Rusia lanza un ataque masivo en Ucrania y causa 31 muertes
El ejército del Kremlin lanza 158 drones y misiles en todo el país, incluida la capital
BarcelonaTras meses de combates de baja intensidad, Rusia lanzó este viernes una ola de ataques con misiles y drones que dejó un total de 31 civiles muertos en Ucrania, y más de 120 heridos. En uno de los ataques aéreos más masivos desde el inicio de la guerra, el ejército ruso ha lanzado un total de 158 drones y misiles, según informan fuentes ucranianas. Las defensas antiaéreas de Kiiv han logrado abatir 27 drones y 87 misiles de crucero, que apuntaban a infraestructuras críticas e instalaciones militares. Pero otros han golpeado incluso edificios residenciales de la capital y una maternidad en la región del este. edificios de pisos y una casa deshabitada. "Ha sido espantoso, un misil volaba por el cielo y hacía un zumbido, no sabía qué hacer", explicaba a Reuters Maria, que vive en la capital. Otras seis personas murieron en Dnipró, en el centro del país, donde los bombardeos golpearon un centro comercial y también un edificio residencial. El ataque provocó el incendio en una maternidad, pero no dejó heridos, según la misma agencia. En Odessa, la ciudad portuaria del sur, cuatro personas murieron y unas 20 resultaron heridas, entre ellas dos niños. Zaporíjia, en el sur, y Járkov, en el noreste, también han sufrido el impacto de misiles y drones rusos. Incluso en Lviv, la ciudad más cercana a Polonia, en la retaguardia ucraniana, murió una persona y otras 30 resultaron heridas. Las bombas han caído en varios edificios de pisos y han dañado incluso tres escuelas y una guardería.
Durante la ola de misiles, un presunto proyectil lanzado por Rusia habría entrado en el espacio aéreo de Polonia durante tres minutos y se ha adentrado unos 40 kilómetros antes de regresar a Ucrania, según informó Varsovia. La OTAN advertía de que se mantendrá "vigilante", pero el incidente no fue a más.
El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmitró Kuleba, ha dicho este viernes que el ataque masivo ruso en su territorio es uno de los mayores desde el inicio de la guerra y demuestra que no se puede hablar de tregua con Moscú. "Rusia no está considerando otro escenario que no sea la destrucción completa de Ucrania", decía en un comunicado. "Hoy, millones de ucranianos han despertado con el fuerte sonido de las explosiones. Me gustaría que estos sonidos de explosiones en Ucrania se pudieran oír en todo el mundo", ha dicho Kuleba, y ha pedido a los aliados de Kiiv que intensifiquen el soporte. Este gran ataque ruso de fin de año llega, de hecho, en un momento en el que el agotamiento de dos años de guerra pasa factura a los soportes ucranianos, incluso entre sus principales aliados, como Estados Unidos, que no logran desbloquear una nueva ayuda económica en el Congreso.
El propio presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha denunciado esta oleada letal de misiles rusos como "un recordatorio contundente en el mundo que, tras casi dos años de esta guerra devastadora, el objetivo de Putin se mantiene sin cambios ".
"Con todo su arsenal"
"Rusia nos ha atacado con todo lo que tiene en su arsenal. Nos han disparado aproximadamente 110 misiles, la mayoría de los cuales han sido abatidos", denunciaba el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. Ucrania lleva semanas advirtiendo de que Rusia podría estar almacenando misiles para lanzar un gran ataque aéreo contra el sistema energético. El año pasado millones de personas se quedaron sin electricidad en pleno invierno, cuando los ataques rusos afectaron extensamente a la red eléctrica.
El portavoz de la fuerza aérea ucraniana, Yuri Ihnat, explicaba, de hecho, que el objetivo principal de la ola de misiles rusos de este viernes eran las infraestructuras vitales, y remarcaba que no se había registrado tan masivo ataque "en mucho tiempo". "El enemigo ha lanzado de todo salvo misiles Kalibr. Han lanzado misiles Kinzhal, misiles balísticos, S-300, misiles de crucero", ha detallado, según Efe.
El 26 de diciembre Ucrania destruyó uno de los barcos de la flota rusa del mar Negro en el puerto de Feodosia, en la península de Crimea, en respuesta a la caída, pocos días antes, de Márinka, una ciudad del Donbass que Rusia aseguraba haber conquistado.
