Von der Leyen, en el ojo del huracán por un fichaje polémico: 20.000 € mensuales y una acusación de favoritismo

El Parlamento Europeo y cuatro comisarios socialdemócratas reprueban el nombramiento de la presidenta de la Comisión Europea

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La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en una imagen de archivo.

BruselasUrsula von der Leyen tenía muy encaminada la revalidación de su mandato al frente de la Comisión Europea. La gestión de la pandemia, pese a la polémica compra conjunta de vacunas, y la guerra de Ucrania le han erigido en la gran líder de Europa. Ningún nombre de las instituciones comunitarias o de algún Estado miembro ha sido capaz de hacerle sombra. Es la cara visible y reconocible de la Unión Europea, sobre todo a nivel internacional, y ha contado con el apoyo de los principales líderes estatales.

Ahora bien, todo se empezó a torcer con su inequívoco apoyo a Israel en la guerra de Gaza, la ola de protestas del campesinado (en gran parte) contra su gran plan verde y, ahora, un escándalo que cada vez se va haciendo mayor dos meses antes de las elecciones europeas del próximo 9 de junio: el ya bautizado como Piepergate. Se trata de un polémico nombramiento que, en otro momento, seguramente habría pasado desapercibido. Pero la Unión Europea hace tiempo que está en precampaña y la oposición —también la interna— ha olfateado la sangre.

El protagonista es Markus Pieper, un eurodiputado de la CDU alemana que Von der Leyen ha fichado como representante de las pequeñas y medianas empresas por parte de la Comisión Europea. Más allá del salario, que se eleva casi a los 20.000 euros brutos mensuales, y el hecho de que Von der Leyen y Pieper comparten partido político, lo que ha levantado más polvareda es cómo se ha llevado a cabo el proceso de selección.

Según diferentes medios internacionales, dos mujeres que optaban al mismo trabajo sacaron mejor nota que Pieper en la última fase, pero una entrevista hecha por el ejecutivo liderado por Von der Leyen hizo que al final se decantaran por el candidato alemán. Esto ha provocado la indignación de distintas voces de las instituciones europeas. Además, el propio comisario de Competencia, el liberal francés Thierry Breton, que también estaba en la entrevista, se mostró contrario al nombramiento del correligionario de la presidenta de la Comisión Europea desde el principio.

De hecho, no ha sido el único miembro del ejecutivo comunitario que ha levantado la voz: los dirigentes socialdemócratas también han puesto el grito el cielo contra la elección de su propia presidenta. El jefe de la cartera de Economía, el ex primer ministro italiano Paolo Gentiloni; el comisario de Trabajo y candidato del Partido Socialista Europeo a las europeas, Nicolas Schmit, y el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, han firmado una carta conjunta en la que denuncian las "dudas" que genera el nombramiento en materia de " transparencia e imparcialidad".

También se ha quejado de forma oficial la eurodiputada liberal de Chequia Martina Dlabajová, una de las candidatas que llegó al final del proceso de selección y que, a pesar de sacar mejor valoración que Pieper, se ha quedado sin el trabajo. Por el momento, ha enviado un recurso al equipo de recursos humanos de la Comisión Europea, que todavía no se ha pronunciado.

Mayoría contra el nombramiento

Las críticas no sólo llegan de parte de los comisarios socialdemócratas y de las afectadas, sino que en el pleno de esta semana del Parlamento Europeo una mayoría abrumadora (382 votos a favor, 144 en contra y 80 abstenciones) recriminó el nombramiento y pide que se reabre el proceso de selección. Casi solo votó contra el Partido Popular Europeo, que es la familia política de Von der Leyen.

Aunque esta demanda de la Eurocámara no es vinculante, supone un duro golpe contra la dirigente alemana en plena precampaña electoral. Cabe recordar que tras los últimos comicios europeos, la Eurocámara ratificó a Von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea sólo por un margen de nueve votos. Es decir, no se puede permitir enfadar y ponerse aún más en contra el Parlamento Europeo si no quiere ver peligrar la revalidación de su mandato.

En este sentido, distintas voces críticas con Von der Leyen han aprovechado para volver a criticar el carácter personalista de su presidencia y que haya relegado a sus comisarios a un papel más secundario, así como que haya querido acaparar carteras que no le corresponden , sobre todo la de Exteriores o la de Defensa. Ahora bien, aunque la bola de nieve se va haciendo grande a medida que se acercan las elecciones, Von der Leyen de momento opta por hacer como si sintiera llover y se limita a repetir que el proceso de selección del nombramiento fue "transparente y limpio".

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