Reino Unido-Unión Europea

Presión en el gobierno británico para que acepte que los jóvenes tengan libre circulación con la UE

El primer ministro británico y la presidenta de la Comisión Europea se encuentran en Londres para preparar la cumbre clave del 19 de mayo

Starmer y Von der Leyen en la comparecencia conjunta de este miércoles en Bruselas.
24/04/2025
4 min

LondresPersistir en el error es equivocarse doblemente. Y el Reino Unido se da cuenta que el Brexit lo fue, un error. El problema es que la marcha atrás es imposible. Pero hay quien quiere poner parches. Así, un total de 60 diputados del Partido Laborista han instado este jueves al gobierno británico a aprovechar el impulso diplomático que el nuevo ejecutivo de Keir Starmer dio a las relaciones con la Unión Europea para establecer un acuerdo de movilidad que permita a los jóvenes de 18 a 30 años viajar y trabajar temporalmente entre Reino Unido y los 27 estados.

En una carta enviada a Downing Street, los parlamentarios —procedentes tanto de circunscripciones que votaron a favor del Brexit como otras que votaron en contra— reclaman que Starmer sea "ambicioso" y aproveche la oportunidad para "restablecer vínculos" con Bruselas. Aunque con la boca muy pequeña, Starmer ya había apuntado que podría abrirse a esa experiencia.

Francia, Alemania, Italia y también España tienen mucho interés. La carta se ha hecho pública coincidiendo con el viaje a Londres de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para reunirse con el premier y por participar en una conferencia internacional, de dos días, sobre seguridad energética.

Más allá de este motivo, ambos mandatarios también preparan la cumbre clave del 19 de mayo, que tiene como objetivo redefinir las relaciones post-Brexit entre Londres y Bruselas. En este encuentro se espera avanzar en tres ámbitos fundamentales: un pacto de defensa, un nuevo sistema de cuotas pesqueras y el acuerdo de movilidad juvenil al que Bruselas no desea renunciar. Si bien apostaba por tres o cuatro años, podría aceptar que fueran sólo dos.

Los diputados laboristas firmantes de la carta -entre ellos figuras destacadas del ala moderada del partido- consideran que un pacto sobre movilidad es "una prioridad estratégica" que puede tener beneficios económicos y culturales claros. Defienden que no se trata de restaurar la libertad de movimiento pre-Brexit, sino de establecer un esquema "recíproco y controlado" con visados, similar a los que el Reino Unido ya tiene con países como Australia, Canadá, Corea del Sur o Japón.

La ministra del Tesoro británica, Rachel Reeves, también ve con buenos ojos el acuerdo, según han filtrado fuentes de Whitehall. Reeves considera que una iniciativa de este tipo podría ayudar a impulsar el crecimiento económico, especialmente en sectores con escasez de mano de obra joven y calificada. Sin embargo, los economistas ven poco beneficio concreto para el PIB. Sin embargo, el sector que podría beneficiarse mucho podría ser el universitario.

Hasta ahora, el gobierno británico había rechazado la propuesta de Bruselas —planteada por primera vez el año pasado— que preveía movilidad juvenil por un período de tres o cuatro años. Sin embargo, la posición habría empezado a cambiar en las últimas semanas, sobre todo a raíz de la presión de los países antes mencionados para incluir este esquema dentro del paquete global de acuerdos a negociar el próximo mes.

Según el centro de pensamiento British Future, especializado en actitudes públicas hacia la inmigración y la identidad, el apoyo ciudadano a un sistema de este tipo es elevado y transversal: no sólo gusta a los votantes proeuropeos, sino también a muchos que votaron a favor del Brexit, siempre que el sistema sea equilibrado.

"Anomalía estratégica"

Actualmente, Reino Unido dispone de más de 80.000 plazas anuales para jóvenes de varios países en el marco de programas similares, pero más de la mitad quedan sin cubrir. El contraste con la carencia de un acuerdo equivalente con la UE, el socio comercial más importante y más cercano, es, según los firmantes de la carta, "una anomalía estratégica".

Este jueves, poco después de que se hiciera pública la carta, el portavoz oficial de Downing Street no ha descartado la posibilidad de un acuerdo de este tipo con la UE, pese a advertir que no se harán comentarios públicos sobre las negociaciones en curso. Fuentes cercanas a Starmer reconocen que cualquier avance en este terreno deberá explicarse con mucho cuidado para evitar que sea percibido como una marcha atrás en la decisión de dejar la UE. Más aún cuando falta una semana para las elecciones locales en Inglaterra y el Reform UK, del brexitero y xenófobo Nigel Farage, podría morder muchos votos, tanto a conservadores como a laboristas.

La estrategia, según estas fuentes, será presentar la iniciativa como un paso pragmático de "reconexión" en ámbitos específicos de interés mutuo, como la defensa, la pesca y la movilidad juvenil. El laborismo sigue haciendo equilibrios para hacer ver que deshace el lío del Brexit sin que se note que lo deshace parcialmente, aunque las evidencias del perjuicio social, económico, cultural e incluso sanitario del divorcio con la UE son, después de cinco años, mucho más que evidentes.

La ministra del Interior, Yvette Cooper, se mostró muy reacia al esquema de movilidad juvenil hace sólo unos meses, en el congreso laborista. Pero fuentes internas del partido indican que el debate está evolucionando, y que el actual contexto internacional –marcado por la inestabilidad geopolítica y la necesidad de alianzas sólidas– obliga al Reino Unido a actuar con una nueva mentalidad. Bruselas es, desde ese punto de vista, un socio muy fiable. Por lo menos, de momento.

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