Ucrania reactiva la ofensiva en la región rusa de Kursk
Kiiv reanuda la iniciativa en un intento de mejorar las posiciones para una eventual negociación
BarcelonaA tan sólo quince días de la investidura de Donald Trump, que podría dar la vuelta al escenario de la guerra del corazón de Europa, Ucrania ha lanzado un contragolpe en la región rusa de Kursk. Así lo adelantaron algunos analistas militares y lo confirmó el ministerio de Defensa ruso, que informa de que repelió el ataque. Desde este agosto, cuando las tropas de Volodímir Zelenski atravesaron la frontera rusa en una incursión sorpresa en esta región occidental, el ejército ruso ha empleado esfuerzos para hacer retroceder a los ucranianos. Pero Kiiv ha logrado mantenerse hasta ahora, lo que podría suponer una herramienta de presión importante para unas eventuales negociaciones de paz.
En un comunicado, el ministerio de Defensa ruso asegura que en torno a las 9 h de la mañana, Kiiv ha lanzado "un contragolpe con un grupo de asalto formado por dos tanques, un vehículo de limpieza de minas y doce vehículos de combate blindados" con el objetivo de detener los avances de las tropas rusas en la región. Según recoge el texto, la artillería y la aviación de Putin han podido frenar la ofensiva.
Es la primera vez que Kiiv retoma la iniciativa en Kursk desde el 6 de agosto, cuando sorprendió a Moscú y obligó al Kremlin a reorganizar sus tropas. Entonces logró controlar unos 1.100 kilómetros cuadrados de territorio ruso, pero desde entonces ha perdido casi la mitad.
Aunque el ataque no ha sido directamente confirmado por las autoridades ucranianas, el jefe de la oficina del presidente ucraniano, Andrí Iermak, ha celebrado a través de Telegram las "buenas noticias" que llegaban desde Kursk, y ha añadido: "Rusia está recibiendo lo que se merece". Del mismo modo, el jefe del Centro Oficial contra la Desinformación de Ucrania, Andri Kovalenko, afirmó que las tropas rusas habían sido atacadas en varios puntos.
Varios analistas militares rusos también han informado de movimientos defensivos entre las líneas de defensa de Moscú, y de combates de artillería en los que Ucrania habría utilizado vehículos blindados occidentales para transportar grandes convoyes de infantería. Las batallas se estarían concentrando en el norte de una carretera que va desde la ciudad rusa de Sudja, cerca de la frontera, hasta Kursk, la capital regional.
En cambio, otro blogger influyente, Yuri Podolyak, afirmaba que el contragolpe de Kiiv probablemente es una maniobra de distracción para preparar otro ataque a Glushkovo, una ciudad más al oeste.
Un esfuerzo a contrarreloj
Las autoridades de Kiiv y de sus aliados estiman que hay unos 11.000 soldados de Corea del Norte desplegados en la región de Kursk para apoyar las líneas de Moscú, aunque Rusia no ha confirmado ni desmentido su presencia. Zelenski ha sostenido recientemente que las fuerzas rusas y norcoreanas han sufrido grandes pérdidas. "En las batallas de ayer y hoy cerca de un pueblo, Makhnovka, en la región de Kursk, el ejército ruso perdió hasta un batallón de soldados de infantería de Corea del Norte y paracaidistas rusos", dijo Zelenski el sábado, que calificó las pérdidas de "significativas".
Tanto Kiiv como Moscú están preparando el terreno para sentarse en una mesa de negociación este 2025. Ambos han destinado esfuerzos a mejorar sus posiciones en el campo de batalla antes de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, asuma el cargo el 20 de enero, y presumiblemente, quiera poner fin a la guerra lo más rápido posible. En este sentido, Kiiv y sus aliados temen que esto implique ceder territorio a Moscú. Por ahora, Rusia controla cerca de una quinta parte del territorio de Ucrania, pero el éxito de la inesperada incursión de Kiiv en territorio ruso podría darle un poco de aire de cara a las conversaciones de paz.
Por otra parte, Putin afirmó el mes pasado que Rusia tiene previsto expulsar definitivamente a las fuerzas ucranianas de Kursk, pero no fijó plazos. En cambio, el otro punto caliente del frente está actualmente cerca de la ciudad ucraniana de Pokrovsk, un centro logístico importante para Kiiv, donde llevan meses presionando las tropas rusas.