Salud

Nueva Zelanda prohíbe el tabaco a la próxima generación: los que tienen 14 años no podrán comprarlo nunca legalmente

El gobierno de Jacinda Adern presenta un ambicioso plan que obliga a reducir la nicotina y los puntos de venta

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BarcelonaEl gobierno laborista de Nueva Zelanda es pionero en la prohibición del tabaquismo. El ministerio de Salud ha impulsado una ley para prohibir el consumo de tabaco a la próxima generación, con el objetivo de evitar que los jóvenes se inicien en el hábito. El ejecutivo de Jacinda Ardern aprobará una legislación para aumentar la edad legal para comprar tabaco para fumar, que actualmente se sitúa en los 18 años, en un año cada año a partir de 2026. De este modo, los neozelandeses que tengan 14 años cuando entre en vigor la ley no podrán comprar tabaco nunca legalmente.

"Es un día histórico para la salud de nuestra gente. Haremos que vender o suministrar tabaco a las nuevas generaciones de jóvenes sea un delito", ha señalado la ministra de Sanidad, Ayesha Verrall. Además, con la nueva ley, que entrará en vigor el año que viene, solo se podrán vender productos con muy bajos niveles de nicotina y se reducirán de 8.000 a 500 los establecimientos autorizados a vender tabaco. Se trata de hacer el tabaco caro e inaccesible. También se incrementará la financiación de los servicios para combatir la adicción. No se prohibirán los cigarrillos electrónicos.

El objetivo del plan de acción es reducir el tabaquismo del 11,6% actual al 5% de la población. Según las autoridades, a pesar de que ha habido una disminución del consumo en los últimos años, el pueblo maori, originario de la isla, es quien presenta unos índices más elevados, con un 28% de consumidores de tabaco. El consumo también es más alto entre las clases populares, a pesar de la política de aumento de precios de los últimos años.

"Las tasas van en buena dirección, pero tenemos que hacer más y más rápido. Si no cambia nada pasarán décadas hasta que las tasas de tabaquismo entre los maoris caigan por debajo del 5%, y este gobierno no está dispuesto a dejar a nadie atrás", ha dicho la ministra. La responsable de la iniciativa se ha mostrado optimista con el objetivo: "Creo que es factible. Lo estamos consiguiendo con la población de origen europeo, pero no con los maoris, y es aquí donde nos centraremos".

Buena acogida

La noticia ha sido bien acogida entre la comunidad científica. En declaraciones a The Guardian, Nathalie Walker, directora del Centro de Investigación sobre Adicciones de la Universidad de Auckland, ha calificado la medida de punto de inflexión, y el profesor de salud pública Chris Bullen ha enfatizado la decisión pionera de reducir la cantidad de nicotina de los cigarrillos.

El plan no ha sido exento de controversia. En primer lugar por el hecho de que no toca al mercado del cigarrillo electrónico, que consumen muchos adolescentes neozelandeses. El gobierno recuerda ahora que también tiene efectos perniciosos, pero en su momento lo impulsó como alternativa al tabaco. El caso es que muchos jóvenes se han enganchado sin haber probado nunca los cigarrillos convencionales: según una encuesta reciente, un 20% de los estudiantes de secundaria fuman cigarrillos electrónicos cada día, la mayoría con elevadas dosis de nicotina.

La oposición también ha criticado que la reducción de la dosis de nicotina hará que los segmentos con menos recursos tengan que consumir más pitillos o que prolifere el mercado negro. El gobierno ha replicado que se ha comprobado que esto contribuye a reducir el consumo, y que es consciente de que ha aumentado el contrabando de productos.

La ley, una de las banderas del gobierno laborista, todavía tiene que superar el trámite parlamentario, pero el gobierno tiene la mayoría asegurada. Está previsto que se apruebe el próximo año y que las limitaciones de edad entren en vigor en 2023.

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