Con el fin de la guerra con Hezbollah, Israel ha logrado aislar a Hamás completamente. Debilitada después de catorce meses de guerra continuada y desigual, los islamistas palestinos divisan un futuro incierto para toda la Franja de Gaza. En este contexto, no es de extrañar que Benjamin Netanyahu permita que sus ministros hablen abiertamente de la repoblación judía del territorio.
El ministro Bezalel Smotrich ha pronosticado que si el ejército se queda permanentemente en el interior de la Franja, la población de Gaza, que antes del 7 de octubre de 2023 era aproximadamente de 2,3 millones, bajará a la mitad en sólo dos años. Smotrich ha dicho que se llegará a esta estimación con la marcha "voluntaria" de una parte importante de la población.
Es indudable que la política de Netanyahu va en esa dirección, es decir hacia la expulsión –si es posible “voluntaria”– de los palestinos. Durante catorce meses, ha ordenado a la población del norte que bajara al sur de Gaza, y después a los refugiados que había en el sur que subieran al norte. Con estos movimientos masivos de civiles, parece que Netanyahu quiere fatigarlos para que ellos mismos pidan la migración “voluntaria” Mientras llega este momento, la Franja vive en un infierno, con una limitada entrada de alimentos controlada por Israel. humanitarias son muy difíciles, y esto se evidencia por la gran cantidad de edificios destruidos, muchos de ellos destruidos con la única intención aparente de dificultar la vida de los palestinos y obligarlos a abandonar sus viviendas. ¿pasará con la Franja?
La repoblación por parte de los judíos israelíes es un tema central del que ya se está hablando abiertamente. El primer ministro Ariel Sharon sacó a los 8.000 colonos que vivían en la zona en un momento que aún parecía posible un acuerdo de paz definitivo con los palestinos. Esto fue en el 2005. Ahora, en el 2024, el acuerdo parece totalmente imposible.
Si la repoblación judía se produce sin expulsar a los palestinos, se volvería a la misma situación del 2005, cuando los milicianos de Hamás realizaban operaciones cada día, matando regularmente a colonos y soldados. Esta situación se hizo insoportable por Israel, como ocurrió en Líbano, cuando el primer ministro Ehud Barak sacó al ejército en el 2000 para acabar con el goteo de muertos.
Uno de los asentamientos judíos, civil y militar, situado en el centro de la Franja, era Netzarim. Antes de abandonarlo, Israel le destruyó en el 2005. Pues bien, Daniella Weiss, una mujer que fomenta el regreso a Gaza desde un movimiento de colonos llamado Nachala, ha visitado esta semana Netzarim para comprobar si el sitio está en condiciones de recibir colonos de nuevo.
El gobierno ha dicho que Weiss ha entrado en la Franja por su cuenta y sin permiso, aunque en todo momento iba acompañada por militares. Weiss ha dicho que si los militares se quedan en la Franja, los colonos podrían llegar rápidamente. “Hay un montón de ideas creativas. Aquí puedes plantar una tienda, y junto a la tienda una estructura, y junto a una cocina, y al lado habrá niños, y así sucesivamente”, ha explicado Weiss. Y, por si alguien tiene dudas, ha añadido: “En el momento que podamos entrar, entraremos. Hemos venido para asentarnos en toda la Franja de Gaza, del norte al sur, no sólo en una parte”.