Europa

El país más pobre de la UE entra en el euro en plena crisis política

La plena incorporación de Bulgaria a la moneda única contrarresta la influencia rusa

Campaña informativa del euro en un tren del metro de Sofía
Paulina Kamburova
31/12/2025
4 min

SofíaBulgaria, el país más pobre de la Unión Europea, entrará este 1 de enero en la zona euro. Diecinueve años después de su incorporación a la Unión Europea, el país balcánico, de casi 6,5 millones de habitantes, culmina así su lenta integración, después de años de sacrificios para cumplir los requisitos exigidos para adoptar la moneda única. Entre otras, unas cuentas públicas saneadas, unos tipos de interés moderados y un control de la inflación. Los números cuadraron, pero Sofía dejará su moneda, el lev, en una situación de crisis política.

L'euro a Europa

El país está pendiente de unas nuevas elecciones, las octavas en cuatro años, si no se logra formar gobierno antes. La guerra en Ucrania, así como la situación política en Europa y en el mundo, afectan directamente a una sociedad polarizada entre proeuropeos y prorrusos, que son contrarios tanto al euro como a la defensa de Kiiv. Organizaciones nacionalistas como Vazrazhdane y Velichie, apoyadas por grupos extraparlamentarios, han protagonizado protestas para reclamar un referéndum sobre la adopción del euro y la salida del país de las instituciones europeas. Asimismo en las últimas semanas ha habido protestas masivas contra la corrupción y la mafia del ex primer ministro Boyko Borisov, que llevaron a la dimisión del gobierno el 11 de diciembre. Los manifestantes, muchos de la generación Z, denunciaban la corrupción en el gobierno, a quien acusaban de empobrecer a la población con la subida de impuestos y otras medidas de austeridad. Bulgaria adopta el euro con un gobierno interino, sin presupuesto y en un momento de fuerte inestabilidad política.

El Consejo Europeo aprobó la entrada de Bulgaria en la zona euro en julio pasado y estableció el tipo de conversión en 1,95583 leves por euro. El Banco Central Europeo admitió que los precios se pueden disparar "si los comerciantes aprovechan injustamente la transición" para subirlos. Entre los búlgaros hay preocupación de que la nueva moneda les haga más pobres, como ocurrió con la entrada España en el euro hace 24 años. En Bulgaria esta transición será más complicada, por la situación política, la corrupción y la especulación rampantes y el contexto inflacionario global. Para compensar la inflación, los salarios de los búlgaros aumentaron, pero cuando se vuelvan a convertir serán los más bajos de la UE.

Más allá del cambio de moneda

El cambio de moneda es sólo la parte más visible del cambio. El país pasa a formar parte de una unión monetaria que representa aproximadamente al 15% de la economía mundial. Después de Croacia, que se incorporó al euro en 2023, Bulgaria será el 21º miembro de la eurozona (que incluye a todos los socios de la UE excepto Suecia, Dinamarca, Polonia, República Checa, Hungría y Rumanía). Así, pasa a formar parte de las potencias económicas mundiales y, por tanto, podrá obtener beneficios más directamente, pero también absorberá los efectos negativos de las crisis que sufre la unión monetaria.

En un país como Bulgaria, la transición al euro, sobre todo si va acompañada de un aumento de la calificación de la deuda, supone la posibilidad de una mayor demanda de bonos gubernamentales: otra cuestión es cómo se utilizará este instrumento y si los políticos no tendrán la tentación de abusar de ellos. Asimismo, también le permite eliminar el riesgo cambiario, aunque el país ya funcionaba con un régimen monetario estricto de un tipo de cambio fijo en el euro de 1,95583 leva. Además Sofía se verá librada de la obligación de mantener un importante reserva de divisas (unos 40.000 millones de euros) que garantizaban la estabilidad de su moneda. Y al mismo tiempo recibirá una suerte de garantía contra los choques financieros, internos y externos. Aumentar la calificación crediticia y de inversión del país podría conducir a financiación a tipos de interés más bajos, y los fondos ahorrados podrían dirigirse a sectores públicos clave como la sanidad, la educación y la cultura, que siempre han sido desfavorecidos.

Con la entrada en la eurozona, las competencias en la política monetaria se transfieren al Banco Central Europeo (BCE), donde tendrá un puesto en el consejo, aunque como país pequeño y pobre su voz no será decisiva. El ministro de Finanzas búlgaro participará en las reuniones del Eurogrupo, lo que conferirá a Bulgaria mayor peso político.

Disciplina fiscal

Pero todo esto no es mágico ni gratuito. Los países del euro envían sus planes presupuestarios a la Comisión Europea y al BCE, que les realiza evaluaciones y recomendaciones. Bulgaria entró en la eurozona sin un presupuesto para 2026, cuya negociación ya ha provocado protestas masivas. Con el recuerdo de las crisis de la deuda de la eurozona, sobre todo con el precedente de Grecia, uno de los miedos es que con la adopción del euro, los políticos se encuentren con las manos atadas,

Los expertos esperan que la pertenencia a la eurozona conllevará más inversión extranjera altos y un crecimiento económico acelerado. También habrá beneficios, quizás, para el turismo y el comercio internacional: una integración más fácil de las empresas búlgaras en los mercados europeos.

La UE también obtendrá réditos de la integración búlgara. Un mercado único y un euro más fuertes. Y sobre todo la plena integración de Bulgaria en la UE, que limitará la influencia estratégica de Rusia en un momento especialmente delicado para Europa.

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