contra los recortes que pretendía realizar el anterior gobierno. Pese al cambio de primer ministro –el macronista Sébastien Lecornu fue nombrado la semana pasada en sustitución de François Bayrou–, sindicatos y partidos de izquierda creen que el nuevo ejecutivo incluirá también recortes en los presupuestos. La huelga es un aviso en Lecornu. "Es la calle quien debe escribir el presupuesto y, si no es así, será el señor Lecornu quien acabará en la calle", ha advertido la secretaria general de la CGT, Sophie Binet.

La nueva jornada de protesta, que llega sólo una semana después de la movilización que dejó a más de 500 detenidos en todo el país, ha comenzado esta mañana con algunos altercados en ciudades como París, Lyon y Marsella y con muchos problemas en los transportes públicos, especialmente en la capital, donde algunas líneas de metro sólo funcionaban con servicios mínimos en las horas.

La policía ha tenido que intervenir para evitar los bloqueos de salidas de autobuses y de carreteras. También se ha bloqueado la entrada de decenas de institutos. Esta tarde había 181 detenidos y siete policías heridos. También ha resultado herido un periodista de France Télévisions en Lyon.

El seguimiento de la huelga no ha sido muy elevado –en Educación, por ejemplo, un sector habitualmente muy movilizado, sólo el 17% de los profesores han secundado la protesta, según datos del gobierno–, pero las protestas callejeras han sido generalizadas.

En París, la manifestación ha acabado con algunos enfrentamientos entre grupos de jóvenes y la policía en la plaza de la Nación. En toda Francia se han realizado 250 manifestaciones a lo largo del día y, según los sindicatos, han participado "más de un millón" de personas. Interior rebaja la cifra a la mitad. Con todo, el 56% de los franceses apoya o simpatiza con la protesta, según una encuesta realizada por la cadena BFMTV.

Para hacer frente a las acciones violentas, el ministerio del Interior ha hecho un gran despliegue con 80.000 policías y gendarmes, además de drones y 26 vehículos blindados que se movilizan en contadas ocasiones, normalmente cuando se prevén altercados graves. El ministro del Interior en funciones, el conservador Bruno Retailleau, advirtió de que habrá tolerancia cero con la violencia. "Seremos inflexibles", aseguró.

Sin gobierno

La huelga general se celebra con nuevo primer ministro, pero todavía sin nuevo gobierno. Lecornu, del partido del presidente Macron, está en plenas negociaciones con otras fuerzas políticas para formar gobierno. Como no existe ningún grupo con una mayoría clara en la Asamblea, es indispensable no sólo sumar otras fuerzas al gobierno, sino también buscar acuerdos con la izquierda y la extrema derecha para evitar la censura.

La clave de todo ello son los presupuestos. Si el proyecto de ley que debe presentar antes de mediados de octubre Lecornu no satisface a los partidos de izquierda y la extrema derecha de Marine Le Pen, ambos bloques amenazan con votar una moción de censura que vuelva a derribar al gobierno. En ese caso, la presión para el presidente de la República, para que convoque elecciones legislativas anticipadas, sería máxima.

El reto para Lecornu es mayúsculo, sobre todo porque la situación financiera de Francia, con una deuda y un déficit muy elevados, obliga a impulsar medidas de ahorro. Y ni Le Pen ni los partidos de izquierda están dispuestos a aceptar recortes sociales o fiscales que afecten a los ciudadanos con rentas bajas y medias. Es un Tetris imposible.

Durante la manifestación en París, Binet ha reclamado al nuevo primer ministro que "entierre definitivamente" el proyecto de presupuestos del anterior gobierno y derogue la reforma de las pensiones de Macron, que subió hasta los 64 años la edad de jubilación. "Sin justicia social ni derogación de la reforma habrá estabilidad gubernamental. La indignación es enorme y la determinación, igual de grande", ha afirmado este jueves la líder sindical.

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