El ataque ruso en Ucrania

Zelenski: no habrá negociación de paz hasta que los soldados rusos no se marchen

El líder ucraniano recibe a Erdogan y a Guterres con el objetivo de evitar un desastre nuclear y poner una primera piedra para un alto el fuego

4 min
Erdogan, Zelenski y Guterres, este jueves a Liviv.

EstambulAcabar con la guerra. Esta ha sido la frase más repetida por los líderes reunidos este jueves en Lviv, ciudad ucraniana situada cerca de la frontera con Polonia, que ha acogido el encuentro entre el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Y este último, que ha recibido por primera vez en su territorio a los dos líderes –y mediadores, que han permitido la exportación de grano desde el puerto de Odesa–, ha calificado la presencia del presidente turco de “muy poderosa”. Aún así, Zelenski ha reiterado su postura de las últimas semanas y ha advertido que Ucrania no iniciará negociaciones de paz con Rusia hasta que el último soldado ruso no haya salido de su territorio, incluida la anexionada Crimea. “La guerra acabará con la liberación de Crimea”, clamaba Zelenski hace unos días. Pues eso. Con estas palabras, el líder ucraniano aleja, un poco más, las pocas esperanzas que ya tenía en una paz cercana que pueda parar un conflicto que, día a día, continúa destruyendo y matando. Pronto, se cumplirán seis meses del inicio de la invasión lanzada por Vladímir Putin.

En este sentido, los tres dirigentes han mostrado sintonía con la defensa de la integridad territorial de Ucrania y tanto Erdogan como Guterres son defensores de la vía diplomática para poner fin al conflicto. Pero Zelenski no lo ve claro. ¿El motivo? Lo ha repetido en una comparecencia previa al encuentro con sus invitados: “No tenemos confianza en que Rusia cumpla sus compromisos”.

Erdogan, que ha garantizado su apoyo a Zelenski para conseguir que los presos de guerra vuelvan a Ucrania, ha asegurado que transmitirá las conclusiones de la reunión al presidente ruso. Erdogan se vio el 5 de agosto con Putin y, según han informado medianos rusos y turcos, el hombre fuerte del Kremlin se habría mostrado favorable a reunirse con Zelenski. Pero nada hace pensar que Moscú pueda acceder a renunciar al territorio ucraniano que han ocupado desde el inicio de la ofensiva contra sus vecinos y que, actualmente, supone un 20% del total de Ucrania.

Evitar un Chernóbil

Otro de los puntos importantes de la reunión trilateral era el riesgo de accidente nuclear derivado de la guerra. La central de Zaporiyia es ahora uno de los puntos más débiles de la guerra en Ucrania, pero el peligro siempre ha estado presente, prácticamente desde el primer momento de la invasión. Ocupada por las fuerzas rusas poco después de que estallara la guerra, y como si los rusos jugaran con un mechero dentro de una gasolinera, este mes de julio saltaron las alarmas cuando desplegaron sistemas de lanzamiento de cohetes y la convirtieron en una especie de base militar. Ahora mismo asediada y en peligro constante de bombardeo, es decir, de desastre nuclear, Guterres ha pedido que se desmilitarice la zona para evitar un accidente que Ucrania ya conoce por el desastre de Chernóbil. Pero Putin se niega: “Las propuestas de desmilitarizar una zona alrededor de la central nuclear de Zaporiyia son inaceptables", ha dicho hoy el subdirector del departamento de Prensa e Información del ministerio de Asuntos Extranjeros de Rusia, Iván Necháev. Rusia ha declarado que el funcionamiento de la central de Zaporiyia puede ser suspendido si no cesan los ataques, de los cuales Moscú culpa a las fuerzas de Kiev.

Según Zelenski, “la misión y el deber de cada país tiene que ser una reacción dura y coherente a cualquier manifestación de chantaje nuclear”. Y el presidente busca garantías: crear una zona de exclusión de unos 30 kilómetros alrededor de la central y la introducción de fuerzas internacionales y observadores extranjeros en el territorio de la planta y pide que la ONU, Turquía y toda la comunidad internacional intervengan para evitar un accidente nuclear. Haría falta, según Kiev, la retirada total de las tropas rusas para una posible misión del Organismo Internacional de la Energía Atómica en la central.

Acuerdo para infraestructuras

La visita de Erdogan a Ucrania no habría sido del todo satisfactoria si no se hubieran firmado acuerdos bilaterales que puedan ayudar a su economía. Y en esta ocasión las constructoras ganarán algo. Erdogan y Zelenski han rubricado un tratado bilateral para la reconstrucción de infraestructuras del país destruidas por los rusos. Negocio logrado. “Turquía tiene una amplia experiencia en la construcción de carreteras y puentes, en particular los puentes de Zaporiyia y Kremenchuk, y ha demostrado ser un socio fiable”, ha comentado Zelenski.

El otro acuerdo, ya firmado, y que estos días se reevaluará con la visita de Guterres al puerto de Odesa, es el del grano. Por ahora, las cifras del ministerio de Defensa turco indican que hasta veinticinco barcos han salido de los puertos ucranianos y 18 han llegado a su destino. Ninguna incidencia y 622.000 toneladas exportadas gracias a un compromiso que se supervisa desde Estambul con la presencia de delegaciones ucranianas, rusas, turcas y de las Naciones Unidas. Y el acuerdo, que no es tan vinculante para traer la paz a Ucrania pero suficientemente relevante para apaciguar el hambre a las naciones más necesitadas, es un primer hito para ver a rusos y a ucranianos sentados en la misma mesa y consensuando decisiones. Así lo ha expresado el mismo Erdogan, que tiene la esperanza de exportar esta experiencia a una mesa de negociaciones donde puedan sentarse Putin y Zelenski, frente a frente, para hablar del final de la guerra. 

stats