Preocupación en Bruselas por la entrada de espías rusos por Hungría

Orbán flexibiliza los visados ​​a los ciudadanos de Rusia y les facilitará la entrada en territorio europeo sin controles de seguridad

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El primer ministro húngaro Viktor Orban y el presidente ruso Vladimir Putin en un encuentro en Moscú este julio.

BarcelonaEl presidente del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, ha enviado este martes una carta al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, alertando de que la flexibilización de visados ​​en Hungría para ciudadanos rusos podría crear "graves lagunas para las actividades de espionaje" . La iniciativa podría, "potencialmente, permitir que un gran número de rusos entren en Hungría con una supervisión mínima, lo que supone un grave riesgo para la seguridad nacional", ha sentenciado el líder popular.

El aviso de Weber llega después de que, a principios de julio, Hungría ampliara los países que podrían acogerse a un sistema de visado rápido que permite la entrada de ciudadanos en el país sin controles de seguridad ni otras restricciones. La reforma del presidente de Hungría, Viktor Orbán, permitirá a nacionales rusos y bielorrusos adquirir la Tarjeta Nacional y, los ciudadanos que la obtengan, podrán desplazarse libremente a otros países de la Unión Europea. Hasta ahora sólo Serbia y Ucrania podían optar a ese permiso, pero con la reforma también estará disponible para los ciudadanos de Rusia, Bielorrusia, Bosnia y Herzegovina, Macedonia del Norte, Montenegro y Moldavia.

A raíz de la invasión rusa de Ucrania, la Unión Europea decidió restringir –o limitar mucho– los visados ​​a ciudadanos rusos, como parte de las sanciones contra Moscú. La decisión de Budapest va en contra, como de costumbre, en las políticas conjuntas que se marcan desde Bruselas.

"Esta política podría facilitar que los rusos se muevan por el espacio Schengen (sin fronteras), evitando las restricciones exigidas por la ley de la UE", ha asegurado Weber, que ha hecho un llamamiento a los líderes europeos "a adoptar las medidas más estrictas para proteger de inmediato la integridad del espacio Schengen”. En su carta, el líder popular ha pedido a Michel que se trate la cuestión en la próxima cumbre de líderes europeos que se celebrará en octubre. Tal y como marca la legislación europea, aunque las personas residentes fuera del bloque comunitario deben pedir un visado para poder viajar libremente por el espacio Schengen, los gobiernos nacionales tienen derecho a gestionar sus propios sistemas de inmigración y permisos de trabajo .

Anitta Hipper, portavoz de la Comisión Europea, ha dicho que su posición sobre la política "es que Rusia es una amenaza para la seguridad de la UE y, por tanto, todos los instrumentos en cuanto a la unión y de los estados miembros deben garantizar la seguridad de la Unión y también tener en cuenta la seguridad del espacio Schengen". En esta línea, Hipper ha asegurado que la Comisión se pondrá en contacto con Budapest "para esclarecer el alcance de esta medida y si entra o no bajo las competencias de las normas de la UE".

Tensiones crecientes entre Hungría y la UE

El movimiento de Bruselas es un episodio más en las crecientes tensiones entre la UE y Hungría, que actualmente encabeza la presidencia rotativa del Consejo de la Unión Europea y que en los últimos meses no ha escondido sus simpatías por Rusia. De hecho, el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha criticado en varias ocasiones el apoyo militar a Ucrania. El primer ministro húngaro, en cuanto inició la presidencia húngara de la UE, comenzó lo que ha calificado de “misión por la paz” y visitó Zelenski y Putin, en un claro desafío a las posturas de Bruselas.

Aquella visita a Moscú despertó las críticas de los dirigentes europeos, que recordaron que Orbán no podía hablar en nombre del bloque europeo. En respuesta a estas iniciativas, algunos países europeos han querido mostrar su malestar y Bruselas anunció que no enviaría a ningún comisario a los encuentros ministeriales organizados por Hungría.

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