Macron vuelve al trabajo y advierte de una "gran sacudida" mundial
El presidente francés, preocupado por Ucrania y la crisis climática, proclama el fin de "la abundancia" y pide unidad
ParísEl presidente de Francia, Emmanuel Macron, es adicto a los discursos épicos. Sabe muy bien cómo y cuándo conviene pronunciarlos. Después de un verano marcado por los incendios y por los fenómenos meteorológicos extremos, el gobierno francés ha vuelto este miércoles al trabajo con el primer consejo de ministros posvacaciones y Macron ha aprovechado su intervención para hacer uno de estos discursos que tanto le gustan. Con la mirada puesta en un otoño cargado de reformas importantes que tienen que encontrar mayorías parlamentarias complicadas, el presidente de la República ha hecho una alocución catastrofista –emitida en directo por radios y televisiones, un hecho muy poco habitual– en la que ha advertido que el cambio climático y la guerra en Ucrania están transformando el mundo. Macron, con un posado serio, ha advertido que ya no se trata de una serie de crisis graves sino de una gran convulsión: "Creo que lo que estamos viviendo es más bien una gran sacudida".
El inquilino del Elíseo cree que en los próximos meses y años el mundo tendrá que cambiar. Macron ha pronosticado "el fin de la abundancia", en referencia al agua, a las materias primas, a la economía, así como a los productos tecnológicos. El presidente ha proclamado también el fin de "certidumbres", en alusión a cuestiones políticas como la democracia. En resumen, un cambio de paradigma que obligará a los gobiernos a impulsar cambios y a hacer esfuerzos extraordinarios contra el cambio climático.
Francia ha vivido este verano los peores incendios de los últimos años y, como buena parte de Europa, ha registrado temperaturas récord. También se han vivido fenómenos meteorológicos inéditos, como una tormenta excepcionalmente violenta en la isla de Córcega la semana pasada, con ráfagas de viento de 200 km/hora que provocaron cinco muertos y una veintena de heridos, además de grandes destrozos materiales. "Después de la temporada de verano que acabamos de vivir, tendremos que tomar decisiones claras", ha pedido Emmanuel Macron a los ministros del gobierno francés.
Llamamiento a la unidad
La emisión en abierto del discurso de inicio del curso político que el presidente hace habitualmente a puerta cerrada tenía una intención muy clara: hacer un llamamiento a la responsabilidad dirigida a los partidos de la oposición, que son clave para poder aprobar las reformas que Macron quiere impulsar –sobre todo para hacer frente a la crisis energética y al cambio climático– después de haber perdido la mayoría en la Asamblea en las últimas elecciones legislativas. Ante la "gran sacudida", el presidente de la República ha pedido "unidad" a las fuerzas parlamentarias, pero también a los miembros de su gobierno, y ha reclamado huir de "demagogias". Solo la unidad, ha destacado, "nos permitirá consolidar nuestra soberanía y nuestra independencia francesa y europea".
Para poner hilo a la aguja al nuevo curso político, Macron y la primera ministra, Elisabeth Borne, reunirán los miembros del ejecutivo en un seminario gubernamental para preparar el nuevo curso la próxima semana, después del viaje de tres días que hará el presidente en Argelia a partir de este jueves. Los ministros tendrán trabajo: sobre la mesa hay algunos dosieres delicados con reformas poco populares, como las de las pensiones y la laboral. En un contexto económico difícil –con la inflación por las nubes y la amenaza de una recesión en Europa– y con una guerra que puede dejar sin gas el continente, Macron ya mandó un mensaje a los ciudadanos la semana pasada para advertir que habrá que hacer sacrificios, sobre todo en materia energética. "Hay que aceptar el precio de la libertad", destacó.
Medidas contra el cambio climático
El gobierno francés se enfrenta a un otoño complicado, con medidas para hacer frente a la inflación y garantizar el poder adquisitivo que caducan y sin previsiones de que los precios se moderen. Macron aspira a aprobar, a pesar de no tener hoy por hoy suficientes apoyos parlamentarios, los presupuestos para el 2023, así como un paquete de medidas de "sobriedad" energética y de impulso de las renovables, además de las reformas económicas. El presidente prometió una ocupación "plena" al final de su segundo quinquenio, pero la crisis de precios, que puede derivar en una crisis económica, le pondrá las cosas difíciles.