Educación

'Grade inflation' en EEUU: mejores notas pero peor rendimiento académico

Reiterados estudios remarcan el empeoramiento de los estándares académicos, sobre todo después de la pandemia

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Desde la pandemia los test para acceder a la universidad ya no son obligatorios y cuenta sobre todo la nota del instituto.

WashingtonLas notas de los estudiantes de secundaria de Estados Unidos han mejorado en los últimos años. Pero, en lugar de convertirse en un motivo de orgullo para el país, se ha convertido en un quebradero de cabeza para la comunidad educativa. Los mismos estudios que indican este aumento de A (excelente) frente a B (notable) también señalan un empeoramiento del rendimiento académico; con menos esfuerzo los alumnos logran sacar mejores notas. Es lo que muchos expertos han bautizado como grade inflation (inflación de notas) y desde la pandemia no ha dejado de dispararse.

Hasta la llegada de la pandemia la mayoría de las universidades estadounidenses utilizaban dos modelos de examen para medir el nivel de los estudiantes y prever su éxito universitario: el SAT test y el ACT test. Ambos tests los realizan dos organizaciones externas al gobierno que se encargan de establecer los "mejores" parámetros para medir el rendimiento de los alumnos. A partir de 2020, y debido a las dificultades técnicas que suponía realizar estos exámenes en el contexto de la pandemia, las universidades dejaron de exigir estos tests como obligatorios y pasaron a ser opcionales. Desde entonces lo que más se ha tenido en cuenta a la hora de acceder a una carrera han sido las notas obtenidas en el instituto.

Un informe publicado en agosto de 2023 por la ACT, una de las organizaciones que se encargan de hacer uno de los modelos de exámenes para entrar en la universidad, mostraba cómo el porcentaje de estudiantes que conseguían una A en Inglés, Matemáticas, Ciencias Sociales y Ciencias había incrementado un 9,6%, un 11,4%, un 10,7% y un 12,2% respectivamente. Aún así, la nota que los estudiantes sacaban a las pruebas ACT, en lugar de ser correlativa a este aumento, seguía un camino inverso y disminuía. De hecho, los resultados en este examen de 2023 fueron los peores desde 1991, según recogía el New York Times.

La inflación de notas es una realidad que se ha ido incubando en los centros educativos del país desde hace años. "Vimos que realmente empezó a notarse en el 2016. Y después el impacto de la cóvido, que hizo que aumentara dramáticamente", explica Edgar I. Sanchez, uno de los autores del estudio sobre la inflación de notas publicado por la ACT. Para Sanchez, la pandemia no es la única causa, pero sí fue un acelerador para esta situación: "Algunos centros aplicaron políticas para evitar que los alumnos suspendieran, como no poder obtener una nota más baja que una C [ suficiente]". Como consecuencia, las notas se están devaluando porque cada vez es más común obtener una A (excelente) y se crea una "base artificial" desde la que partir que no se corresponde con la realidad.

El ejemplo de las universidades de élite

Aunque la pandemia sea el hilo más claro desde donde estirar, intentar encontrar el origen de esta tendencia es como buscar muchas agujas dentro de muchos pajares. "Tenemos unos 14.000 distritos escolares en Estados Unidos, y cada uno tiene sus propias normas y regulaciones. Por tanto, no hay una política única en todo el país en la que puedas buscar respuestas", expone el experto en reforma educativa y director del Programa de Política Educativa de Harvard, Paul E. Peterson. Según Peterson, aunque la inflación de notas se esté detectando en los institutos, es algo "que las universidades de élite empezaron" por tener mejor reputación y "de ahí se ha esparcido hacia abajo".

Peterson cree que tras esta tendencia en los institutos hay "una influencia cultural en los profesores, a los que se ha dicho que el principal objetivo es la equidad y eso se ha traducido equivocadamente que todo el mundo debe rendir al mismo nivel ". El académico cree que se está intentando ayudar a los alumnos de entornos más desfavorecidos desde la perspectiva equivocada: "Algunos profesores les ponen mejores notas o les dan más facilidades pensando en esa equidad y por miedo a desmotivarlos".

Morgan Polikoff, educador del USC Rossier que trabaja en las desigualdades del sistema educativo, se enfoca más en la presión que reciben los maestros: "Hay mucha presión para que lo pongan fácil a los alumnos, como reajustando las entregas . También se debe a que desde la pandemia los niños llegan con muchas más necesidades que antes". Polikoff apunta al absentismo escolar como uno de los problemas que se han disparado desde la covid. En el ámbito nacional pasó del 15% en 2018 al 29% en 2022 y se mantuvo igual de alto en 2023. Según un estudio de la Nwea Research realizado en el ámbito estatal, también se apuntaba que el absentismo se disparó tanto en los distritos de clase alta como en los pobres.

La ley federal Every Student Succeeds (todos los alumnos triunfan) es otro elemento que el educador del USC Rossier cree que ha podido ayudar a alimentar la inflación de notas. "Hace que todos los estados tengan un sistema para realizar un seguimiento de los resultados. Si no me equivoco, en la secundaria las tasas de graduación son uno de los elementos para valorar el trabajo que se realiza en los centros. Y, aunque esto sea bienintencionado , porque lo que se quiere es que el mayor número de estudiantes puedan conseguir el título, es cierto que crea presiones muy fuertes sobre los institutos para alcanzar estas cifras".

Por otra parte, Polikoff expone que esta ley también hace que los centros se preocupen más por los alumnos que sacan peores notas y que detecten antes a los niños que se están quedando atrás. "Y eso hace que los profesores trabajen para que se vuelvan a reenganchar –defiende el educador–. Lo que creo que pasa es que hay centros que, en lugar de trabajar para motivar al alumno y alcanzar el nivel, simplemente le dejan pasar de curso independientemente de lo que haya aprendido".

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