España ha exportado munición a Israel en plena guerra de Gaza

Barcelona / MadridHace sólo tres semanas, el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, aseguraba en la cadena SER que desde el 7 de octubre “España no ha realizado ninguna operación de venta de armamento en Israel”. Una afirmación que no se corresponde con la realidad, según se deduce las informaciones públicas que constan en los registros oficiales. Según el portal DataComex, de comercio exterior, España exportó a Israel en 2023 1,48 millones de euros de “armas, municiones y accesorios”, la mayoría en noviembre, e importó armamento por valor de 4,35 millones de euros, como avanzó ElDiario.es y confirmó este diario, a partir de las investigaciones del Centro Delàs de Estudios por la Paz.

Según esta misma base de datos, en noviembre, cuando ya hacía tres semanas que las operaciones israelíes contra Gaza habían comenzado, España exportó armas de la subcategoría 9306 (“Bombas, granadas, torpedos, misiles, cartuchos y otras municiones o proyectiles o sus partes”) en Israel por valor de 987.000 euros. Todas estas exportaciones se realizaron desde Palencia, donde se encuentra la sede de Nammo Palencia, en la antigua Fábrica de Armas.

Consultada por el ARA, la Secretaría de Estado de Comercio explica que esta exportación “corresponde a licencias autorizadas antes del 7 de octubre”, aunque no aclara por qué no se suspendió con el cambio de contexto que va suponer el estallido de la guerra. Madrid también añade que "el material es inerte (sin explosivo) para pruebas internas o demostraciones y en ningún caso para su uso final, ni susceptible de ser utilizado en el conflicto". Tampoco aclara cómo puede comprobar qué uso hace Israel del material enviado desde España en plena ofensiva a Gaza, ni si una vez allí se rellena con el explosivo necesario. Desde el ministerio de Exteriores se reafirman en las palabras del ministro, porque "todo lo que pueda haber después del 7 de octubre es porque estaba pactado con carácter previo".

Reacciones políticas

Dentro del propio gobierno español, el socio minoritario, Sumar, ha reaccionado con perplejidad a la información. "Esto es inaceptable y contrario a la posición del gobierno", ha expresado el ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Bustinduy (Sumar), en X. "Para poner fin al genocidio, insistimos en que hay que decretar el embargo formal y romper con cualquier vínculo militar, económico y comercial con sus responsables”, ha reiterado. ERC ha registrado en el Congreso de los Diputados una petición de comparecencia del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, así como de la secretaría de Estado de Comercio, Xiana Méndez.

Munición sin carga

Alejandro Pozo, investigador del Centro Delàs, replica en Madrid que "la mayoría de municiones se exportan sin carga: es como decir que no pasa nada por vender aviones de guerra si no se exportan también los misiles". El investigador explica al ARA detalles sobre el fabricante de armas, Nammo: “Es uno de uno de los principales fabricantes mundiales de munición especial y motores de cohetes, y pertenece al 50% al gobierno de Noruega ya la empresa pública finlandesa Patria Oji. Nammo Palencia es uno de los principales proveedores de munición del ejército español”. También es el fabricante del lanzacohetes M72, que como se acreditó, Israel utilizó en la guerra de Gaza de 2014.

“Noruega no exporta [desde Noruega] armas a Israel, y la compañía argumenta que sus filiales a el extranjero están sometidas a las leyes y restricciones a la exportación que aplican los países desde donde operan”, añade Pozo. Además, todas las transferencias de armas desde territorio español deben ser autorizadas por el gobierno, a través de la Junta Interministerial de Material de Defensa y de Doble Uso. Esto incluye las exportaciones de material policial o de lo que pueda ser utilizado con fines civiles y militares, como muchos componentes químicos o nucleares. Los contratos primero deben ser autorizados para la fabricación del material y después la exportación se materializa de acuerdo con un calendario establecido. “Todo esto debe quedar recogido en un informe oficial que se publica a posteriori, y por estos informes sabemos que España casi nunca deniega exportaciones a Israel: lo ha hecho sólo cinco veces en los últimos 21 años, en los que se han hecho 557 autorizaciones”, añade el investigador.

Legalidad cuestionada

Pozo cuestiona la legalidad de las exportaciones de armas españolas a Israel, ya que la ley prevé prohibir las exportaciones de armas a países que vulneren los derechos humanos, el derecho internacional humanitario o que atañen a guerras que puedan comportar inestabilidad regional.

En este sentido, casi 400 organizaciones de muchos ámbitos de España apoyan a la campaña por el fin del comercio de armas con Israel. Recuerdan el precedente de 2014, cuando el gobierno de Mariano Rajoy suspendió la venta de armas a Israel durante el mes de agosto por la guerra de Gaza. Se explicó entonces que la medida tenía valor como gesto político, ya que España no es uno de los grandes compradores ni proveedores de armas en Israel. El gobierno de Pedro Sánchez se ha desmarcado de la mayoría de socios de la UE con una posición más crítica con el ejecutivo de Benjamin Netanyahu, con la exigencia de un alto el fuego (a la que Israel respondió retirando su embajadora en Madrid y acusando a Sánchez de defender a Hamás). Madrid también ha aumentado la financiación en la Agencia de la ONU para los refugiados. Pero en cuanto a las armas, al menos hasta ahora, España sigue sin tomar decisiones formales ni prácticas.