El gobierno, bancos y oligarcas: las sanciones de Occidente a Rusia
Washington, Bruselas y Londres apuntan a políticos y funcionarios y dificultan el acceso del Kremlin a sus mercados financieros y de capitales
BruselasLos aliados occidentales han respondido con inmediatez al reconocimiento desde Rusia de las llamadas repúblicas populares del Donbás. Tanto Estados Unidos como Rusia y también la Unión Europea han puesto en marcha la maquinaria de las sanciones para que entren en vigor con la mayor celeridad posible. En el caso de la UE, por ejemplo, será esta misma tarde, una vez que se hayan publicado todos los documentos legales en el Boletín Oficial de la Unión Europea. Las represalias quieren dañar directamente al Kremlin y el entorno de Putin, ya sea por la vía militar como financiera o de la comunicación. Eso sí, se reservan munición de cara a una eventual escalada, y por ahora no afectan personalmente al presidente ruso.
El sector financiero
Las medidas van más allá de las tradicionales sanciones diplomáticas. Rusia está totalmente integrada en el sistema financiero mundial. Por eso las sanciones por esta vía le afectan considerablemente. En este sentido, Reino Unido ha puesto en la diana cinco bancos: Bank Rossiya, Black Sea Bank, Genbank, IS Bank y Promsvyazbank. Y EE.UU. el banco VEB, que gestiona los fondos de pensiones estatales, y el Promsvyazbank, que financia el sector militar y de defensa ruso. "Todos los activos bajo jurisdicción de EE.UU. se congelarán de inmediato y los individuos y entidades de este país tienen prohibido hacer negocios con ellos", afirmó el departamento del Tesoro estadounidense en un comunicado. En el caso de la UE, son tres las entidades que pasan a formar parte de la lista negra. Bank Rossiya tiene estrechos vínculos con altos funcionarios del Kremlin, y EE.UU. ya le aplicaba sanciones desde 2014. En este ámbito, la última sanción y la más temida es excluir a Rusia del sistema de intercambio de datos bancarios SWIFT, una medida que está sobre la mesa, pero que Occidente se reserva como último recurso.
El acceso a los mercados de capital y deuda
Otro de los puntos fuertes de este primer paquete de sanciones es la exclusión de Moscú de la capacidad de acceder a los mercados de Europa y EE.UU. "Las medidas irán dirigidas a la habilidad del estado y el gobierno ruso de acceder a los mercados financieros y de capitales europeos", decía este martes la UE en un comunicado. En la práctica, esto significa que los inversores europeos tendrán prohibido realizar negocios con los buenos soberanos rusos. Los estadounidenses ya no podían hacerlo de forma directa, pero a partir del primero de marzo tampoco podrán hacerlo en el mercado secundario. En el caso del Reino Unido, de momento uno de los elementos clave del negocio ruso en Londres, la compra de mansiones de lujo con dinero opaco a través de sociedades pantalla domiciliadas en paraísos fiscales bajo dominio británico y la captación de capitales en la City, no queda afectado, informa Quim Aranda. Pero la amenaza está ahí.
Funcionarios, políticos y oligarcas
A escala individual, Occidente también ha situado en el punto de mira a cientos de personas. La Unión Europea, por ejemplo, congelará sus activos y prohibirá los viajes a Europa a todos los miembros del Parlamento ruso (Duma). Son 351 personas en total. Esta es una vía de sanción tradicional que tanto la UE como EE.UU. y Reino Unido ya tenían en vigor contra algunas personalidades rusas desde la anexión de Crimea. En el caso británico, se apunta directamente a tres oligarcas, que ya habían sido sancionados por EE.UU. en e2014: Guennadi Timchenko, un multimillonario que controla al grupo Volga, un fondo de inversiones; Boris Rotenberg, copropietario de SMP Bank, y su sobrino Igor Rotenberg. Desde Washington se ha sumado esta semana a la lista de oligarcas rusos ya sancionados Aleksander Bortnikov, jefe del poderoso servicio de seguridad interna y contrainteligencia de Rusia; su hijo, Denis Bortnikov, vicepresidente de la institución financiera estatal rusa VTB Bank Public Joint Stock Company, y Serguéi Kiriyenko, antiguo primer ministro y jefe de gabinete de Putin, que también está relacionado con el envenenamiento del opositor ruso, Alekséi Navalni. También recibe sanciones al consejero delegado del citado banco militar, Petr Fradkov.
Energía y chips
Uno de los puntos calientes de este conflicto es la energía. Rusia tiene aquí la sartén por el mango por ser la proveedora del 40% del gas que consume la Unión Europea. Pero la UE lleva semanas trabajando para tener alternativas y ha dado apoyo absoluto a la decisión de Alemania de detener la certificación del gasoducto Nord Stream 2. Más allá de eso, los aliados occidentales tienen en vigor otras sanciones contra el sector energético ruso: la compañía estatal de gas Gazprom, su rama petrolera Gazpromneft y los productores de petróleo Lukoil, Rosneft y Surgutneftegaz se enfrentan a varios tipos de restricciones a la hora de comerciar o emitir deuda. Pero que Occidente vaya más allá en ese flanco es complicado. Donde sí que Europa tiene más poder de presión es en el sector de los componentes electrónicos, una advertencia que Bruselas ha puesto varias veces sobre la mesa: "Tenemos muchos productos de alta tecnología en posición dominante en el mundo, y que son absolutamente necesarios para Rusia, que no puede sustituirles fácilmente", avisaba Von der Leyen hace algunos días. También EE.UU. ha avisado a la industria de chips del país que esté preparada por si es necesario aplicar nuevas restricciones a las exportaciones a Rusia.