Matteo Renzi, el "jugador de póquer" que ha puesto contra las cuerdas el Gobierno italiano
Conte pedirá un voto de confianza la semana que viene al Parlamento
MilàMatteo Renzi (Florencia, 1975) ha forzado una crisis política en Italia que podría abocar al país a nuevas elecciones. “La democracia tiene formas y, si no se respetan, alguien tiene que tener el coraje de decir que el rey está desnudo. Y si para ello hay que dimitir, se hace”, dijo este miércoles, oficializando la retirada de las dos ministras de su partido de la coalición gubernamental presidida por Giuseppe Conte y compuesta por el Movimiento Cinco Estrellas (M5E), el Partido Democrático (PD), Libres e Iguales y su propio partido, Italia Viva. Una jugada que sume al país transalpino en un periodo de incertidumbre que podría obligar al primer ministro a presentar su dimisión si no logra superar en el Parlamento el voto de confianza al que se someterá la próxima semana.
En mitad de esta inoportuna crisis, la figura del ex primer ministro recupera el protagonismo que perdió tras abandonar el PD. Para algunos analistas se trata de una jugada maestra digna de un gran estratega. Otros, sin embargo, acusan a Renzi de ser un irresponsable capaz de sumir a Italia en una profunda crisis política en mitad de una pandemia que causa medio centenar de muertos diarios en el país. Aunque la mejor definición del político toscano la dio recientemente el periodista Enrico Mentana: “Matteo Renzi es un jugador de póker imprudente dispuesto a jugarse todo lo que le queda en una sola mano”. No es la primera vez que lo hace.
De Florencia a Roma
Matteo Renzi se convirtió en 2004 en presidente de la provincia de Florencia y cuatro años después se presentó a las primarias locales del PD para ser el candidato a alcalde de su ciudad. Ganó con más del 40% de los votos, pero pronto la ciudad toscana se le quedó pequeña, y su ambición le hizo saltar de la alcaldía de Florencia a la primera línea del PD. Por el camino fue dejando algunos cadáveres, como el de Enrico Letta. El entonces 'premier' italiano, hoy retirado de la vida política, fue testigo de cómo su compañero de partido le movía del sillón para sentarse él mismo. Asumió el cargo de primer ministro en 2014 sin pasar por las urnas, con la mitad de su partido en contra y sin ni siquiera haberse sentado antes en un escaño en el Parlamento. Quería reformar de arriba abajo el sistema -“desguazar la vieja política”, en sus propias palabras-, pero el sistema acabó desguazándolo a él.
En 2016 convocó un referéndum para reformar la Constitución y eliminar el Senado que acabó transformando en un plebiscito sobre su figura. Perdió y dimitió, como había prometido. Tras llevar al PD al peor resultado electoral de su historia en las generales de 2018, renunció a la secretaría general y se mantuvo en un discreto segundo plano como senador. Hasta que en el verano de 2019 impulsó una alianza entre el PD y el Movimiento Cinco Estrellas para alejar del poder a Matteo Salvini, entonces en lo más alto de su popularidad como vicepresidente de un gobierno de coalición con los 'grillinos', que rompió para forzar unas elecciones anticipadas que habría ganado sin dificultad. Con el nuevo Ejecutivo recién estrenado, liderado de nuevo por Giuseppe Conte, algo muy común en la política italiana, Renzi volvió a sorprender abandonando el PD para crear su propio partido.
"No es de fiar"
La tregua política ha durado poco más de un año. Las últimas 24 horas han sido frenéticas en Roma. Conte se reunió ayer con el presidente de la República, Sergio Mattarella, y anunció que el lunes y el martes comparecerá ante la Cámara de los Diputados y el Senado, y pedirá un voto de confianza. Mattarella ha concedido un tiempo extra al primer ministro para aprobar decretos urgentes y verificar sus apoyos, mientras las negociaciones para encontrar a un grupo de senadores tránsfugas que sustituyan a los 18 de Italia Viva continúan. Esta sería la opción más rápida para salir de la crisis y garantizar la continuidad del actual 'premier'. La hipótesis de una remodelación del gabinete con la misma coalición y otro primer ministro se hizo imposible después de que el PD y el M5E cerraran la puerta a un nuevo gabinete apoyado por Renzi. "Italia Viva no es de fiar", dijo Nicola Zingaretti, secretario general del PD. En el horizonte, la opción de un adelanto electoral, la preferida por la oposición de centroderecha, ya no parece tan remota. Y en ese caso, con apenas un 3% en las encuestas de intención de voto, Italia Viva podría quedarse incluso fuera del Parlamento.