La guerra en Ucrania

Zelenski y el alcalde de Kiev se pelean por el frío

Los dos políticos muestran sus diferencias respecto a la gestión de los refugios energéticos

ARA
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Residentes de Kíiv en un "centre de invencibilitat" con calefacción, luz y conexión en internet.

BarcelonaQue Vladímir Putin utilizará tanto como pueda el frío como un arma más de guerra ha quedado demostrado. Moscú no esconde que dirige sus oleadas de bombardeos contra instalaciones energéticas de Ucrania, claves para garantizar el suministro eléctrico en el país. A pesar de los esfuerzos de las autoridades de Kiev para revertir la situación después de cada ataque, millones de ucranianos han sufrido cortes de luz –de más o menos intensidad– en las últimas semanas, justo cuando han llegado las primeras nevadas al país y los termómetros a menudo registran temperaturas bajo cero. Además de las consecuencias que esto supone para la salud y el bienestar de la población civil, el Kremlin sabe que privar a un país de electricidad y de agua también tiene un impacto importante en su moral. Y, probablemente, sin este último apunte no se entendería el rifirrafe que han protagonizado el presidente Volodímir Zelenski y el alcalde de Kiev, Vitali Klichkó.

Todo empezó el martes. Zelenski anunció la habilitación de una red de 4.300 refugios que, repartidos por todo el país, puedan proteger a la población del frío invernal, especialmente aquellos que se han quedado sin agua caliente o calefacción por culpa de los ataques rusos. En aquel mismo discurso, en el que el gobierno recordó que hasta seis millones de personas estaban entonces sin suministro eléctrico, el presidente criticó la gestión que el consistorio de la capital había hecho de estos refugios. "Desafortunadamente, las autoridades locales no han trabajado bien en todas las ciudades. En particular, hay muchas quejas en Kiev. Por decirlo suavemente: se necesita trabajar más", dijo. En concreto, pues, acusó al ayuntamiento de Kiev de no haber preparado estas infraestructuras con suficiente antelación y de no tenerlas a disposición cuando tocaba. "La gente de Kiev merece una mejor atención", añadió.

Klichkó había optado por el silencio, hasta este domingo, que ha decidido contestar a Zelenski. "No quiero, especialmente teniendo en cuenta la situación actual, entrar en batallas políticas. Es ridículo", ha anticipado el alcalde. Pero después ha acusado al presidente de "manipular" a la población ucraniana difundiendo informaciones falsas. También ha defendido su gestión.

El presidente ucraniano Volodímir Zelenski y diversos líderes europeos conmemoraron el domingo el 90º aniversario del Holodomor, o Gran Hambre, que mató a más de 3 millones de ucranianos durante dos años, cuando el régimen de Josef Stalin, en el noviembre de 1932, envió a la policía a confiscar todo el grano y el ganado de las granjas ucranianas colectivizadas de manera forzosa, incluidas las semillas necesarias para plantar la siguiente cosecha.

¿Cambio de rumbo?

Desde un punto de vista político, el episodio es relevante. Desde que empezó la invasión rusa contra Ucrania, ahora hace nueve meses, el país había apostado por aparcar las diferencias políticas y evitar cualquier enfrentamiento que pudiera debilitar la unidad ucraniana –y su imagen internacional– ante la ofensiva del Kremlin. Algunos políticos ucranianos, como el mismo alcalde de Kiev, habían hablado abiertamente de su decisión de hacer piña con Zelenski mientras durara la guerra. Y la buena relación entre el alcalde y presidente había sido evidente –como mínimo, de puertas afuera– a pesar de que son rivales políticos y que, antes del conflicto, ya habían protagonizado algunas peleas dialécticas. Por ejemplo, Klitchkó, que antes de entrar en política había tenido una brillante carrera como boxeador , hacía siempre que podía referencia al pasado de cómico de Zelenski.

Habrá que ver si todo ello se queda solo en una anécdota o supone un cambio de rumbo en la armonía política ucraniana, pero lo que sí que es seguro es que el país se enfrentará a uno de los inviernos más oscuros de su historia. Una de las compañías eléctricas del país asumía esta semana que los cortes de luz "pueden durar meses" y pedía a la población que acumulara mantas y todo lo que les sirviera para abrigarse. Mientras tanto, varios organismos internacionales hace semanas que lanzan mensajes de alarma. Uno de los últimos ha sido el director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Europa, Hans Henri Kluge. En resumen, Kluge advertía de que este invierno "supone una amenaza mortal para millones de personas en Ucrania".

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